Aprendiendo a ser Padre. «John Cena»

Capitulo 13: "Nikki y una gran Decepcion"

Espero que les guste.
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A la mañana siguiente todo en la casa estaba movido, todo mundo se movía de un lado a otro y Nathaly solo veía con el cachorro en brazos a John y Fiona ir de un lado a otro. Parecían demasiados inquietos y apurados en algo en especifico y ella no tenía ni idea de que. John tenía su celular en manos y de vez en cuando regresaba su mirada a Nathaly. Fiona caminaba de arriba a abajo arreglando la casa y todos las travesuras que habían echo John y Nathaly e incluso guardo los dibujos que ambos habían echo lo cual ahora se veía como algo absurdo. ¿Que paso por sus cabezas en ese instante?

Nathaly mordió su labio nerviosa y dudo en hablar, prefirió callar al ver como John hablaba por teléfono y recogía las llaves de su auto de la pequeña mesita de la sala.

- claro, en unos minutos...- Nathaly escucho hablar a Cena por teléfono- claro, no te defraudare...- tomo su chaqueta del pórtico y se acercó a Nathaly- no tardaré, cuídate. - corto la llamada y guardo su celular en el bolsillo de su pantalón. - saldré por unos minutos, cuídate y no hagas travesuras. - Nathaly asintió con una pequeña sonrisa.
- ve tranquilo, cuídate - John sonrío y dio un pequeño beso en la frente de Nathaly antes de salir de la mansión deprisa.

Nathaly suspiro y subió a su habitación que aún seguía igual que al principio solo que en ocasión tenía algunos pequeños detalles y otras pero más cómodas sabanas. Según Cena no quería que se esmerara tanto en esa habitación porque le tenía una gran sorpresa que tenía que esperar. Dejo al cachorro aun sin nombre en el suelo y decidió cambiar su pijama por algo más cómodo y presentable.

Fiona empezó hacer el almuerzo especialmente y tal como le gustaba a la persona que llegaría en unos minutos a la mansión de Cena. Todo tenía que estar perfecto e incluso las vajillas y el diseño de la mesa. John era muy selectivo cuando trataba de impresionar y ser caballeroso y justo hoy era un día de esos.

*
El auto de John seguía estacionado frente al gran aeropuerto de la cuidad donde esperaba especialmente a una persona. Ya llevaba varios minutos en el lugar y la simple razón de que los paparazzis se encontraban dentro, le frustraba. No podía ni acercarse. Reviso a travez del espejo retrovisor si alguien se acercaba y con suerte capto el bien formado y escultural cuerpo de su famosa y hermosa novia, Nikki Bella.

Inconscientemente se encontraba sonriendo y eso no era algo nuevo en el al verla. Nikki se acercó al auto siendo aturdida y interrogada por cientos de reporteros y fotógrafos a los cuales no tenía idea de que decir o hacer. Odiaba la situación y lo única persona que le daría explicaciones se encontraba dentro de ese auto.

Apenas Nikki entro al auto, John encendió el motor del auto alejándose del lugar y dejando cientos de reporteros inconformes con la poco información que habían obtenido de parte de Nikki.

Nikki suspiro aliviada y se colocó el cinturón de seguridad para luego acomodar mejor su cabello. Observo por unos minutos a John quien se veía concentrado por donde conducía, seria mejor ahora que nunca.

- ¿Quieres explicarme que pasa? Y espero una buena respuesta - hablo ella con una voz firma y demandante provocando un pequeño ataque de nervios a Cena. ¿Que le diría? Era mejor la verdad y en este caso lo valía.
- sucedieron muchas cosas en cuanto te fuiste de viaje y creo que lo mejor seria hablarlo en casa.
- me parece lo mejor dado a que a lo primero que veo al llegar aquí es...¡Esto! - con fuerza dejo caer una revista sobre el porta-vasos. John desvió su mirada de la carretera y se fijo en el título de la portada de aquella revista. "John Cena; padre del momento"
Si tenía mucho que explicar y aquella revista decía un índice de la larga e entretenida historia que le contaría a su querida novia.
- te lo explicare en casa- regreso su mirada al frente sin antes haber revisado el rostro enojado e intrigado de Nikki - por ahora trata de tranquilizarte.
- esta bien, por ahora busca en tu gran cabeza una muy buena explicación.

