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Pov narrador:

Veía atentamente las flores que estaban frente a él, cada detalle, cada centímetro de ellas, llevaba ya un buen rato pintando las en un lienzo, aquel día era agradable el cielo cubierto con nubes blancas y esponjosas, un hermoso sol y viento refrescante.
Una vez termino de pintar miro orgulloso su obra, ante sus ojos era una de sus mejores pinturas, bueno, una de las pocas que tenía.

Se levantan de dónde estaba y camina hacia el baño, donde lavaría sus manos las cuales tenían un poco de pintura, una vez hace eso vuelve donde había dejado el lienzo el cuál toma y coloca cerca de la ventana para que le dé él sol y seque más rápido. Escucho la puerta ser abierta y fue a un paso apresurado a esta, hace casi tres horas ya que el canadiense había salido por unos asuntos en su territorio, justo ahora se encontraban en la capital de aquel gran país, Ottawa.

- Canadá? Eres tú? - pregunto antes de llegar al espacio que daba hacia la puerta principal almás nadie respondió, mira dudoso la escena ya que había algunas cosas puestas en el suelo, sin embargo no había nadie.

Se sobresalto al sentir como alguien lo tomaba de la cintura, acercándolo hacia él, estaba a nada de soltar el primer golpe en forma de defensa hasta que una voz hablo.

- Tranquilo pequeño Sunflower, soy yo - se relaja al escuchar la voz del canadiense, se voltea quedando de cara al otro, más bien, mirando hacia arriba ya que el norteamericano era más alto que él.

- Me asustas tontito, pensé que era alguien más, casi te doy un golpe- lleva sus manos a la cara del otro, donde pellizca suavemente una de sus mejillas-, sabes que las sorpresas como esas no me gustan...

- Auch - se queja en forma de broma, no le había ni siquiera hecho cosquillas aquel pellizco-, lamento provocarte esa  preocupación pequeño, prometo que no lo volveré a hacer - se agacha un poco para dejar un beso en los labios contrarios. Saca casi por arte de magia un ramo, un hermoso ramo de girasoles preciosos-. Toma mi hermoso ángel, en cuanto lo aprecie con mi vista me recordó a ti, ambos tienen una belleza incomparable y magnífica.

Se puso levemente rojo de la cara al escuchar las palabras de su pareja, le gustaba oir todos esos cumplidos que le daba.

- Soy un country realmente afortunado por tenerte a mi lado hojita - sonríe mientras sujeta con delicadeza el ramo entre sus manos.

Canadá vuelve a dejar otro beso en los labios del más bajito, se separa de él y camina hacia la puerta, frente a ella había dejado también algunas compras que realizo antes de regresar a su casa; ambos country's caminan hasta la cocina donde comenzarían a guardas las cosas entre cumplidos y algunas bromas. Una vez terminaron de guardarlas un mensaje llegó al teléfono del más grande, el cual no duda de responder mientras el ucraniano toma el ramo de girasoles los cuales pone dentro de un jarrón con agua limpia y se les queda viendo.

-(más girasoles....más secretos...)- miraba el jarrón con tristeza mientras unas de sus manos tocaba delicadamente los pétalos de las flores; escucha como el mayor lo llama por lo cual cambia su expresión a una de felicidad-. Que ocurre maplecito?
 
- iremos a una cena familia- abre los ojos sorprendido por la respuesta de Canadá, no se esperaba algo como eso.

[•••]

Y ahí estaban, frente a la puerta de una gran casa en territorio francés, tenía un aspecto moderno pero rústico a la vez, era hermosa; tocaron la puerta con algo de nervios, el ucraniano llevaba entre sus manos aquel cuadro que antes había pintado, era un presente para la familia de su pareja.
La puerta fue abierta, dejando ver a un francés bien arreglado y muy hermoso, ahora sabía perfectamente de dónde Canadá había sacado esa belleza tan inigualable que tenía.

- Oh pero si son ustedes! Que alegría me da verlos por fin! No saben cuan ansioso estaba por qué fin llegarán!- dijo el de nacionalidad francesa mientras hacia pasar a ambos country's dentro de la casa, los cuales tenían los nervios de punta.

[•••]

La cena había terminado, ahora ambos country's se encontraban paseando por aquella ciudad, la famosa ciudad del amor, conocida por millones; tomados de la mano mientras veían las diversas decoraciones y luces que alumbraban cada rincón del lugar, se detuvieron frente a la magnífica Torre Eiffel, era hermosa, la iluminación daba un toque que encantaba a algunos turistas e inclusive a sus mismos habitantes.

El canadiense se giro, admirando el rostro del ucraniano siendo iluminado por las luces del lugar, tan hermoso y divino, él otro al sentir una mirada observándolo se giro para ver al contrario, le sonrió de manera calmada y amorosa; el más alto se acerca al otro, juntándose más uniéndose sus labios en un beso profundo, lleno de amor con la torre de fondo, algo simplemente hermoso...

- (quisiera que esto durará...para siempre...)...- dijo para sus adentros mientras seguía aquel beso, deseando que esa escena nunca acabará...

🍁соняшник🌻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora