Capítulo 24

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Suki:

— ¡Feliz cumpleaños Kyo! —Gritamos despertando a nuestro hermanito.

— ¡Estás tan grande corazón! —Me tiré a su cama y lo abrace con nostalgia.

— Me avergüenzas Suki. —rió Haru para imitar mi acción a lo que la recién nombrado solo negó con la cabeza.

— ¡Tengo 11 años! —Kyo se levantó de un salto con nuestros abrazos.

— Adivina hermanito

— Hoy como regalo pasarás un día entero con nosotros —sonreimos.

— Pero si estoy todos los días con ustedes...

— ¡Iremos a la exposición de dinosaurios en el museo! —exclamó Haru alzando los brazos.

Kyo cambio drásticamente de expresión y nos volvió a abrazar gritando un fuerte "gracias". Rato después llegaron nuestros padres a saludarlo.

Es el menor y por supuesto es el consentido.

— Date una ducha y te vistes para irnos —le acaricie la cabeza y el asintió emocionado saliendo del cuarto con mamá.

— tu tambien podrías darte un baño Haru. —papá se tapó las narices.

— ¡Pero si me bañé hace una hora! —se defendió.

— Pues no se nota hijo. Así cuando saldrás con una chica —rió para salir del cuarto también.

Note como Haru no dijo nada al respecto y solo bajo la mirada.

— Yo... Iré a ver el desayuno... Te espero abajo —su voz se notaba decaída.

— Haru.

— ¿Si?

— Te quiero —sonreí.

— Yo también hermanita —me devolvió la sonrisa y se marchó.

Nuestros padres, gracias a Dios, nunca les ha molestado las relación chico pro chico o chica por chica. Pero sé que aún así, es difícil para Haru por qué el recién lo está asimilando y se que tiene miedo de decepcionar a nuestros padres.

Bueno, pensaremos en eso mañana, hoy será un gran día de hermanos sin nadie que nos interrumpa, solo nosotros tres.

🏐 ××× 🏐

— ¿Que haces tú aquí? —pregunte sorprendida cuando abrí la puerta de la casa.

— ¡Sorpresa! —exclamó con los brazos extendidos—. Vine de visita —sonrió.

— ¡Yo conozco esa voz! —el gritó de Haru se hizo presente y se escuchó como corría hacia la entrada.

— ¡Haru!

— ¡Kuroo!

Mi hermano imitó la acción de Kuroo al extender los brazos y ambos formaron un abrazo.

Esto no puede ser.

Kyo apareció momentos después y no se cómo, los cuatro ya estábamos en camino hacia el museo.

Al parecer, Kuroo vino de visita el fin de semana y hablo con nuestros padres para quedarse en casa estos días.

No se qué más sorprende, al verlo aquí o que tenga contacto con mis padres.

— Oe enana ¿Como vas con tu novio? —dijo Kuroo detrás de mí.

— Tsukishima no es mi novio, risa de hiena. —Contraataque.

Sonríe | Tsukishima Kei | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora