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Pov Narrador:

Dos semanas habían pasado ya desde que se separaron, durante ese tiempo Ucrania se desapareció del radar de la mayoría que tenía contacto con él, incluso Bielorrusia que era una de sus hermanas con las que al menos tenía más contacto dejo de hablarle. Se había escabullido a una cabaña en el bosque en alguna parte de su territorio ya que no quería hablar o tratar con nada ni con nadie.
Cosa que funciono durante ese tiempo, hasta hoy, que tuvo que salir de ese lugar ya que las juntas de ONU no podrían ser saltadas o faltar por algo tan absurdo como su ruptura con el canadiense, al menos de esa forma lo veía él, después de todo muchas otras personas también pasando por aquello y él solo era alguien más de ese montón.

Caminaba siendo acompañado por una fémina un poco más alta que él, dándole algunas sugerencias y cosas de ese ámbito que interferían y podrían ayudar en su territorio; algunos metros antes de llegar a la sala de juntas, la chica se despide del ucraniano yendo a otra dirección diferente. 

-¡Hey! ¡Ucrania!-escucha su nombre ser dicho en voz alta para llamar su atención, se gira un poco para ver de quien se trataba, gira los ojos con algo de fastidio al ver de quien se trata deteniendo su andar para esperarle-. Ha pasado un tiempo desde la ultima vez que te vi.

-No es para tanto Estonia-una vez que el otro lo alcanza reanuda su caminar hacía la sala de juntas, yendo a un paso considerable para llegar a tiempo, aún sabiendo que tenían vario tiempo de sobra para que la junta diera inicio-, ¿Sabes donde esta Bielorrusia?-dice el bicolor ya que la chica anteriormente le había mandado miles de mensajes ya que quería hablar con él sobre algunas cosas.

El tricolor solo se encoje de hombros negando, quedando un silencio entre ambos el cual desaparece al entrar a la sala de juntas, en la cual hay vario ruido provocado por las conversaciones de algunos country's; ambos europeos se dirigen a sus respectivos lugares los cuales quedaban casi juntos.

-Por fin apareces enano-siente un peso sobre su cabeza, haciendo una mueca de fastidio, era algo que no comprendía del todo, sus tierras eran más grandes que las de Armenia por lo cual él debería ser más alto que ella, no más bajo-. Dos semanas, dos jodidas semanas y tú desapareces, que desconsiderado por no decir nada a tu hermanos-recarga su cuerpo aún más sobre el otro, viendo hacía algún lado-, vaya, parece que Canadá no perdió el tiempo-suelta una risita burlona viendo al canadiense junto con varios country's más, charlando de forma animada y algo altanera, incluso se puede ver como coquetea con algunos de ellos.

-Quítate, pesas mucho, vaca asquerosa-quita los brazos de Armenia de su cabeza, apartándola de una forma algo brusca, arregla su cabello ya que este se había desacomodado ligeramente; dirige su vista por un momento hacía donde estaba el norteamericano para luego mirar molesto a la chica-, te dije alguna vez no solo a ti, que no se metan en mi vida, así que deja de molestar que a ti nadie te quiere.

Se sienta de forma correcta en su lugar viendo algunos papeles que estaban en el escritorio de forma seria y molesta escuchando como la chica se queja en voz baja por lo que le dijo más al final suelta una pequeña carcajada en forme de burla; de ahora en adelante tendría que soportar algo como eso oyendo como decían que ya llegaría alguien mejor y que todo eso pasaría, algo que no quería hacer sabiendo perfectamente que las personas y demás country's son unos doble caras que solo están cuando quieren algo de ti; bueno, tampoco es como si tuviera que desquitarse con ellos por algo que paso en su relación.

[•••]


La junta terminaba, los países se encontraban acomodando algunos papeles y documentos mientras otros se retiraban del lugar de forma calmada o apresurada para regresar a sus respectivos territorios, después de todo el trabajo casi nunca termina; el ucraniano termina de acomodar sus cosas saliendo del lugar, yendo con sus otros hermanos los cuales le esperaban. 
No eran mucho de juntarse todos, ni siquiera en algún día festivo o algo así, y no es como si tuvieran la mejor relación como familia. 

-¿Para qué nos quieres ver a todos Rusia?-pregunta Moldavia sin interés viendo hacía enfrente de forma seria.

-La casa donde nos crio padre sera remodelada-dice el ruso, teniendo en manos un portafolio con varios documentos dentro-, aunque dijeron  que podían comprar la propiedad para hacer alguna otra cosa allí.

El silencio se hace presente, era algo incomodo pero no lo suficiente como para ponerse nerviosos o algo por el estilo.

-No, no se venderá-exclama Georgia de forma seria por lo cual varios la miran con duda-, es la única cosa que nos queda para recordar a URSS, además en esa casa crecimos y no puede ser borrada de un momento a otro o tal vez si, pero yo no doy el permiso de que sea vendida, esa propiedad también me pertenece-se cruza de brazos.

-Claro, quedarnos con una casa en la que ya nadie vive y de la cual obtuvimos varios traumas, grandioso-comenta de forma sarcástica Kirguistán, rodando los ojos con fastidio teniendo su atención en su celular, viendo varias cosas sin importancia.

Todo vuelve a quedarse en silencio, pensando en cual seria la mejor opción; terminando en un acuerdo de no vender la propiedad y quedarse con ella, remodelar solo lo que se viera mas viejo y que estuviera dañado, prometiendo que al menos cada uno de ellos iría a la casa antes de la remodelación que seria en dos semanas.

Salen del gran edificio de la organización, caminando de forma seria y segura, imponiendo respeto y algo de miedo a todos aquellos que los vieran; quince, quince países portando seriedad y elegancia al caminar, tenían una belleza inigualable la cual resaltaba aún más al llevar puesto aquellos trajes color negro, después de todo URSS era un sujeto hermoso ante los ojos de algunas personas y country's, un hombre alto y fuerte, con algunas cicatrices gracias a la guerra pero aún así, con una increíble belleza.  

🍁соняшник🌻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora