Capitulo 4: Bueno, ella es mi hija.

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Narra John:

Desperté temprano como a una hora para que salga el sol. El tema de mi supuesta hija, me había provocado insomnio.

Mi cabeza no dejaba de dar vueltas a la situación en el que estaba metido. Limpie mis zapatos en el tapiz de la entrada de la cocina y me adentré a esta. Correr me había echo bien, relajarme y des tensar los músculos.

Tome una manzana de frutero y me acerque a el refrigerador. Tenía mucha hambre. ¿Cuanto tiempo estuve corriendo? Busque alguna bebida energética y tome una. Tome el teléfono de la casa y marque el número de mi representante.
-Hey, hola Bryan.-salude a mi representante al contestar mi llamada.
-¿Cena?
-si, soy yo...tengo un pequeño incidente en casa.
-¿problemas de pareja?
-no, claro que no...solo te esperare en casa.
-esta bien, te veo en veinte minutos.

Corte la llamada y lo asenté en la base. ¿Cómo se tomaría la aparición de Nathaly en mi vida? ¿Peor o mejor que yo? Me di vuelta y di un pequeño salto al encontrarme a Nathaly en la puerta.
-¿que...que...que haces despierta?-tome un respiro.¿acaso piensa matarme?
-locien to.-se disculpó con timidez refleja en su rostro.-suelo levantarme temprano.- se excusó. Asentí y deje la bebida sobre el mesón.
-no te preocupes, ¿tienes hambre?-pregunte mientras le hice una seña para que se acercara.
-si, ¿sabes cocinar?-preguntó ella tímidamente mientras tomaba asiento en una de los taburetes.
-lo básico.-me encogí de hombros.

Narrador universal:

Era extraño de miles de maneras estar frente a tu padre y ser unos completos desconocidos, de igual forma se sentía John. Tan iguales y diferentes a la vez. Ambos se sentían incómodos, con mucho que decir pero sin embargo nadie decía nada.
¿Cómo planteas una conversación con tu hija quien recién conoces? Yo no sabría.
-¿te gusta el tocino?-preguntó John. Nathaly volvió su vista a él después de haber estado viendo por ventana un buen rato.
-no.-contestó en apenas un susurro, que por fortuna John alcanzó a escuchar. El ojos azules asintió y siguió revolviendo los huevos.
-¿qué piensas del café?-preguntó mientras se servia uno. La chica asintió.-¿quieres uno?-volvió a preguntar y Nathaly volvió asentir.
Le servio uno y le puso frente a ella en el mesón. Nathaly se lo acerco y tomo un sorbo.
-lo de hablar, tenemos que arreglar eso.-propuso John, refiriéndose a la falta de habla de la chica. Esta asintió y al darse cuanta de eso, negó.
-lo ciento, suelo...suelo hablar poco con desconocidos y cuando les tomo confianza...soy, soy un libro abierto...o algo así.-dijo Nathaly con nerviosismo, rapidez y tartamudeo. John sonrío y negó divertido.
-esta bien, tranquila...comenzaremos de a poco, ¿está bien?
-si, me parece bien.
-¡ves, esas fueron más de una palabra!-celebró un sonriente John. Nathaly sonrió con sus mejillas sonrojadas.

Ambos se encontraban sentados frente a frente, desayunando. Conversando y riendo entre ellos. Al parecer Nathaly era una chica muy simpática y con muchas cosas que contarle al igual que el. Se había mantenido callada al principio de la conversación, sin embargo después de mencionar el tema de "la sociedad", Nathaly había hablado sin parar, dando sus opiniones y reflexiones sobre el tema.

John se dio cuenta de que Nathaly era una chica muy diferente, una adolescente muy madura para su edad, con una manera de pensar muy distinta e increíble.
-¿crees que los monos y los hombres se parecen?-preguntó John sorprendido por las palabras de Nathaly.
-si, ambos actúan igual...como animales que les gusta la violencia, sin ofender.-se apresuró a decir. John soltó una carcajada sarcástica llena de perplejidad, en otro caso eso lo hubiera ofendida, pero con la joven solo lo llenaba de sorpresa.
-entonces piensas que en la WWE, ¿actuamos como monos?-preguntó nuevamente. La chica uso una mueca de inseguridad para después responder.
-ciendo sincera, si.-se encogió de hombros.
El timbre sonó y John se disculpa antes de ir a abrir la puerta de la entrada principal de la mansión.

Bryan se encontraba al otro lado de la puerta esperando saber cual era el gran inconveniente del que le había hablado John.
John abrió la puerta encontrándose con su representante. Con todo lo de Nathaly y su extraña conversación, lo había olvidado.
-hola Bryan, pasa.-el sujeto de cabello negro y ojos del mismo color, paso a la gran casa algo confundido.
-buenos días, Cena ¿para que me necesitas?-preguntó dejando su maletín en el suelo. John rasco su nuca nervioso.
-bueno acompáñame.-paso su brazo por los hombros de Bryan guiándolo a la cocina donde se encontraba Nathaly desayunando.
-¿quién es ella?-preguntó Bryan, confundido.
-bueno, ella es mi hija.

Aprendiendo a ser Padre. «John Cena»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora