Mientras Gou trata de luchar contra sus miedos, uno nuevo llega y es su enamoramiento hacia Satoshi
¿Podrá superar sus problemas junto con Satoshi? O
¿Tomará otra decisión?
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Satoshi junto a Rin se habían quedado perplejos a tal escena
—E-esto no es lo que parece —Gou se levanto y trato de que Satoshi no malinterpretara lo visto.
—Vamos —tomo la mano del contrarío sacándolo fuera del salón de forma calmada.
—Satoshi, e-espera —agarroo su maletín con su mano libre y se fue del lugar, preocupado de lo que pudiera pasar.
Ahora solo Rin y Tokio se encontraban en el salón, Tokio con su rostro cabizbajo, Rin no tenía idea del porque le dolía lo visto, aparto su mirada a la ventana, la lluvia se había hecho más fuerte a tal punto de hacer soñar las ventanas.
—Tokio, tenemos que irnos... —dijo reponiéndose acercándose al contrario.
—Hice una estupidez —rio de forma avergonzada —la verdad pensé que cambiaría algo si lo besaba...
—¿Cómo qué? —pregunto de forma temblosa, no sabía el por qué, pero lo hacia.
—Pensé que... —hizo una leve pausa, al ver con quien estaba hablando —bueno no importa, vamos tenemos que irnos ¿no? —dijo levantándose, cogiendo su maleta y dirigiéndose a la salida.
Rin hizo lo mismo, aunque se quedo en duda de lo que iba a decir, pero algo es seguro.
No quería saber la repuesta.
Tenía miedo, y no sabía el por qué.
Ambos salieron del lugar, pero Tokio no llevaba paraguas, lo que los llevo a compartir el paraguas de Rin, hasta que Tokio llegase a casa, después de todo, era la más cercana.
—Mañana me disculpare con ellos.
—¿Eh?
—Es su novio ¿no es así? —pregunto Tokio.
—Si... Intente detenerlo, incluso te llamé.
—Perdón —hizo una pausa, sentia algo punzante en el pecho —no debiste tomar tanto riesgos por mi, ahora, he terminado conmigo, te toca a ti.
—¿Qué quieres decir?
—Conquista a Koharu, Rin, de seguro puedes lograrlo, Te ayudaré en eso si me lo pides —sonrió.
Pero esa sonrisa, solo dolía para el contrario, sin embargo no lo quería mostrar.
—Gracias, pero creo que eso es lo que tengo que hacer solo –dijo Rin de forma calmada, aunque su cabeza ahora mismo quería decir palabras contrarias, le dolía —intentaré, supongo.
