Exchange Student • L.S

Capitulo: 10.

—¡Tomlinson! Qué bueno ver que decidiste volver al esqui, hombre. Cuéntame, ¿cómo has estado?

No podía ser posible.

No podía ser...

—Jason...

—Claro que sí, tú ya lo sabes. —Confirmó el chico, con demasiada seguridad en sí mismo. — ¿Cómo está Johannah? ¿ella vino contigo?—Inquirió, con un tono que realmente lo hizo parecer estar interesado en saber sobre el estado de la madre de Louis. —Lou, te estoy hablando, amor. No seas mal educado y respóndeme, cariño.

—No te importa.

—¿A qué te refieres? Oh, ¿hablas de tu madre? Claro que me importa, es excelente mujer y mi s...

—No se te ocurra terminar esa oración, Jason.

Harry cerró los ojos e inspiró lentamente por la nariz, aún de espaldas al chico, del cuál no tenía la más mínima idea de quién podrá ser o por qué hizo que Louis se pusiera tan tenso con sus amistosas palabras si, honestamente, sonaba interesado y le hablaba con mucha confianza a su acompañante, con tranquilidad.

Encima, muy aparte, había un deje en su voz que le sonaba familiar, pero era imposible. Harry no tenía amigos... ni conocidos.

Por lo que le resultaba raro tener el presentimiento de que él conocía esa voz.

¿Quién es ese?

— Oh... ya veo; estás... —la sonrisa del chico se amplió y pasó su mirada por la espalda de Harry, hasta llevarla al rostro de Louis para hablarle a él luego de haber examinado sus facciones. —Él es nuevo... Tu nuevo novio. —concluyó. —Discúlpame, no lo sabía. Déjame presentarme, —carraspeó cubriendo su boca. Miró la espalda de Harry y se presentó. —Hola, soy Jason Álvarez, mucho gusto...

Pero su intento fue en vano, pues resultó ser como si le estuviera hablando a una pared. Una musculosa, tensa y enojada pared con las cejas fruncidas y la mandíbula apretada.

Frunció aún más su entrecejo, tanto como pudo, y  en cuanto la curiosidad picó en él, se atrevió a dar media vuelta para observar al chico desconocido que hablaba antes con Louis y ahora se presentaba ante él.

Lo miró fijo.

Aún con la mano tendida al rizado, sus ojos se ampliaron cuando sus ojos conectaron con aquellos verdes esmeraldas que jamás creyó volver a ver.

Joder.

Después de tanto tiempo...

Miró a Harry y después a Louis, luego volvió a posar su mirada en el de rizos:—Oh, santa madre de Dios, esto es... increíble.

Entonces, el asombro en su mirada se convirtió en gracia y ahora lo veía fijamente con una sonrisa curbándose en el lado izquierdo de su boca, con burla.

—Harry Styles. —afirmó, seguro de lo que pronunciaba.

El británico en ningún momento le recibió la mano o hizo afán por hacerlo, tampoco se atrevió a asentir ante su innecesario y no pedido dato.

¿Era posible irse, arrastrar a Louis con él y, de algún modo, pretender que nada de lo que estaba sucediendo, sucedía?

Jason volvió a tomar la palabra:— No sabía que te encontraríamos en Nueva York... ¿Acaso huiste de Londres?