*
- ¿por qué tantos arreglos? ¿A quién esperan? - pregunto Nathaly sentada desde un taburete de la cocina mientras veía a Fiona preparar una rara pero deliciosa ensalada.
- ya lo veras, la paciencia es una virtud pequeña.- le recordó Fiona con un ligero guiño.
- lo se, pero ¿todo esto es necesario? - pregunto Nathaly con una pequeña mueca a la cual Fiona sonrío con ternura.
- créeme lo es, ya lo descubrirás en cuando John entre por esa puerta- apunto hacia la puerta de la cocina para luego seguir picando la lechuga para la ensalada.
- y eso seria ¿cuando? - y justo cuando termino de decirlo, escucho el agudo sonido de la puerta principal abrirse. Nathaly sonrío junto con Fiona listas para salir del lugar donde se encontraban y antes de hacer aquello escucharon voces.

- ya estamos en casa, quiero que me lo digas ahora - Nathaly escucho la voz firme y autoritaria de una mujer. Fiona y ella fruncieron el ceño por distintas razones.
- no es mejor momento créeme - sin duda esa era la voz de su padre.
- ¿porque he? ¿Que ocultas?
- nada ¡por el amor de Dios! ¡Tranquilízate!
- ¡¿Que me tranquilice?! ¡Dímelo, ahora!
- ¡¿Quieres saberlo!? - Nikki asintió - ¡bien! - sin esperar mas la arrastro jalada del brazo hasta el pequeño cuarto que era la oficina de John cerrando la puerta detrás de el.

- ¿que pasa, Fiona? - pregunto Nathaly confundida, nerviosa y extrañada por aquella discusión.
- nada querida- Fiona trato de tranquilizarla cosa que ni ella conseguía- ve por el cachorro y después regresas aquí.
- esta bien, regreso pronto - aviso la chica antes de deslizarse de la silla dando un pequeño salto y salir del lugar.

- ¿entonces? - pregunto una impaciente mujer de treinta y un años, de bonito y buen trabajado cuerpo, con ojos color marrones claros y cabello  del mismo color.
- no es fácil explicar ¿si? - John suspiro frustrado y solo esperaba a que ella entendiera y si no lo hacia...no sabría que hacer.- las cosas suelen suceder, tengo una  hija ¿ok?
- esa parte la entiendo y no te critico lo que me realmente me pregunto es ¿quién es la madre?- muy buena pregunta. El lo sabia muy bien, pero ¿quería realmente hablar de ello?
- el nombre de su madre es Anabeth Coleman y nos conocimos mucho antes de que mi carrera comenzará, ambos quisimos cosas diferentes, no funciono, nos separamos y al parecer ella llevo consigo algo muy importante - Nikki le sonrío con ternura y trataba de asimilar la situación, aferrarse a la idea por que ella mas que nadie se encontraba nerviosa.
- ¿por qué no me lo dijiste? ¿Porque no me llamaste? - Nathaly se había acercado a la puerta que por desgracia se encontraba semi abierta y bueno....la curiosidad mato al gato, en este caso, a ella.
- ¡No sabes como fue  para mi! ¡De un momento a otro tenía a una hija a alguien que decía ser mi hija! - Nathaly mordió su labio y al oír la voz tensa de John sabia que se encontraba frustrado con la situación.- ¿comprendes? Yo nunca quise tener una hija...siempre desee un niño, un atleta y saludable niño...no una adolescente con demasiados problemas de salud y cambios drásticos de personalidad, la cosa es que no me siento preparado, no lo pensé y ahora me encuentro en esta situación sin saber que hacer...Nathaly es demasiado complicada y se parece tanto a mi que no se como tratarla aveces - tomo aire y bufo molesto consigo mismo - ¡no se que hacer! nunca lo pedí...nunca quise a Nathaly en mi vida.

Nathaly mordió su labio para no llorar. Las palabras que él había dicho...habían dolido como mil cuchillos clavados en la espalda. Cada palabra solo le había echo sufrir y salir corriendo de aquel lugar en el que ahora se sentía como una extraña que envidia espacio ajeno. Era peor escuchar esas palabras de su propio padre, se sentía humillada y un estorbo en la vida de Cena. Con la poco dignidad que le quedaba se alejó de aquella puerta con el cachorro en brazos.

- ¿a dónde vas, Nathaly? - pregunto Fiona extrañada.
- quiero estar sola.- no lo miro, simplemente salió por la puerta trasera de la casa alejándose de aquel lugar donde nunca  debió  estar.

¡Maldito el momento en que se le ocurrió ese descabellado plan!
Sentirse menospreciada y no querida, no es sentimiento agradable y nada duele mas que las palabras de un padre hacia un hijo.

Nikki negó con una tristeza reflejada en su rostro y se acercó a él abrazándolo, John la recibió con todo placer entre sus brazos, la necesitaba...necesitaba su apoyo y cariño justo ahora que no sabia que hacer.