ǫᴜᴇᴅᴀᴛᴇ ᴀ ᴍɪ ʟᴀᴅᴏ | ʏɪᴢʜᴀɴ [ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀsᴇ]

Capitulo 23

“Felicidad destruida”

Los días pasaron... Wang Yibo no dejo de ir al apartamento de Zhan para intentar recibir su perdón. Tantas veces se humilló poniéndose de rodillas o arrastrándose por el suelo, sin embargo, parecía que no hacía efecto en Xiao Zhan, sólo lo pasaba de largo ignorandolo.

Yibo nunca se enteró que Wen Han había caído en prisión por intentar apulañar a Xiao Zhan, tampoco sabía que Li Bo Wen se encontraba hospitalizado pero ahora solo se encontraba en reposo, gracias a Dios Bo Wen despertó al tercer día y fue mejorando conforme el paso de los días, claro que Zhan siempre iba a verlo y cuando regresaba se encontraba con Yibo en su camino que es lo que más odiaba de su día, tener que ver la presencia de aquel alfa. En esos días, Zhou Cheng estuvo viviendo con su alfa evitando ver a su hermano alfa por su inexpresividad en el funeral de su madre.

—Xiao Zhan—

—Vete—

Xiao Zhan iba llegando a su apartamento pero para su sorpresa Yibo se encontraba en la puerta. Nunca imaginó que él un día le estaría diciendo a su alfa que se fuera.
Yibo tomó la muñeca de su omega pero Xiao Zhan al sentir la mano del contrario, por impulso, le lanzó una bofetada a su alfa, dejándole un leve rasguño en su mejilla lo cual sorprendió tanto a Yibo como a Xiao Zhan, incluso el omega se sorprendió de sí mismo. Aquel alfa soltó la muñeca de Zhan y continuó con su plática.

—Esta bien si no me perdonas—dice mirando hacia abajo—O incluso si me pegas—

Xiao Zhan aun impresionado de lo que hizo lo miró con preocupación, aquel rasguño lo hizo él... No tenía planeando levantarle la mano pero por su embarazo sus estados de ánimo varían mucho, puede estar feliz pero al siguiente momento ya va a estar triste y luego pasará a enojado...

—Vete... Por favor—pidió Zhan mirándolo

—Solo... Dejame saber como estas... Saber como estás tú y nuestro cachorro—

Xiao Zhan miró fijamente a Yibo, su cara no se encontraba del todo bien... El color que siempre tenía ahora era algo más pálido, las ojeras debajo de sus ojos lo hacían ver demacrado, sus ojos cansados y su mirada llena de tristeza y culpabilidad. Xiao Zhan había visto un nuevo Yibo y no quería negarle saber sobre su cachorro.

—Estamos bien—toca su vientre y sonríe

Yibo también sonrió

—¿Te has alimentado bien?—

—Lo hago... Nuestro hijo... Es muy tragon—suelta una leve risita

Hablar con su alfa sobre su hijo lo hacía feliz, tenía ganas de llorar de felicidad.

—Es normal—su mirada se pone borrosa y cierra con fuerza sus ojos—¿Cómo estás de salud?—

Xiao Zhan lo vio, sus manos se movieron para tocar el rostro de Yibo pero se detuvo a medio camino... Bajo sus mano y dejó que Yibo se ayudará por si solo.