Capitulo 2: "Que empiece el juego".

2.2K 154 49
                                    

— Matteo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— Matteo. ¿Me estas escuchando cabrón?— Escucho la voz de Daniel, chasquea los dedos frente a mi ojos y vuelvo mi atención a él, recuesto mi espalda contra el asiento dejando salir un suspiro sintiéndome presionado por tanta palabrería que suelta en segundos.

—Sí, te escucho Daniel.—Me mira con cara de pocos amigos.—Vale la verdad no tengo idea de lo que me has dicho, no has cerrado la boca desde que entraste hace media hora a mi oficina.

—¿En que diablos estás pensando? esta semana has estado muy ansioso, y te traes un carácter de la mierda ósea ya lo tenías pero imagínate ahora.

Es cierto toda esta maldita semana he estado demasiado distraído, hoy tuve que hacer un documento cuatro veces porque a cada rato me equivocaba. Ese asunto no me ha dejado ni dormir bien, ni pensar bien, no sé qué carajos me pasa. El estrés me esta llegando a un limite cansado aunque lleve ya tiempo pensando aquel asunto, es como si me fuera a enfrentar al peor de mis destinos.

— No he encontrado a ningún chef para que cubra al maldito imbécil que no supo hacer bien su trabajo. — me excuso mientras tomo la pluma y la golpeo suavemente contra el escritorio llevando mi otra mano a mi barba sintiendo lo áspera que esta. Necesito afeitarme.

—Amigo, cada semana despides un chef solo por el mínimo error que cometa si sigues así ya nadie va querer ni entrar a tu cocina, tienes que ser más accesible.— me reclama Daniel en un tono molesto negando con la cabeza como si fuera mi padre y yo el niño pequeño consintiendo represalias.

— No voy a dejar trabajar aquí a un inútil que no sabe condimentar un maldito pescado en mi cocina. 

—Amigo pero era su maldita prueba ni siquiera probaste su plato, se fue con la cola entre las patas el pobre hombre.—maldita sea tiene razón, pero solo de verlo cocinar supe que no sabe hacer nada bien no necesitaba probar su maldito plato para saber que no tiene lo que necesito para mis restaurantes Andreotti.— No dejaste ni que Jasón probara el plato.

—¡Basta! Sabes que no me gusta que me cuestionen nada, yo hago lo que se me dé la gana con mis putos empleados.—digo entre dientes y el me ignora totalmente acostumbrado a mi manera tosca de hablar — Aparte mañana vendrán más candidatos seguro encontraré alguien nuevo.

— Oh nueva.— dice con una sonrisa mientras yo volteo mi cabeza perdiéndome nuevamente en mis pensamientos, viendo los grandes ventanales la gran cuidad de Italia y con mi simple mirada podía abarcarla toda , de hecho desde aquí podía sentirme el dueño de la cuidad, pero nunca desee tener el tanto poder que tengo ahora, pero el dinero había conseguido la promesa que me había hecho de niño después de la muerte de mi padre , me prometí que lograría ser tan fuerte para que nadie pudiera tumbarme del trono que yo había creado.  — Tal vez venga una chef de esas sexys, no sé por qué diablos no contratas mujeres, tienes puro hombre trabajando para ti. No me sorprende que la prensa piense que eres gay.— Eso ultimo lo dice en un susurro casi inaudible pero que perfectamente escuche.

Amor y Venganza [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora