Capitulo 3: Ahora hablaremos.

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La casa mas grande y hermosa que halla visto. Con algunas palmeras decorando la grande entrada a la mansión de color blanca hueso. Grandes y altos ventanales adornaban la casa con un diseño que combina a la perfección con el estructura de la casa.
John detuvo el auto frente a su mansión y suspiro aliviado al saber que su novia actual no se encontraría en casa por unos días. Seguramente ella le interrogaría y el no sabría que decir. Ni el sabia lo que sucedía.

-bajaremos tus cosas y...y-la chica asintió y ya no supo que mas decir así que bajo del auto al igual que ella. Noto que Nathaly no hablaba mucho, de echo perecía muy callada. Nathaly le ayudo con el bolso mientras John llevaba consigo una mediana valija. Este abrió la puerta dando paso a la vista de Nathaly el exterior de aquella casa.

Un gran living sencillo pero encantador. Con una escalera elegante enroscado solo un poco, un gran candelabro colgaba desde el tacho y algunos cuadros decoraban las paredes blancas. Justo es medio de este una mesita con un florero lleno de rosas de distintos colores. Eso fue lo que mas le llamo la atención. Nathaly miro cada detalle fascinada por la decoración y el estilo de esta. John noto algo en la mirada de Nathaly y una fue precisamente algo que esperaba, su mirada no estaba llena de avaricia o codicia, al contrario, lo único que encontró en ella fue admiración y desinterés comercial.

-es una bella casa, me encanta la decoración.-dijo Nathaly volviendo se vista a. John.
-igual a mi.-murmuro John.
-¿no te sientes solo en una casa tan grande?-preguntó la joven.
John nunca había pensado en ella. En realidad jamás le importo el espacio y no creía que ahora eso haría alguna diferencia. Tenía todo lo que quería en esa casa, ¿de qué manera se sintiera solo?
-no, en realidad no.-Nathaly fruncí su ceño pero aún así asintió.-te mostrare tu habitación que será por ahora y después hablaremos.
-esta bien.
Subieron las escaleras y caminaron entre los muchos pasillos de la casa, ella fácilmente se perdería, nunca había vivido sola y de solo pensarlo no se sentía segura al estar sola en una casa mucho mas grande que ella. John abrió una puerta y al parecer era una habitación. El cuerpo era completamente blanco con unos cuantos cuadros en las paredes, una grande cama de dos plazas y un velador junto a una lampara a lado de esta. Una habitación sencilla que era clasificada para los huéspedes.

-gracias-agradeció Nathaly dejando la maleta de mano sobre la cama.
-ahora hablaremos.- Nathaly suspiro y asintió.-comencemos, ¿cuantos años tienes?
-17, en unos meses cumpliré 18.
-¿fecha de nacimiento?
- 24 de Mayo del noventa y ocho.
-¿nacionalidad?
-nací en Chicago, aunque mamá dice que tengo raíces latinas.-Nathaly se encogió de hombros.
-si, tu madre es latina.-murmuro John recordando. Conocía a Anabeth desde los principios de su adolescencia y en esos años había conocido hasta el más mínimo detalle de su vida.-¿tienes hermanos?
John noto lo tensa que se puso Nathaly ante su pregunta y se preguntó por qué.
-no, soy hija única.-John nunca había experimentado lo que era ser hijo único, tenía cuatro hermanos y siempre estuvieron en su vida, era difícil imaginar su vida como único hijo.
-¿estudias?
-si, voy a ultimo año...ahora estoy en vacaciones, voy a un instituto privado.-Nathaly ya no se encontraba tensa y eso le alegraba de cierta forma.
-¿como supiste de mi?-su pregunta tomo por sorpresa a Nathaly y en el fondo, ella sabia que el debía saberlo. La mirada de John se veía suplicante y dura a la misma ves, exigiendo respuestas o talves algo mas.
-no de la mejor manera, fue por una discusión...ambas discutimos por mi educación y sin tenerlo planeado, el tema sobre mi padre apareció de la nada y ella perdió el control de su ira, y me lo dijo.-Nathaly sonrió sin separar sus labios tratando de no mostrar incomodidad al recordar dichas discusiones con su madre.

Entonces las sospechas de John eran ciertas. Anabeth no planeaba presentarles. Ese pensamiento lo hizo enojar. ¿Como pudo ocultarlo algo tan importante? ¿Pretendía ocultarlos toda su vida?
-sabias de mi, ¿antes de saber que era tu padre?-Nathaly negó.
-no, me prohibía muchas cosas y uno de ellas era el canal fox o ver el programa de la WWE en cualquier canal que este diera. Ella tenía asignado programas viables para mi al final que el internet... Fue muy estricta al respecto.
-¿siempre hablas así?-ambos fruncieron el ceño confundidos.
-¿hablar como?
-como si hablaras con un adultos o la secretaria, tus palabras siempre son precisas...no es común en una adolescente.-respondió John señalándola. Ella bajo la mirada tímida. No era la primera ves que se lo decían.
-lo ciento, mi vocabulario fue diseñado por mi madre y creo que tome mucho interés en ello al igual que ella.-Nathaly parpadeo al notar que lo volvió hacer.- lo siento.
-no te preocupes, luego trabajaremos en eso.
-¿puedo preguntarte algo?-John asintió.
-¿por qué dejaste a mi mamá?-John se puso tenso y apretó su puño para no lastimar a nadie. No le gustaba pensar en eso y mucho menos quería decir algo incoherente frente a Nathaly. No tenía idea de lo que Anabeth le pudo haber dicho y no quería pensar en ella. Volver al pasado, era volver al sufrimiento.

-hablaremos mañana de esto, es tarde y debes dormir. -La chica asintió. Al parecer no tenía planeado hablar sobre el tema con ella, lo comprendía. Había sido un día de muchas sorpresas como para mas. Ambos estaban agotados y sus rostros eran reflejo de eso.

John salió de la habitación dejándola sola. Necesitaba un tiempo para pensar, para aclarar sus ideas. Había sido un día loco donde el era el protagonista, ¿una hija? Ni el se lo esperaba. Pensó miles de cosas, menos algo así. Después de mucho tiempo sabe de Anabeth y lo primero que sabe es que tiene una hija, una hija de el.

La ultima mas que la vio el tenía sólo veinte años y eso fue meses después de su cumpleaños. Ella había actuado de manera extraña con el durante ese tiempo y días después ella lo deja cuando el empezaba con su carrera de luchador. Nunca entendió el porque, sin embargo ya tenía una idea del porque de su repentina desaparición.

Después de haber tomado una buena ducha de agua fría para relajar sus músculos y los dolores musculares, se puso una bermuda de color gris y se acostó en su grande cama para después dormir. Mañana pensaría con más calma sobre el tema que era Nathaly. No podía ni cuidarse el mismo, ¿como cuidaría de una adolescente?

Mañana tendría que hablar con su representante, aunque eso significara problemas y mas problemas.

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AVISO:
Cambie el nombre del personaje de Alejandra a Nathaly, los motivos lo sabrán al continuar la historia.

Aprendiendo a ser Padre. «John Cena»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora