🍁соняшник🌻

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Pov narrador:

Tal y como lo había dicho el ruso, al día siguiente regreso junto con Bielorrusia, ambos estaban más serios que de costumbre, las enfermeras que pasaban junto a ellos lo hacían rápido con algo de miedo, el canadiense salió de la habitación donde estaba el ucraniano, encontrándose cara a cara con ellos.

-Al parecer si regresaron...-se detuvo frente a los otros dos, no lograba procesar como es que Bielorrusia le daba un poco de miedo siendo incluso unos centímetros más baja que Ucrania.

-No cumplir con tus palabras es completamente erróneo; puedes retirarte, nosotros nos encargaremos de Ucrania a partir de ahora-dijo la bielorrusa con un semblante serio, tenía unas cuantas ojeras, no había dormido muy bien que digamos.

Canadá obedeció de mal gusto a las palabras de la country, no quería dejar solo a su pareja; la chica comenzó a caminar en dirección a la habitación de su hermano, el ruso por otra parte se giro para ver al canadiense avanzar hacia la salida del hospital.

-Canadá-lo llamo antes de que diera la vuelta en el pasillo-, dentro de cuatro días regresamos a nuestros respectivos territorios, puedes regresar después de que nosotros ya no estemos aquí -dijo para después darse la vuelta  y caminar hacia la habitación del ucraniano.

Canadá salió del hospital con una pequeña sonrisa adornando su rostro, tomó un taxi hacia su casa, el hospital donde se encontraba Ucrania estaba a unos 20 minutos de distancia.

El ruso veía dar vueltas en círculos a su hermana, la cuál decía y se quejaba en voz baja sobre el canadiense, cerro los ojos y se acomodo en el sitio donde estaba sentado.

-Bielo, por décima vez te lo digo, deja de dar vueltas y quejarte de Canadá, toma asiento en esa silla y cálmate por favor-debe decir que cuando la country actuaba de esa forma le desesperaba un poco.

-No lo comprendo Rusia! Simplemente no lo comprendo! Porque rayos Canadá no dijo nada cuando ocurrió el accidente!!?-se cruzo de brazos mientras se dejaba caer en el asiento, dio un bostezo.

-De eso hablamos ya Bielorrusia, ahora cálmate y duerme un poco, tienes ojeras-abrio los ojos y dirigió su vista a la chica.

-De acuerdo de acuerdo, solo por está vez hare caso a lo que digas, no te acostumbres-cerro los ojos y se acomodo en su lugar, después de unos minutos en silencio quedó profundamente dormida.

La habitación quedó en silencio, silencio unas silencio, la maquina que marcaba los latidos era lo único que se escucha al igual que sus respiraciones; Rusia miro al ucraniano, dio una pequeña risita.

- Hay Ucrania eres todo un lío, como un pequeño niño-sonrió de lado, saco su móvil y se dispuso a prestarle atención a este, de vez en cuando miraba a Ucrania para ver qué estuviera bien; una enfermera entro al lugar para ver qué todo estuviera bien y estable con el ucraniano.