cinco

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camila

―Muchas gracias chicos―Josh, Bryce y Noah habían traído las tareas que Jaden tenía que hacer.

Josh me pasó su número para que pudiéramos comunicarnos mejor por ahí.

Noah caminó y se sentó junto a Jaden, que estaba casi acostado en el piso.

―Como te sientes, Jae?―le pregunto.

―De la mierda―respondió.

Josh y Bryce me miraron como si estuvieran disculpándose conmigo.

Después de unos minutos, los chicos se fueron.

―Jaden, este es tu tarea, por las pastillas que ya tomaste, podrás concentrarte mejor―dije―Hazla en lo que yo estoy en la siguiente cita.

―Cómo quieres que lo haga si me pusiste kilos de pomada en las manos?―se quejó.

Solo rode los ojos.

―Entonces cuando se sequen empiezas―le dije

Jaden bufó molesto y se puso a "hacer" la tarea.

Me senté en mi escritorio, y escribí los avances del día de hoy que le daría a sus padres mañana por la mañana cuando trajeran a Jaden.

Había desayunado, se tomó las pastillas y me dejó ponerle la pomada, y ya esta comenzando a hablar más conmigo. Es un avance muy rápido para ser el primer día casi viviendo aquí.

Mi paciente llegó, era un chico mas o menos de mi edad, ahora están llegando mas jóvenes, pero su problema era muy leve, fobia social.

Podía sentir la mirada pesada de Jaden durante toda la cita, el chico había venido con su padre, pero este se había quedado afuera.

Al terminar su cita, al ver que no era un problema fuerte, le agendé las citas dos veces a la semana, donde platicaría con él y haría que su timidez se quitara poco a poco.

―Cómo vas con tu tarea?―pregunte al voltear a verlo, vi que no la estaba haciendo, solo miraba a un punto fijo mientras su pie se movía rápidamente de un lado a otro―JADEN!

Se sobresaltó un poco, pero no dijo nada. Caminé y me senté junto a él.

―No hiciste nada en todo este tiempo?!

―No pude concentrarme contigo hablando todo el rato.

Ouch.

―De acuerdo, no hablaré más, y tampoco me moveré de aquí hasta que termines la tarea.

Jaden me miro con enojo. Pero saque una paleta de sabor.

―La quieres?―le pregunte

―No soy un perro

―La quieres o no?

―Hmm.. Si.

―Entonces trata de concentrarte.

Y después de casi dos horas, ya casi terminaba.

―Aqui no va es....

―Me has corregido todo el rato―exclamó―No querías que lo hiciera yo?

Hice una cara ofendida, pero tenia razón.

Al terminar, cerramos sus libros y Jaden se acostó en el piso, donde le había puesto una manta enorme y varias almohadas, deseando que le dé sueño en algún momento, porque casi no dormía.

―Ven aquí―le dije, era hora de volver a poner su pomada en las manos.

Soltó un gruñido y se acerco a mí, saqué la pomada y la puse en sus manos, acerque mis manos y comencé a tallar la pomada, embarrándome a mi también.

changes, jaden hossler ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora