Sonríe | Tsukishima Kei |

Capítulo 5

Narrador:

El entrenamiento había acabado para los chicos de Karasuno y ya era momento de volver a sus casas para poder descansar.

Suki llegó sin problema a su hogar, contándoles a su familia sobre el viaje a Tokyo que se iba a realizar en dos días más.

— Como extraño ir a Tokyo —Comentó su madre de forma nostálgica—, si tienes la posibilidad, podrías ir a ver a tus abuelos

— Lo estaba pensando, pero primero tengo que hablar con el profesor —La chica de cabello castaño le sonrió dulcemente—, hace mucho que no los veo

— ¿Está bien que viaje sola a una ciudad tan grande? —Su hermano no estaba muy contento con el viaje que iba a realizar su hermana.

— No iré sola, iré con el equipo.

— Eso es peor —El castaño soltó un pequeño gruñido y cruzándose de brazos.

— Apoyo a Haru-nii —Kyo imitó a su hermano.

Los padres de estos tres chicos solo rieron, ya estaban acostumbrados a la actitud sobreprotectora de su hermano mayor y, al parecer, el pequeño Kyo no se quedaba atrás yendo por el mismo camino.

Después de unas charlas y cenar en familia, se hizo tarde y todos se fueron a sus cuartos a dormir.

A la mañana siguiente los hermanos Mazaki se encontraban camino a la escuela como es de costumbre.

— Haru, ¿Sigues hablando con Kuroo? —Preguntó Suki con curiosidad.

— Si, hablo casi todos los días con él ¿Por qué?

— ¿Donde estudia?

— Nekoma. —Haru no entendía muy bien por las preguntas repentinas por parte de Suki pero no se molestó en contestarlas.

— ¡Lo sabía! —Exclamó la chica—, el equipo entrenará con el club de Nekoma. Pero no estaba muy segura de que Kuroo estudiaba allí.

— ¿Van a estar con el club? Kuroo juega en el equipo de la escuela —Haru miró con ojos iluminados a su hermana—, ¿Puedo ir?

— No. No eres parte del club Haru y no creo que lo seas, eres malísimo para los deportes —Se burló.

— Eres cruel...

— Solo soy tu hermana, es mi deber —Le sonrió.

🏐 ×××🏐

El equipo Karasuno ya se encontraba entrenando remates en esta ocasión, con una castaña caminando de un lado a otro tomando fotografías de los chicos con una sonrisa en su rostro.

— ¿Ellos no se cansan de entrenar? —Preguntó Suki mirando como Hinata y Kageyama.

— ¿Cansancio? No creo que ellos sepan el significado de esa palabra —Rió el entrenador Ukai mirando a ese par—, ¡Tsukishima con más entusiasmo! —Hizo sonar el silbato con enojo.

— Si... —Dijo el rubio sin mucho interés.

El entrenamiento siguió hasta que la luna se empezó a asomar en el cielo, se hizo tarde y todos comenzaron a ordenar.

Salvo por dos chicos de primer año que seguían entrenando.

— ¡Ya paren y recojan los balones! —Les grito su capitán con un aura aterradora rodeando todo su cuerpo.