Depredador y ՏҽժմςԵօɾ [✓ ]

꧞XIV. Nunca envíe nada ꧞

Choi Soobin

Coloqué la palma de mi mano sobre la frente de Karina. Había comprobado su temperatura hace unos instantes por medio de un termómetro y como me imaginé tenía fiebre.

Me senté en el borde de la cama donde ella estaba recostada y casi sin aliento. Su rostro había tomado un color pálido y los ojos los tenía hinchados, ya que no pudo dormir correctamente en estos últimos días.

—Ella quiere volver —abrió sus ojos como platos.

—¿Quién?

—Yoo Jimin —sujetó mi brazo con fuerza, pero luego fue soltándolo.

—¿Qué te dijo esta vez?

—No confía en lo que le dijimos —tosío— sobre ese tal Dimitri.

—Nunca había visto a ese hombre en mi vida —la figura de Jin se arrecostó en el umbral de la puerta.

Y tenía razón. Nunca en nuestras vidas hemos hablado con ese tal Dimitri. Habíamos descubierto que la reencarnación de Karina era una cazadora encubierta en la gran mansión. Buscaba a un vampiro y al chico este, pero terminó encontrando solo a Jin.

—Al fin llegas —dijé aliviado— ¿Conseguiste las medicinas?

—Fue muy complicado que me la dieran sin una receta, pero aquí esta —me extendió el envase con calmantes para el dolor.

—Lo estuve pensando y lo mejor sería que dejaras salir a la Karina de este año —insitó de forma seria mi jefe.

—Nunca pensé que lo dirías —enarqué una ceja asombrado— Pero eso significaría no ver más a tu amiga.

—Lo se, pero ya ella no forma parte de este mundo.

—Sir Jin..yo...siento no poderte seguir ayudando —ella no podía respirar correctamente.

Jin se acercó a ella y yo decidí salir de la habitación para que se despidieran.
Miré mi reloj de muñeca y eran las ocho de la mañana. Cuando iba bajando las escaleras venía con una bandeja en mano ,Jin Si, la sirvienta curiosa.

—Deja que lleve eso —le quité la bandeja de las manos.

—Siento, lo de el otro día. No quería ser tan metida en donde no me llaman —ella miraba al suelo y jugaba con sus nudillos.

—Tranquila, no pasa nada.

Pero si pasaba. Jin Si no sabía que nos había dado el paradero de Miyeon, la exprometida de el señor Kim.

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Kim Jisoo

Comencé a leer el webtoon de Miyeon con mucho detenimiento. No se como no me di cuenta antes. Sir Jin era como la señora Cho le decía al señor Kim. Además todo encaja, la prometida de el vampiro lo abandonó, tal y como contó Yoo Jimin en el mensaje.

Eso significa que mi hermana Miyeon es la viva imagen de esa mujer y Jin espera vengarse de ella si la llegara a encontrar algún día. No puedo permitirlo, debo proteger a Miyeon.

El llamado de la puerta me impulsó a abrirla, encontrándome con ¿Yoo Jimin?. Estaba con un color muy diferente al de ella y su pelo estaba alborotado.

—Jisoo, ¿eres tú verdad? Dime....dime, tú eres esa Jisoo —me cogió los hombros y luego me apretó a su pecho.

—¿Jimin? —pregunté algo perdida.

La deje pasar a mi dormitorio, donde le permití que se diera un baño y le brinde algo de comer. Ella comía como si nunca lo hubiese hecho.

—Tenía miedo de que no fueras tú —afirmó con la boca llena de comida— Esto esta delicioso.

Yoo Jimin me estaba contando como Soobin y Jin la habían secuestrado para traer de vuelta a una tal Karina mediante la imnosis.

—Pensaba que él me intentaba secuestrar por descubrir que era un vampiro, no porque era la reencarnación de su mejor amiga hace tantos años atrás.

—Todavía no me lo creo, ¿y esa carta que le enviaste a Soojin? ¿Cómo la enviaste?

—Nunca envié nada. ¿Qué ponía? —se llevó un poco de ramen a la boca.

Saqué mi celular de la gaveta de al lado de la cámara y le mostré la foto de la carta que me había mandado Soojin.

—¿Fuiste tú? —reiteré la pregunta.

—No, aunque lo de Dimitri parece ser cierto. Traté de preguntar por él mediante Karina, pero no lo conocía. Me pareció bastante raro e insistí mucho, pero no sabe quien es.

—Me lo imaginé, Jin no parece ser un mal tipo, pero —me crucé de brazos— Quiere vengarse de su exprometida.

—Y ¿qué hay con eso? No es como si ya la hubiera encontrado. ¿Tienes servilletas?

Le entregué un papel suave y triangular que tenía encima del refrigerador.

—Es mi hermana, la mujer desaparecida.

La chica de pelo liso dejó caer la servilleta de la impresión. Ella tampoco se lo podía creer.

—¿Cómo lo sabes?

—Tiene cuadros con su cara en su dormitorio.

—¡No jodas!. ¿Esa es tu hermana? —estaba impactada— ¿Él lo sabe?

—No lo creo.

—Sabes lo mejor que puedes hacer es irte con tu hermana y tu madre muy lejos de Corea, donde ese vampiro no las encuentre. Tarde o temprano y más si sigues aquí podría descubrir algo.

Lo estaba pensando, pero algo atado con Jin había hecho desaparecer a Dimitri. Si no fuera por no recordar con claridad lo que pasó ese día, ahora supiera donde esta o con quien se fue.

—Te preocupa Dimitri, ¿Verdad? Por eso aún no te has ido.

—Si.

Me detuve en mirar el suelo. Tenía algo raro. Me acerqué más a él para observar con mas claridad.

—¿Qué pasa? —ella no entendía.

—El suelo tiene la misma forma del dije de mi collar.

Traté de sostenerlo, pero ya no estaba en mi pecho. Recordé como Jin se había fijado en él antes, espera.

—No puede ser.

—¿Qué pasa? —reiteró Jimin— ¿De qué collar hablas?

—Mi collar ha desaparecido y ahora me doy cuenta.

—Disculpa, pero eso es solo un accesorio.

—¿No es un accesorio cualquiera?¡Qué más da eso ahora!

Sacaba de mi armario toda mi ropa para empacar.

—Creo que Jin sospecha algo.

—¿Por un collar?

—No es cualquier collar. Es el mismo que Jin le regalo a la anterior Miyeon. Son dos, mi hermana y yo los tenemos, pero yo acabo de perder el mío y no tengo idea como.

—Mmmm... al fin dices la verdad. Te he estado tomando el pelo. ¿Creíste que Jin me dejaría escapar tan fácilmente? Yoo Jimin sigue dormida.