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Pov Narrador:

Baja del automóvil azotando con algo de fuerza la puerta de este, quedando de cara a la enorme casa frente a él, le daba desconfianza y disgusto regresar a aquel sitio; rodea el auto para caminar hacía la casa, abriendo el portón de acero ligeramente oxidado gracias al paso de los años, observando todo a su alrededor con detenimiento sin dejar atrás ningún detalle nuevo o antiguo, sonriendo con algo de nostalgia y disgusto por algunos recuerdos que vienen a su memoria. Algunos pasos más después llega a la puerta de la casa pensando por un momento si abrirla o simplemente dar media vuelta y largarse de ese sitio, negando así con la cabeza ligeramente para por fin abrir la puerta escuchando un rechinido de esta misma.
Da el primer paso con nervios ingresando por fin, era extraño para él volver después de casi ya treinta años sin regresar, comienza a recorrer la planta baja con cuidado de no mover o hacer caer algo.

-Dios...sigue siendo un sitio vacío...-exclama en voz baja para no ser escuchado, aún sabiendo que no hay nadie más, recorriendo en silencio la cocina y comedor,  junto con la sala de estar hasta dar con la puerta que sirve para salir al patio trasero de la propiedad, sale de la casa de nuevo-, bueno, al menos los arbustos siguen  igual de mal cuidados que siempre...

Se mantuvo por varios segundos quieto, observando el cielo nublado, gira su vista hacía el techo de la casa volviendo a ingresar a esta, dirigiéndose esta vez a las escaleras que llevaban a la segunda planta las cuales sube con la mayor calma y desinterés del mundo, pasando sus dedos por parte de las paredes cubriendo los con polvo; una vez arriba se gira viendo el pasillo dividido en dos direcciones, izquierda y derecha, llevando a las distintas habitaciones, yendo hacía la derecha.

-Realmente te gustaba la decoración con madera, ¿verdad URSS?-hablando a la nada recorriendo con la mirada cada sitio del pasillo, en las paredes se encontraban colgados varios cuadros, cada uno con la imagen de cada una de las republicas que en ese entonces formaban parte de la gran Unión Soviética, todos con una expresión seria y postura firme-. Sigo sin entender el porque nos criaste de esa forma...

El lugar vuelve a quedar en silencio, solo escuchándose tenuemente los pasos del ucraniano, no le veía gran importancia que esa casa siguiera ocupando un espacio que podía ser para otras cosas importantes después de todo nadie vivía en ella desde hace varios años atrás, además eso de viajar hasta ahí era tedioso, solo cuatro horas de viaje tanto de ida como de vuelta, nunca era tiempo de hacer viajes innecesarios; se queda quieto viendo por una ventana que estaba al final del pasillo, la cual daba vista a parte de la calle, recuerda alguna vez cuando era niño quedarse viendo por varios minutos y hasta horas a los demás niños jugar afuera, realmente por vario tiempo deseo también poder llegar hacer eso.
Se gira y camina algunos pasos y quedar frente a una de las puertas de las habitaciones la cual abre, da un paso dentro mientras se queda viendo su interior de forma seria volviendo a salir de forma rápida, detestaba ese sitio, dando así media vuelta decidido a salir de la casa para regresar a su territorio; más se detiene girando su vista hacía uno de los cuadros, su cuadro.

-Si que era extraño...-dice apreciando cada parte de aquel retrato, recuerda vagamente que cuando ese cuadro fue puesto en esa pared se sintió orgulloso de si mismo, esperando que su padre también se sintiera de esa forma lo cual nunca paso-, quisiera que estuvieras vivo para poder preguntar porque nunca te sentiste orgulloso de mi...-observa detenidamente cada parte de el, notando que le falta un pedazo del marco del lado izquierdo.

Ahora lo recuerda, mete su mano a uno de los bolsillos de su chamarra, sacando de este un pequeño trozo de madera con la misma decoración que el marco, esperando que sea el mismo pedazo que le faltaba; acerca su mano para poder colocarlo, encajando este a la perfección, quedando con una cara de confusión y duda al ver como este le pertenece. Da un suspiro pesado rascando con nervios su nuca, reanudando sus pasos para salir de la casa ahora lo más rápido posible.

-Creo que tenías razón en algo-gira un poco su cabeza para ver las escaleras desde la parte de abajo, encontrándose con la mirada seria de su padre, plasmada en el más grande de los cuadros de toda la casa-, siempre seré un niño estúpido que no sabe hacer las cosas bien...

Sale de la casa sin mirar atrás, volviendo a subir al automóvil el cual arranca alejándose cada vez más de la propiedad, sin querer regresar más.









Fin.

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Y hasta aquí llega, ante todo lamento lo mal escrita que llegue a estar esta historia, en verdad que si fue divertido al menos para mi escribir esto, también pido perdón por si hay fallas en la ortografía, y agradezco a todas estas personas que se hayan tomado el tiempo de leer esto.
Gracias. 

🍁соняшник🌻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora