Sonríe | Tsukishima Kei |

Capítulo 16

Narrador:

Recién estaba cayendo la tarde en la ciudad y el cielo se estaba volviendo de un color rojizo.

La familia Mazaki estaba disuelta por la casa, los padres veían películas con el menor, Haru se encontraba aún en su habitación y Suki estaba traspasando unos apuntes que le dió su amiga por mensaje.

— Esto es mucho... —Resopló—. Seguiré mañana —Cerro su cuaderno y se levantó de su escritorio en dirección a su cama.

Su bolso yacía ahí y aún estaba con ropa, dió un suspiro y empezó a sacarla para poder ordenar su closet.

Dió una media sonrisa.

— Aún tengo su chaqueta —Tomo la chaqueta de Tsukishima con ambas manos y la doblo para ponerla a un costado—, termino de ordenar y se la iré a dejar.

— ¿Hablas sola? —Su hermano se hizo presente en la habitación.

— A veces si —Le sonrió sin voltearlo a ver.

— Escuché algo de ir a dejar una chaqueta

— Es de un amigo, me la prestó y no se la devolví —Dijo aún doblando ropa.

Haru alzó una ceja con una sonrisa divertida en su rostro.

— ¿Es de ese tal Tsukishima? —Preguntó.

Suki asintió.

— "Solo amigos" —Citó la frase dicha por su hermana anteriormente con ironía.

— No empieces Haru —Le tiró una prenda de ropa a su cara causando un quejido por parte del mayor.

Haru solo sonrió y no dijo nada más.

En otro lado, un tanto alejado de la casa de la familia Mazaki, un rubio alto de lentes ya se había instalado en su casa.

Quien lo recibió su madre y hermano mayor, preguntándole como le fue y como lo había pasado.

No recibieron mucho detalle del viaje.

— Kei, iré a comprar. Ayuda a Akiteru con la mesa para la cena —Su madre se asomo por la puerta de la habitación del rubio.

El se encontraba sentado en su escritorio, con los auriculares puestos y leyendo un libro.

La madre negó con la cabeza al no recibir respuesta y no le siguió insistiendo.

Kei dió una media sonrisa y se sacó los auriculares para poder escuchar si su madre había salido o aún no, y efectivamente, ya se había ido.

Dejo el libro en su escritorio y bajo las escaleras para ir directo a la nevera.

— Pero qué... —Tsukishima tenía una mirada de desconcertado al entrar a la cocina.

Su hermano mayor estaba sentado comiendo un trozo de pastel y al notar la presencia del más alto se detuvo y le quedo mirando.

— ¿Qué haces?

Tragó.

— No comiendo tu pastel, eso no —Le sonrió y recibió una mirada de odio—. Lo siento Kei, al abrir la nevera lo encontré y decía "cómeme"

Tsukishima suspiró.

— ¡Pero te deje la mitad! —Tomo el plato con la mitad del trozo de pastel y se lo estrecho a su hermano.

— Eres un caso Akiteru.

— Aún que tengo una pregunta, tú no eres de comprar pasteles —Al ver qué su hermano no recibió el plato, lo dejo en la mesa—. Supongo que te lo regalo Tadashi ¿No?