changes, jaden hossler ✓

cuatro

━ camila

―Jaden en verdad me llama mucho la atención― le dije a Dixie

Hoy era la segunda cita con sus padres, para ver si Jaden les había estado haciendo caso.

Esperaba de todo corazón que si se haya tomado todos los medicamentos.

―Se nota, el chico esta guapo―me dijo Dixie mientras escribía el correo de agradecimiento a la escuela de Jaden.

Por su problema, lo habían dejado entregar los trabajos y ponerse al corriente desde su casa.

―No me refiero a eso―...―hablo de qué, me llama la atención que no hable, no hace ningún sonido, y las veces que me ha hablado han sido mínimas, solo por cosas muy pequeñas―dije―También tengo que hacer que se suelte más, si no, jamás vamos a poder avanzar.

―Estas segura de que no te atrae ni siquiera―me pregunto

―Dixie―exclamé―Es mi trabajo, no estoy buscando un novio. Solo estoy ayudándolo.

―Bueno―...―Pero qué hay de sus amigos? Los tres son guapos.

―Dilo por ti misma, yo no estoy buscando una pareja―le dije

―Pues deberías. Estas muy sola cuando estas en tu casa.

―No es cierto―...―Tengo a Apolo―dije y Dixie rodó los ojos.

Era verdad que a veces me sentía sola, pero no buscaba ningún tipo de relación con nadie.

―Ve a trabajar, hoy tienes dos pacientes además de Jaden.

Después de la platica, fui a mi oficina, donde recibiría al primer paciente, después de él, sería Jaden, y al final uno más.

La primera era una chica, que tenía problemas de depresión. Su madre había venido con ella, agendamos su siguiente cita, platique a solas con ella, entre otras cosas.

Al terminar, comencé a guardar sus documentos para sacar los de Jaden, por alguna razón, sentía ansias por saber si todo iba bien, no podía parar de pensar en eso.

―Llegaron Jaden y sus padres―hablo Dixie por el radio.

Respire hondo, y un segundo después entraron.

Los señores se veían muy serios, y Jaden como siempre, sin ninguna expresión en su rostro.

Oh no.

Ellos solo tomaron asiento.

―hola―dije nerviosa―Cómo les fue? ¿Qué tal, Jaden?―pregunte, algo me decía que no había pasado nada bueno.

―Fatal, no podemos controlarlo, no quiere hablar con nosotros, no quiere tomarse las pastillas y no nos deja ponerle la pomada, no quiere comer y no puede dormir, ayer lo descubrimos inhalando una cosa, y nos asustamos mucho. Camila, por favor necesitamos ayuda, no podemos.

La señora estaba muy asustada, mientras su esposo le acariciaba la espalda tratando de tranquilizarla.

Mierda.

―Jaden―...―Qué pasa? Por qué no haces caso a las indicaciones?―pregunté con tranquilidad, de nada iba a servir si me molestaba.

Pero no dijo nada, solo me miraba.

―Viéndolo de ese modo―..―Tendrás que someterte a las consecuencias, Jaden―miré a sus padres para tener su aprobación.

―Sí, si―contestaron―haremos lo que sea con tal de que este bien.

―Después de ustedes tengo otra cita―dije―Pero Jaden puede quedarse aquí. Yo me encargaré de que haga sus tareas, de qué coma y tome las medicinas, y lo pondré a hacer ejercicio. Ustedes no se preocupen. Puedo llevarlo a su casa cuando termine en la noche.

―Segura qué puedes con esa responsabilidad―preguntaron―Tienes tan solo veinte años, Jaden es mayor que tú por un año.

―Lo sé, y haré todo por que se mejore, se los aseguro.

Los padres se veían sorprendidos por mi seguridad, y sobre todo, porque veían que yo realmente me preocupaba. Pero así lo hago con todos mis pacientes.

―No sé como agradecértelo―habló su padre

―No se preocupen, solo les pido que hablen con los amigos de Jaden para que vengan a dejar las tareas de la universidad. Jaden va a mejorar mucho, se los aseguro.

Después de un rato, la cita terminó, los padres se fueron y solo quedamos Jaden y yo. Con una hora de sobra en lo que llegaba el siguiente paciente.

―Ya desayunaste?―le pregunte.

Pero como era de esperarse, no me respondió.

―Te estoy hablando Jaden

Solo negó con la cabeza, no había desayunado aún.

Me levante y me sente junto a el en la silla.

―Qué quieres para desayunar? Puedo pedirte un cereal, ¿O prefieres un sandwich?

Me miro incredulo.

―Qué? Necesitas comer saludable, yo también voy a desayunar, así que vas a venir conmigo.

Me levanté del asiento y me dirigí hasta la puerta para salir a la cafetería, pero antes de salir me volteé para ver si Jaden se había levantado, y obviamente, no lo había hecho.

―Te gustan las paletas de sabores? Si te portas bien, te dare una.

Jaden me miro con una ceja alzada, y por primera vez, lo vi sonreír un poco.

Volví hacia él y lo jale del brazo.

Caminamos hacia la cafeteria.

―Siéntate aquí, voy a pedir el desayuno―dije y fui a pedirlo

Desde lejos estaba observando a Jaden, si, era guapo. Pero lo que más me importaba es que, seguía rascando sus manos, en cualquier momento iba a terminar con cicatrices.

Volvi y me sente junto a el.

―Toma―le puse el cereal enfrente―Vas a comer, quieras o no

Jaden miró el cereal, y luego a mí, que yo ya estaba comiendo felizmente.

―Por que te preocupas tanto por mí? Ni siquiera me conoces.

Me sorprendí, no recordaba que su voz fuera así de grabe. Pero sobre todo, por fin me había hablado después de antier.

―Pues créeme que pronto, voy a ser la persona que mas te conozca.

Jaden solo sonrió levemente y comenzó a comer. Terminamos el desayuno, yo con una sonrisa triunfante.