La rubia sollozaba levemente en el hombro del morocho el cual sigue limpiando sus heridas haciendo una mueca cada que la escucha quejarse.
-Me duele. -murmura la menor con la voz quebrada mientras se muerde el labio intentando no romper en llanto nuevamente, pero le era difícil.
-Ya casi termino, cariño. - dice dándole una pequeña sonrisa antes de dejar un beso en su mejilla húmeda por todas las lágrimas.
Betty asiente con la mirada perdida, con su mente pasando una y otra vez el horrible momento que vivió hace pocas horas, dejando una marca.
- Tenemos que ir a poner una demanda, tienes que ir y hablar con tu madre. - le repite el morocho mientras termina de intentar curar las heridas marcadas en toda su piel.
-No quiero, no puedo hacerlo, él es mi padre. - dice en un tono bajo y quebrado antes de volver a sollozar sintiendo como se quebraba nuevamente en sus brazos.
Su llanto aumenta mientras cierra los ojos y abraza aún más al pelinegro el cual deja un beso en su cabeza escuchando quejidos y lamentos salir de sus labios con dolor.
-¿Por qué me lastimo?. Es mi papá, él no debería de golpearme o hacerme sentir miserable, él no debería de lastimarme. - dice la rubia entre sollozos mientras esconde su cara en el hueco del cuello del chico.
Jughead se queda en silenció mientras la abraza y escucha llorar, pero no sabía que decir para hacerla sentir mejor o solo demostrar su apoyo.
Él no era bueno como un apoyo emocional, o con las palabras aún siendo escritor se le dificultaba demasiado.
-Te golpeó, él te lastimo y puedes que sea tu padre, que él haya puesto los espermatozoides, pero no por eso vas a dejar que te lastime y te maltrate.- dice agarrando el rostro de la menor entre sus manos para limpiar las lágrimas que caen por sus mejillas.
-Yo solo quería que estuviera conmigo, que me cuidará, que fuera un buen padre, que cambiará pero nunca lo hizo. - admite mirando fijamente los ojos verdes azulados del hombre que limpia sus lágrimas.
-Las personas cambian por la gente que aman, pero algunas personas son y siempre serán malas. - le dice mientras quita el cabello rubio de la menor que cae por todo su rostro.
Betty se queda en silencio mientras fijamente al chico que la sostiene entre sus brazos evitando que se derrumbe en el suelo.
Mientras él solo pensaba en como un Ángel como ella podía estar tan mal, como podía estar tan rota para estar tan joven y como no lo demostraba, ella siempre estaba tan feliz.
-Sabe de lo muestro. - suelta de la nada logrando que el chico de ojos azules se tense por completo y aleje unos pocos centímetros de ella.
- ¿Se lo dijiste?. - pregunta un poco sorprendido pero más que nada con nervios logrando que la menor niegue asustada y se acerque a él.
-Yo no se lo dije a nadie. Llego a mi casa y me dijo que lo sabía y que eras mayor, después comenzó a golpearme e insultarme.- explica sintiendo miedo nuevamente al verlo tan preocupado y nervioso.
- Tu padre me odia desde hace años. - admite Jughead mordiendo su labio haciendo que la menor asienta ya que recuerda cuando era niña y el morocho le sacaba la vuelta a Hal.
-Lo sé. Él se entero y estaba muy molesto, y me da miedo porque... - dice pero decide no seguir con sus palabras y solamente mira al chico.
-Puede demandarme y yo terminaría en la cárcel ya que aún eres menor de edad. - dice haciendo que la rubia asienta mientras un puchero se forma en sus labios y su cuerpo empieza a temblar nuevamente.
-Lo lamento, todo es mi culpa. Yo te insistía para salir y te acosaba desde que era una niña, todo es mi culpa.- dice hipeando mientras pone sus manos en el rostro del mayor.
-No lo es. Debes de dejar de culparte por todo . - dice mientras acaricia su mejilla intentando calmarla al notar como sus ojos volvían a cristalizarse.
-Lo lamento. - murmura mientras muerde su labio y limpia la lagrima que quieres caer por su sonrojada mejilla como todas las demás.
-Tu padre me odia desde hace como diez años, yo era un tonto adolescente hormonal que no pensaba bien las cosas. - intenta explicar mientras siente su cuerpo tensarse rápidamente de nuevo.
-¿Qué sucedió?.- pregunta Betty al reconocer el tono de voz del chico y su expresión llena de nervios. Lo conocía demasiado bien.
-Yo tuve una pequeña aventura con tu mamá.- suelta logrando que la menor se aleje de él de golpe sin poder creer las palabras que acababa de escuchar.
Betty solamente se queda mirando fijamente al chico no queriendo entender sus palabras, sonaba tan irreal y asqueroso para ella.
Alice y Gladys eran mejores amigas desde que los Jones se mudaron y solamente una vez miró a su madre hablar con Jughead el cual es casi veinticinco años más joven que ella.
-Tus padres se habían separado hace poco y yo tenía diecisiete años, era tonto y hormonal y de una manera me atraía Alice. - intenta explicar al ver la cara de la rubia la cual dejaba notar su clara sorpresa y asco.
-¡Tuviste sexo con mi mamá!. - grita olvidándose por completo de el dolor que siente o las horribles ganas de llorar que tiene en la garganta.
- Fue hace como nueve años, y tu eras una bebé, no me puedes culpar . - se defiende tartamudeando y con la cara levemente sonrojada al contar uno de sus peores secretos.
-No se como quieres que me lo tome, literalmente me acabas de decir que mi padre te odia porque te metías con mi mamá cuando yo era una niña. - dice la chica de ojos verdes antes de escuchar como la puerta es fuertemente golpeada.
Los dos llevan su mirada hacia la puerta principal la cual sigue siendo fuertemente golpeada logrando asustar a la menor.
-No vayas. - dice Betty con miedo agarrandolo del brazo al ver como el morocho camina hacia la puerta decidido a ver quien es.
-¡Elizabeth!. - se escucha el grito de Hal Cooper al otro lado de la puerta logrando que Jughead abra para poder ver al padre de su chica.
Ahora todo era un desastre.
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