✿ Especial de Navidad ✿

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Narrador:

La navidad se acercaba muy rápidamente y la familia Tsukishima se estaba preparando para eso.

Akira y Yoshi eran los más entusiasmados con esta fecha.

Ahora, estaban reunidos en la sala decorando el árbol de navidad y esperando a sus invitados.

— ¡Aki-nee! Mira, he encontrado esto en una de las cajas —el pequeño Yoshi, a punto de cumplir sus once años, saco una foto instantánea de una caja.

— ¿Esos son papá y mamá, con nuestros tíos, usando suéters horrendos? Que divertido—se burló la mayor.

Tenía la misma sonrisa burlona de su padre.

— ¿Papá accedió a eso? Me sorprende —se burló el menor.

— tu padre —apuntó—, es un amargado —se burló Kyo.

— Cállate enano. —gruñó Kei.

— Ya no soy un niño pequeño Kei, soy casi de tu misma estatura.

— Sigues siendo un enano, enano —sonrió burlesco.

— ¡Aquí llegó su tío favorito! —el gritó de Haru se hizo presente en la casa.

— ¿Como entraste? —preguntó su hermana, con sorpresa.

— Tengo una llave —sonrió.

Kei y Suki miraron la escena incrédulos.

— ¡Llego por quién lloraban! —Kuroo se hizo presente también.

— Por favor, que vergüenza dan —una niña, de no más de doce años, se quejó.

— A ver niña, soy tu padre. No debes de avergonzarte de mi —le reclamó Haru.

— Haru es tu padre, así que si debes de avergonzarte de el —habló Kei, causando una risa por parte de Kyo y ambos chocaron los cinco.

— Los detesto, a los dos —gruñó.

— ¡Mae! —exclamó Akira al ver llegar a su prima.

— ¡Aki! —sonrió la recién nombrada—, ¿Vamos a practicar? Necesito mejorar mis pases

— ¡Por supuesto! Yo necesito practicar mis recepciones

Ambas primas estuvieron a punto de salir al patio cuando Suki se les interpuso en la puerta.

— Hola mami —rió nerviosa.

— Hola bebé —dio una media sonrisa—, vuelvan a la sala y compartan con su familia.

— ¡Pero tía Suki! Necesitamos practicar —Mae hizo puchero.

— Mamá por favor ¡Solo 10 minutos! Nada más —suplicó.

Suki suspiro rendida y las dejo ir, cuando volvió a la sala, sus dos hermanos estaban peleando por la última galleta, Kei tenía su cara de amargado mientras Kuroo le comentaba cosas.

Yoshi estaba felizmente decorando el árbol.

— Nunca crezcas Yoshi —habló ella, acercándose a el y depositando un beso en su frente.

— Si tú lo pides, no lo haré mami —sonrió.

— ¿Te ayudo con eso? —preguntó Suki al ver que su hijo sacaba la estrella de una caja.

— Por favor, no soy tan alto para ponerla en la punta —rió nervioso.

De un momento a otro, Kei tomo de las piernas a su hijo y lo monto en su lomo para que pudiera alcanzar la altura para poner la estrella.

Sonríe | Tsukishima Kei | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora