Hunger Games: The Singing of the Mockingjay

Chapter 17

Quiero verla, así que voy a su habitacion de hospital. Está despierta mirando al techo, ni siquiera cuando entro a la sala se da cuenta de mi presencia.

-Te vi morir-dijo de repente, se referia a cuando me dispararon-Cuando fuiste por Katniss, decian que habias muerto

-Estoy aquí ¿no?

-Recorde algo, cuando te vi morir-respondio ella, un poco molesta-Recordé los juegos. Tu fuiste mi mentora, decidiste que sería mejor salvar mi vida que la de mi pequeño hermano

-El en persona me pidió que salieras de ahi con vida-le respondi-Brutus, Lyme, Enobaria, ellos querían salvar a Brumer.

-El tenia 15 años-Morgan comenzo a levantar la voz con evidente enojo

-Sigo teniendo pesadillas a pesar de que ya pasaron 5 años-La palabra pesadillas hizo que su seño se relajara y dejara de verme con enojo, es como si tuviera un conflicto interno

-¿Como lo soportas?-pregunto

-Con alcohol-le respondi mientras me acercaba a ella-Eso era antes de que llegaras a mi vida

Recargue mi mano en la cama de hospital. La cercanía de mi mano la ponia nerviosa, sus ojos claros me mostraban temor, ella me temia.

-Tu solias vivir en mi casa. Dormias en la habitacion continua a la mia y me despiertas en mis pesadillas para hacerme sentir mejor-

-¿Porque haria eso?-pregunto confundida

-Porque me amabas-respondi-dicen que por eso te torturaron

-Snow dice que todo lo que dicen es mentira-respondio- No se que creer, no se quien soy

Quedamos en silencio, ella no despegaba su mirada de mí y yo tampoco, ambas nos mirabamos fijamente. El Capitolio me la habia arrebatado, esta confindida, puedo verlo.

-Tienes 21, en 2 meses cumples 22. Te encanta pintar, ibamos cada mes al Distrito 4 a pintar el mar. Amas el cafe, tomas dos o tres tazas antes de dormir, eso causa que hables en la noche-iba a pararme para ir por un vaso de agua pero me detuvo-Tu color favorito es el amarillo anaranjado, te encanta hacerme cosquillas por mas que te diga que no me gusta. Odias el alcohol, aunque a veces tomes un poco. Fumas por estres o cuando salgo de viaje y no estoy para dormir contigo.

Ella trataba de recordar, hacia su esfuerzo y despues de varios segundos en silecio, dijo:

-Tu eres zurda, creo que tu color favorito es el azul, cumpliste 25 en Agosto, cuando te conoci, eras alcoholica. No duermes sin un cuchillo en la mano-Iba recordando o por lo menos iba recordando que me conoce-Siempre escuchas cuando hablo de pintura aunque no entiendas nada, amas leer y tocar la guitarra. Eres la mujer mas inteligente aunque lo niegues siempre. Tambien horneas, o lo hacias hasta que la cocina exploto hace dos años. Llevamos 3 años juntas, y tu...

-yo iba a proponerte matrimonio-respondo por ella-Yo.. tengo que irme, debo ayudar a organizar la boda de un amigo asi que me voy.

-Felicita a Finnick por mi ¿Quieres?-dijo cuando estoy a punto de salir de la habitacion, eso me hace sonreir y recordar que al principio, Morgan y Finnick no tenian un buena ralacion, que despues de tanto tiempo y por todo lo que a pasado recuerde quien es Finnick me hace muy feliz.

Los días posteriores se convierten en un frenesí de actividad para organizar el acontecimiento.

Pronto quedan patentes las diferencias entre lo que el Capitolio y el 13 entienden por una boda. Cuando Coin habla de « boda» , se refiere a que dos personas firman un trozo de papel y se les asigna un compartimento. Cuando lo dice Plutarch, quiere decir cientos de personas vestidas con ropa elegante durante tres días de celebración.

Cuando lo dice Plutarch, quiere decir cientos de personas vestidas con ropa elegante durante tres días de celebración. Resulta divertido verlos regatear sobre los detalles. Plutarch tiene que luchar por cada invitado y cada nota musical. Después de que Coin vete una cena, entretenimiento y alcohol, Plutarch chilla:

-¡¿Qué sentido tiene una boda si nadie se divierte?!-

Visito a Morgan todos los dias, y le llevo fotos de nuestra antigua vida. Aun se pone nerviosa cuando mensiono los juegos pero se pone feliz cuando le hablo de nuestras visitas al Distrito 4. Cuando Finnick me acompañó a verla, ella lo recordo al instante por las fotos que le habia mostrado, rieron mucho juntos.

Cuando se anuncia que se necesitan niños para cantar la canción de boda del Distrito 4, se presentan casi todos. No escasean los voluntarios para ayudar a preparar la decoración. En el comedor, la gente charla animadamente sobre el acontecimiento. Quizá sea algo más que las festividades, quizá sea que estamos todos tan necesitados de algo bueno que deseamos formar parte de ello. Eso explicaria porque de un momento a otro me converti en diseñadora de modas y en la madrina del novio.

A pesar de las reservas de Coin sobre la extravagancia de la ceremonia y de las de Plutarch sobre su poco colorido, la boda es un éxito rotundo. Los trescientos afortunados invitados elegidos entre los habitantes del 13 y los muchos refugiados llevan ropas de diario, la decoración está hecha con hojas de otoño, y la música la ofrece un coro de niños acompañado por el único violinista que salió con vida del 12 con su instrumento.

Annie lleva un vestido de seda verde que llevó Katniss en su gira de la Victoria cuando visito el 5, y Finnick uno de los trajes de Peeta. Sin embargo, hay toques únicos del Distrito 4: una red tejida con largas hierbas que cubre a la pareja durante los votos; que ambos mojen ligeramente con agua salada los labios del otro; y la antigua canción nupcial, en la que se compara el matrimonio con un viaje por el mar.

-Yo, Annie Cresta, prometo amarte y respetarte cada dia-

-Yo, Finnick Odair, quiero que tu, Annie Cresta, seas mi esposa a partir de este dia-no podia evitar dejar de ver a Morgan quien estaba entre la multitud de aquella boda que hace unos meses creia imposible-Juntos o separados, siempre estaremos unidos

Después del beso que sella la unión, los vítores y un brindis con sidra de manzana, el violinista toca una melodía que hace que todos los del 12 lo miren. Puede que fueran el distrito más pequeño y pobre de Panem, pero saben bailar. No había nada preparado oficialmente para este momento, pero Plutarch, que dirige la boda desde la sala de control, debe de tener los dedos cruzados.

Efectivamente, una mujer de edad avanzada agarra a Gale de la mano, lo lleva al centro de la sala y se pone frente a él. La gente se les une formando dos largas filas. Y empieza el baile.

Bailar nos transforma. Nos enseñan los pasos de baile los originarios del Distrito 12, nos damos la mano para formar un gigantesco círculo que da vueltas en el que todos demuestran su juego de pies. Hace mucho tiempo que no pasa nada tonto, alegre ni divertido, así que podríamos seguir toda la noche, de no ser por el último acontecimiento que Plutarch ha planeado para la boda. Uno del que no sabía nada porque era una sorpresa.

Cuatro personas empujan un carrito con una enorme tarta nupcial encima. La mayoría de los invitados retrocede para dejar pasar esta rareza, esta deslumbrante creación con olas de glaseado azul verdoso y puntas blancas, llenas de peces, barcas, focas y flores marinas.

-Esta bonito ¿no?. Plutarch me metio a una habitacion con Peeta y el me enseño a como decorar pasteles-me dijo Morgan emocionada como niña pequeña regalandome una gran sonrisa cuando la gente alaba su trabajo con el de Peeta.

-¿Te gustaria bailar?-le pregunto ofreciendole mi mano

Ambas terminamos bailando lo que resta de la boda, desapareciendo todo el mundo a nuestro alrededor. 

Y de nuevo solo eramos ella y yo contra el mundo.