꧞XII. Tal vez un vampiro si ꧞

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Kim Miyeon

Miraba a mis fans atentamente. Estábamos sentados en el suelo formando un círculo.

Había decidido hacer un divertido encuentro entre ellos y yo para intercambiar ideas. Ya no había tenido más sueños y no estaba muy inspirada, así que les propuse ayudarme y aceptaron.

—¿Podría Sir Jin aparecer en la boda de la señorita Cho?

La chica pelirubia tenía buenas ideas, así que las fui apuntando en mi cuaderno.

—Chicos, voy al baño, sigan pensando y no olviden escribirlo —les recordé.

La luz del baño parpadeaba y el color que brindaba era amarillo chillón, parece ser que la lámpara era muy antigua.

Mientras lavaba mis manos, miré el espejo para arreglarme mi cerquillo y ví la figura de un hombre justo detrás de mí.

No era un chico cualquiera. Daba miedo y más porque el color de su piel era demasiado blanco.

Cerré varias veces mis ojos y desapareció. Cuando volví con los chicos ellos ya tenían suficientes ideas así que di por terminada la reunión.

Caminaba por el estacionamiento mientras metía mis manos dentro de los bolsillos de mi abrigo color carmesí, el invierno estaba tocando la puerta.

Las luces de un auto negro se encendieron en el momento que pasé frente a él y de un momento a otro venía hacia mí para arrollarme, pero que le pasaba a ese conductor.

Por suerte, uno de los fans de la serie me rescató de un posible accidente.

—¿Si quiere le acompaño a su casa?

Él insistió, pero preferí irme sola.

Donde antes estaba el carro había algo que brillaba, me acerqué para ver y era una rosa. Igualita a las que me estaban enviando en anonimato.

Sentí un escalofrío recorrer por todo mi cuerpo cuando la recogí del suelo. Esta vez  la postal habían sido reemplazada por un anillo introducido en el tallo.

No se veía muy barato, pero si antiguo. Cada vez más me insitaba este admirador secreto, pero habría sido él quien intentó matarme.

—Disculpe, señorita, siento mucho si la he lastimado —alguien tocó mi hombro.

Era un chico alto, de hombros anchos y con un cerquillo callendole sobre los ojos.

—No se preocupe, fue un accidente de seguro.

—Si, soy un tonto, por cierto, ¡bonito anillo! ¿Se va a casar?

—No, lo encontré ahí tirado con esta rosa.

—Muy bonita. Me llamo Kim Seok Jin —me extendió su mano.

—Creo que te he visto antes. ¿Nos conocemos?

Sentía conocerlo de algún lado.

—No lo creo , es la primera vez que la veo —ríe como si hubiera dicho un chiste.

—Yo soy Kim Miyeon.

Cuando sostuve su mano sentí un dolor muy profundo, una tristeza que solo sentía cuando tenía esos sueños tan raros.

—¿Estás bien? —retrocedí.

—Solo estoy un poco mareada.

—¿Quieres beber un cáfe? Hay una cafetería por aquí cerca.

Depredador y ՏҽժմςԵօɾ  [✓ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora