WAR OF HEART| bughead

08/ WHITE DRESS

WAR OF HEARTS

La rubia acomoda su cabello por quinta vez con un puchero no muy contenta de su aspecto mientras la puerta es abierta dejándo ver a la castaña de ojos claros.

-¡Saliste de tu habitación!.- chilla Jellybean con una sonrisa al ver a su mejor amiga frente a ella la cual borro la sonrisa de su rostro al verla.

- El rasguño del gato ya se borró.- miente un poco decepcionada por el hecho del que el pelinegro no fue el que abrió la puerta, tal vez no estaba en casa.

- Le pedí a Jug que fuera a sacarte de tu cueva y lo logro en menos de un día.- dice la menor de los Jones mientras se hace un lado para que la rubia pueda entrar a la casa mirando por todos lados.

-¿No está aquí?.- pregunta con un poco de esperanza en su tono pero la chica solamente niega logrando hacerla suspirar con decepción.

- Está en su nueva casa. - responde con normalidad ya que según ella la menor de los Cooper había logrando superar a su hermano mayor después de años.

Betty baja la mirada con nervios. El día que Jughead fue a su casa y se besaron por primera vez él se fue cuando su madre llegó a interrumpir todo.

Ella lo había llamado en la mañana pero él no contesto así que decidió ir a la casa de los Jones para poder hablar con él.

-Quería hablar con él.- admite la rubia pensando que tal vez el morocho si la este evitando después de todo lo que pasó entre ellos el día anterior.

- Dijiste que ya lo superaste.- le recuerda Jellybean cruzandose de brazos mientras levanta una ceja mirando a la chica de ojos verdes.

-¿Yo dije eso?.- pregunta fingiendo sorpresa mientras mira para todos lados como si estuviera recordando.

-Mejor ven a cenar conmigo y Sweet Pea.- dice la castaña la cual agarra el brazo de la rubia para empezar a caminar hacia el segundo piso con emoción.

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Betty realmente no recuerda como termino en un restaurante con la pareja que tiene una interesante conversación mientras ella juega con el espagueti.

-Y luego él dijo; recuerda que te amo, y se lo llevaron los jinetes.- sigue diciendo la castaña de ojos claros a su novio haciendo que la rubia niegue.

Solo hacia eso por su mejor amiga pues sabía que no la dejaban salir a lugares muy lejos con su pareja, así que ella siempre salía con ellos.

- Voy a ir al tocador.- dice mientras se levanta de su asiento al ver como no le ponían ni la más mínima atención para empezar a caminar a los baños.

La menor cierra los ojos y suelta un quejido al chocar con la camarera la cual deja caer el plato lleno de comida en su perfecto vestido blanco.

-¡Oh por Dios! No sabe cuanto lo lamento.- dice la mujer un poco mayor con nervios avergonzada mientras mira el vestido de la rubia todo manchado.

-Está bien. Está bien.- repite para salir casi corriendo del restaurante pero suelta otro quejido al ver cómo estaba lloviendo demasiado fuerte.

La chica de cabello dorado solamente se encoge de hombros y empieza a caminar debajo de la lluvia sintiendo su maquillaje correrse y el frío viento golpearla.

Las calles estaban un poco solitarias pero aún así podía ver a personas caminar con sus paraguas o a niños jugando.

-¡Mierda!.- grita enojada al sentír como uno de sus tacones se rompe haciéndola caer de rodillas en el pavimento de la calle lastimando sus piernas.