6.- Pequeños momentos.

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Era la mañana del miércoles 9 de abril de 1980, Frank se preparaba para ir a la universidad junto a su profesor ya que el había decidido llevarlo y así continuar las clases allí por que con el trabajo no le quedaría mucho tiempo para enseñarle, él no quería descuidarlo. Era el cumpleaños numero 41 del profesor y Frank le tenía preparada una sencilla pero grata y linda sorpresa.

Gerard se encontraba en casa terminando de prepararse para ir al trabajo mientras esperaba a Frank ya que ambos solían irse juntos, Lindsey preparaba a la pequeña Bandit para llevarla a la escuela que estaba camino a su lugar de trabajo, ella había preparado un desayuno especial de cumpleaños para su esposo muy temprano lo cual él le agradeció llenándola de cariño, ellos tenían una muy buena relación.

Gerard acomodaba su corbata frente al espejo de la sala cuando escuchó a alguien llamar en la puerta e inmediatamente una sonrisa se dibujó en su rostro, ese debía ser Frank.

—Buenos días, he venido por el cumpleañero.— dijo al ver al profesor abrir la puerta.

—El ahora no se encuentra, regrese mas tarde.— respondió Gerard con una sonrisa.

Frank cruzó la puerta y cerrándola observó rápidamente por los pasillos y al no ver a nadie cerca se acercó a su profesor y tomando su rostro con ambas manos lo besó, lo besó lentamente y con delicadeza mientras hacía pequeñas pausas para mirarle de cerca y sonreír, este lo tomó por la cintura para acercarle mas a su cuerpo y acariciarle un poco mientras devolvía las sonrisas, siempre era grato verlo y recibir su primer beso de las mañanas, cuando no lo tenían era un infierno para ellos, sin duda tenían que encontrarse al menos una vez en el día.

Pudieron escuchar los pasos de alguien que bajaba las escaleras acercarse lo cual fue señal para finalizar aquel cálido beso francés de buenos días.

—Feliz cumpleaños, Gee.— susurró Frank con una sonrisa al liberar los labios de su amado profesor, este le miró a los ojos y regalándole una sonrisa agradeció su felicitación separándose de él.

—Frank, Buenos días.  ¿Cómo estás hoy?— saludó Lindsey al notar que había llegado.

—Buenos días, bien. usted se ve muy bien hoy Sra Lindsey.—halagó observándola.

—Muchas gracias, Frank. Tu también te vez muy bien.— respondió.

—Bien. ¿ya están listas para salir?— preguntó Gerard observando a su esposa e hija.

—¡Súper listas, papi!— exclamó Bandit cruzando la puerta principal y corriendo hacia el auto.

—Ya la oíste.— asintió Lindsey.

—Bien, entonces vamos.— le regaló una sonrisa.

Saliendo de la casa Gerard se despidió de su esposa con un beso en los labios y de su hija con un gran abrazo para subir a su auto en el cual ya Frank le esperaba como era lo habitual hacia algunos días atrás, llegando a la universidad ambos se dirigieron al salón de clases.

*

—Bien, eso es todo por ahora, dejen sus pruebas sobre mi escritorio y no olviden hacer sus reportes. nos vemos el viernes.— se despidió Gerard de su clase luego de haberla terminado, el único que debía quedarse debía ser Frank quien le acompañaba en todas sus clases como su pupilo.

Gerard observaba las pruebas que los alumnos dejaban sobre su escritorio, tras el aula quedar casi vacía pudo ver a Frank platicar con algunas chicas de la clase, el estaba sentado sobre una de las mesas y les sonreía tanto como ellas a él. Parecía ese típico chico nuevo y guapo al que todas quieren conocer con quién quieren salir.

1979 || Frerard Donde viven las historias. Descúbrelo ahora