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Pov Canadá

Estaba volviendo de la cafetería que se encontraba en el hospital, había ido a tomar un poco de café y comer algo; abrí la puerta entrando a la habitación y cerrando la tras mío, me gire a ver a Ucrania, se estaba moviendo, me sorprendió y me acerque lo más rápido posible a él, comenzaba a mover sus manos e intentar abrir los ojos.

- Ucrania tranquilo, aquí estoy junto a ti pequeño, tranquilo...

-¿Lituana?- dijo en voz baja y un poco lento mientras parpadeaba un par de veces.

- Soy yo, Canadá, tranquilo, respira y tranquilizate- dije con voz calmada y lo más tranquilo que podía, está realmente feliz de poder escuchar su voz.

- Cana...Canadá- asentí inconscientemente con la cabeza, volvió a parpadear una última vez acostumbrándose a la luz del lugar-. ¿Dónde estoy?- pregunto observando con detenimiento la habitación

- Estamos en la habitación de un hospital, estuviste en coma casi un mes completo- tome su mano con cuidado y suavidad transmitiendo un poco de mi calor, su piel era tan suave y delicada,

-¿En coma?- pregunto expresando confusión, tendría que explicarle lo que pasó, por suerte tenía todo el tiempo que quisiera.

- Así es pequeño, recuerdas el día que te dije que nos encontraríamos en el parque, pues, ese mismo día nunca llegaste, varios minutos después de haber pasado la hora en que te cité, recibí una llamada del hospital diciéndome que un joven había sido golpeado por un automóvil- me miró atento mientras contaba lo que había sucedido- realmente sentí que mi corazón dejaba de latir cuando escuché tu nombre, corrí lo más rápido que mis piernas me permitieron hasta aquí, esperando que no fuera lo que estaba pensando.

- Me atropellaron...no me fijé al cruzar la calle...perdón...- se llevó una de sus manos a la frente con culpa

- Tranquilo cariño- volví a tomar sus manos entre las mías, bese ambas-. Los doctores me dijeron que después del golpe que recibiste habías quedado débil y en coma, nadie sabía realmente cuando despertarás así que me quedé junto a ti; pero ahora ya estás aquí, de vuelta.

- ¿Alguien más lo sabe?- me miró a los ojos-, ¿Alguien más sabe lo que pasó?

- Tus hermanos y ONU, ellos son los que saben de lo ocurrido, Rusia y Bielorrusia fueron los primeros en llegar y asegurarse de que tú estuvieras bien.

- Rayos...

- Tranquilo, todo está bien ahora, ya estás otra vez despierto, y eso es lo que más importa.

- Tienes razón hojita - sonrió calmado y feliz.

Le devolví la sonrisa mientras acariciaba su mano con tranquilidad, con la mano que tenía desocupada la dirigí a su mejilla, se apego más a mí tacto y cerro con los ojos con total calma; una pequeña sonrisa se formó en mi rostro inconscientemente al verlo así de tranquilo y feliz. Me acerque a su rostro quedando a unos cuantos centímetros, podía sentir su respiración, cerré mis ojos y corte la distancia que faltaba juntando nuestros labios en un beso, un lento beso que expresaba nuestros sentimientos, sentí como mis mejillas se ponían un poco calientes y algo nervioso, había anhelado tanto volver a probar los labios de Ucrania, era como estar en el paraíso mismo.

Nos separamos por falta de aire, abrí los ojos viendo a Ucrania, sus mejillas estaban coloradas con un hermoso sonrojo, tenía su boca un poco abierta tomando aire; abrió sus ojos mirando a la cara, sus ojos, oh esos ojos color azul claro que me vuelven loco y me enamoran cada momento más.

- Te amo...- fue lo que salió de su boca junto con un suspiro.

- Y no sabes cuánto más te amo yo- junte su frente con la mía, dejando un pequeño beso en su nariz.

Nos quedamos así unos segundos, me separé y acerque una silla junto donde estaba acostado, me senté en esta y volví a mirarlo, a los minutos una enfermera entro a la habitación, se alegro de ver qué Ucrania ya estuviera despierto, llamo a un doctor, entre ambos comenzaron a revisar que todo estuviese bien y en orden.
Salí de la habitación para dejarlos hacer su trabajo, además tenía que hacer una llamada.

Una vez fuera tomé mi teléfono, marque un número y espere a que respondieran.

- ¿Hola? ¿Canadá?- la voz de ONU se escuchó desde el otro lado de la llamada-, ¿Todo está bien?

- Despertó, Ucrania despertó ONU- pude sentir como un nudo en mi garganta se formaba, aún no podía creer que después de todo el tiempo que había pasado Ucrania al fin había despertado; una lágrima traviesa salió de mi ojo, la talle con mi mano.

- Oh Canadá no sabes cuánto me alegro de escuchar eso- aunque no lo viera podía decir que ONU estaba sonriendo.

Hablamos unos minutos más, colgué justo cuando el doctor y la enfermera salían de la habitación de Ucrania, me dieron unas indicaciones y dijeron algunas cosas sobre la salud de mi pequeño, les agradecí. Antes de volver a entrar me asegure de no tener ninguna señal de haber querido llorar, no lo quería preocupar o algo por el estilo.

🍁соняшник🌻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora