Capitulo 11: "Pequeñas compras"

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Al terminar la entrevista. Nathaly aun no encontraba nerviosa y se sostuvo de una pared para no caerse. Todo le daba vueltas e inclusive su visión se volvió borrosa, lloraría en cualquier momento dado a los nervios que aun seguían. John se colocó a su lado preocupado.
- ¿te encuentras bien? - pregunto John mientras sobaba la espalda de la joven. Ella asintió mientras respiraba dificultosamente. Inhalar y exhalar, se repetía una y otra vez en su cabeza mientras repetía la acción.
- John, debemos hablar- escucho decir a Bryan. Cena no le tomo importancia, su hija estaba primero en esos momentos.
- un segundo - respondió sin voltear a mirarlo. Bryan suspiro frustrado. Esa niña seria un estorbo y un beneficio. Tenía que soportarla aun que sea por unos meses.
- ahora Cena - le ordenó Bryan. John gruño incorporándose y acercándose a Bryan resignado.
- ¿que? - pregunto un impaciente John. Volvió a ver a Nathaly quien seguía recargada en la pared mientras inhalaba y exhalaba dificultosamente. ¿Que era mas importante que su hija?
- tenemos que hablar sobre Nathaly - John frunció el ceño, realmente confundido.- Nathaly resultó una gran ventaja en tu carrera y las ofertas están cayendo como pan caliente, deberíamos hacer el plan de padre perfecto frente a la cámara y sacar ventaja de esto...- John no le dejo hablar mas. ¿Que tan ofensivo era eso? De una escala del uno al diez, un diez. ¿Es que el no tenía corazón? Su hija no era un negocio y mucho menos un plato de carne el cual negociar. No era digno, mas bien ofensivo.
- te has escuchado, lo que dices no es nada más que enfermizo ¿en que estas pensando? Nathaly se encuentra mal y no tengo tiempo para esto.- sin decir mas, se alejó de Bryan hasta donde se encontraba Nathaly.

Bryan apretó sus puños enojado y decepcionado de John. Si pensaba que se quedaría cruzado de brazos, que equivocado estaba. El no era hombre de rendirse y mucho menos desperdiciaría la oportunidad que John estaba teniendo, mucho menos llevaría a la borda la gran oferta que había tenido ase segundos.

- ¿te encuentras bien? - pregunto John. Habían salido al pequeño jardín que se encontraba detrás del local, para que ella tomara aire.
- mucho mejor. - dijo Nathaly sentada en una banca de madera para dos. John se sentó a su lado.
- ¿quieres hablarlo? Si no quieres no hay problema - Nathaly asintió. Tomo un respiro profundo.
- desde que tengo memoria he tenido pánico-escénico - murmuro Nathaly. John asintió sin dejar de mirarla.

Ella parecía frágil y aun mas inmune abrazada a si misma con la mirada gacha. Por un momento se pregunto si toda su vida fue así, sin el a su lado. Tan triste y sombría como parecía serlo ahora. El sentimiento de culpa golpeo su pecho y no pudo evitar el sentimiento de enojo así mismo por no haberla conocido antes.

- ¿por eso te encontrabas nerviosa? - ella volvió asentir. - la próxima ves, no dudes en decírmelo ¿de acuerdo? - Nathaly volvió a asentir.- no debes tener miedo, el miedo solo existe si tu crees en el...eres una persona estupenda Nathaly y lo superaremos juntos ¿te parece? - Nathaly lo miro por unos segundos y sonrío sin separar sus labios, estando de acuerdo mientras asentía.
- ¿algo más que deba saber? - pregunto John mientras volvían al auto abrazados.
- bueno...tengo un pequeño problema de claustrofobia - ella se encogió de hombros haciendo una pequeña mueca. John embozo una sonrisa y asintió.
- bien, otro obstáculo que vencer.

Una semana después.

- Nathaly...Nathaly- la volvió a llamar John buscándola por toda la casa. Ella no aparecía por ningún lado, la había buscado por la sala, cocina, la biblioteca e inclusive los baños pero nada. Ya se estaba empezando a preocupar.
- ¡Hey! - sin hacerlo previsto, se encontraba de cara en el suelo con Nathaly sobre su espalda. Esa niña lo mataría en cualquier momento - gane, por décima octava vez.
- no te ilusiones, solo soy bueno contigo - Nathaly volvió a reír mientras se sentaba en el suelo y John copiaba la acción.
- ¿cuántas veces debemos jugar lo mismo? - pregunto ella mirando a su alrededor en busca de otro escondite.
- hasta que yo gane.- sonrío John empezando a seguirla por toda la casa entre risas.

Esa semana habían estado llenos de risas, juegos y diversión. Nathaly estaba viviendo en un sueño, una demasiado hermoso como para ser real. John no podía estar más contento, su compañía lo hacía sentir lleno y sin preocupaciones. Era el mismo, sin cámaras ni reporteros a su alrededor. Con ella podía respirar, ser la persona que siempre fue.

Esos días habían sido increíbles, habían creado un tiempo padre e hija de una gran manera. Nathaly acompaño a Cena a su ultima pelea donde recibió unos Grandes golpes que al final resultó una tragedia. Cena fue internado por unos días y asignado a reposo. En esos días ella lo mantuvo ocupado de formas distintas, no me mal entiendas, solo pasaron las horas jugando cartas, ajedrez (aunque resultó más aburrido de lo que esperaban), monopolio, demás juegos de mesa e  nintendo wii. Incluso se ofrecieron ayudar a Fiona en la cocina. Días que se quedaron guardados en la memoria de John.
-•-
- ¿como te encuentras? ¿Alguna novedad? - Nathaly mordió su labio nerviosa antes de contestar a la persona que se encontraba al otro lado de la línea telefónica.
- bien, todo bien ¿que tal tu? - pregunto la joven mientras jugaba con el dije de su collar sin apartar la vista de la ventana que daba a la piscina donde se encontraba John.
- excelente, no imaginas las maravillas que he encontrado - la chica embozo una sonrisa al escuchar esa voz animada.
- me imagino, ¿Dede que lugar te comunicas?
- he conseguido un teléfono en una de las favelas vía internacional, maravilloso ¿no?
- si...que maravilloso.- Nathaly escucho la voz de John sonar
cerca y se apresuró a despedirse. - debo irme, te quiero.
- espera, te llamare pronto...te quiero.

Sin esperar a escuchar mas, corto la llamada guardando su celular en uno de los bolsillos de su chaqueta. John se acercó a ella con un toalla blanca en manos y una sonrisa que hoy en día, nunca faltaba.
- ¿quieres salir? - pregunto John y Nathaly asintió.
- ¿a dónde iremos?
- si te dijo ya no sería sorpresa- murmuro un divertido John haciéndola sonreír. - alístate, saldremos en segundos.
- no se tu pero...yo ya estoy lista.- Nathaly dio una pequeña vuelta y el negó divertido.
- ¿es que nunca dejas esas botas? - pregunto Cena apuntando los botines con diseño militar de color café sin embargo no conllevaban esa gran tacón que los distinguía.
- la pregunta aquí es, ¿y porque no...usarlas?
- ya veremos, bajo enseguida.

Tan pronto como lo dijo, ellos ya se encontraban en las calles de Massachusetts observando cada una de las tiendas que John recomendaba a Nathaly. Nathaly jamás fue una fan de las compras y es que siempre le aburría o simplemente no sabia que llevar y eso era una gran molestia. Resignada y frustrada acepto entrar a la zapatería al cual John le había llevado a rastras, literalmente.

Ya dentro del local...
- ni creas que lo aré.- si eran hermosos, no lo negaría pero no combinaría sus botines por unos tacones. ¿Que tenían esos tacones de especiales además de sacar ampollas y dolor de pies? Nada, nada.
- solo es un par, ¿el rosa no es tu favorito? - ella lo fulmino con la mirada mientras que John reía.
- no, odio el rosa y lo sabes.- John se encogió de hombros. No se podía con ella, era igual de terca que el y eso no le sorprendía mucho. En realidad le encantaba, sin embargo en unas ocaciones no tanto.
- esta bien, ¿te parece si hacemos un trato? - Nathaly lo miro por unos segundos analizándolo y asintió intrigada.
- ¿qué propones? - pregunto interesada mientras que John sonría satisfecho, siquiera lo escucharía.
- este es el trato; tres pares de tacones y los demás los eliges tu, no me negaré a ninguno.
- ¿a ninguno?
- ninguno, ¿qué dices? - ella lo pensé por unos segundos. Bueno, el trato no era tan malo, solo eran tres pares de tacones y además ¿cuando los usaría? Exacto, nunca. No podía quejarse después de todo.
- acepto, no quejas...de ninguno de los dos - ambos asintieron y estrecharon sus manos cerrando el trato.

Y así comenzó su día, de una tienda a otra con gruñidos de parte de Nathaly y insistencias de John. John la llevaba de un lado a otro visitando cada tienda e incluso la de hombres donde Nathaly se desquitó haciéndolo probar cualquier tipo de ropa e inclusive la mas ridícula. Y el izo lo mismo con ella.
- oh, te vez tan bien - se burlo Nathaly al verlo con esos pantalones ajustados con una chaqueta de cuero como todo un motociclista.
- no hace gracia esto me esta aplastando los...
- Hey, hay niños aquí - se quejó una mujer.
- lo ciento yo...
- que mal educado - su fue la mujer ofendida. Nathaly empezó a reír.
Después de todo no había sido tan malo como Nathaly pensó. Hasta el momento todo estaba resultando increíble y divertido.

- bien, eso es todo - John termino de guardar la ultima bolsa en la cajuela cerrando la puerta de esta. -¿te gustan las mascotas? - pregunto John al ver como Nathaly observaba al pequeño cachorro detrás de la vitrina. ella parpadeo saliendo de su pequeña burbuja y miro a John.
- am...si ¿nos vamos? - ella se propuso entrar al auto pero John la detuvo. Esperaba no arrepentirse luego.
- que casualidad a mi también, ¿quieres hacer la última compra del día? - Natahly frunció el ceño y antes de darse cuanta, ya se encontraba dentro del local de mascotas.

Aprendiendo a ser Padre. «John Cena»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora