Ya estaba anocheciendo.
Hacia horas y horas que estaba caminando, sus pies ya estaban cansados y dudaba cuanto tiempo mas duraría caminando.
Su mochila le pesaba en su pequeña espalda. Sentía cómo gotas de agua caían de su frente y de todo su cuerpo. Transpiración.
Colgado en su pecho y en su mochila, se encontraba un cartel de cartón que decía en letras claras "Nueva York".
Su pequeño pulgar estaba levantado, señalando el lugar hacia el que se dirigía.
Miro a su alredor, nada. Solo algunos arbustos y tierra, mucha tierra.
Aquella caminata duraría aproximadamente dos días, sabía eso ya que había pasado en su salida hacia México. Ahora tenia que volver.
Suspiró y se sentó, dejó su mochila a un costado y se ató aquel pelo revoltoso que tenia.
Abrió un pequeño bolsillo y de ahí sacó una botella tapada con un pedazo de tela. Abrió éste y bebió, era agua y estaba caliente, supuso que se había calentado en el camino con el sol. Pero a pesar de todo estaba muerta de sed, y no le convenía deshidratarce.
No tenia mucha comida, solo unas barras de cereal y un poco de pollo que le había quedado del otro día.
Estiró sus piernas y se quedó allí un rato.
No pasaban muchos autos por allí y cada vez que pasaba uno, le tocaban la bocina pero no paraban, algo que la hacia enojar mucho.
Decidió esperar un rato, a ver si alguien paraba y le ofrecía llevarla, si nadie aparecía, armaria su tienda y pasaría la noche alli, para después al otro día seguir con su recorrido.
Por suerte solo le quedaba un mes para que sus vacaciones terminaran, tenía tiempo.
Tomó su teléfono y lo encendió, pero éste se apagó rapidamente.
--¡Diablos!-- gritó enojada.
Había olvidado cargarlo esa mañana.
Suspiró enojada y volvió a guardarlo.
Tomó su mochila y comenzó a revolver y revolver, hasta que encontró lo que tanto buscaba. Sacó un pequeño bowl y lo destapó, sacando una pata de pollo.
Devoró ésta en cuestión de segundos y luego terminó con el resto. Ya había comido suficiente, ya estaba satisfecha.
Desabrocho los ganchos del costado, sacó su tienda y se puso de pie.
Miró el camino y vio que un par de luces se asomaban. El auto se acercaba cada vez mas y pudo notar que era un hermoso BMW color azul marino. Pasó despacio y luego siguió de largo.
Se quedó mirándolo mientras se iba perdiendo en el camino hasta que frenó.
Frunció el ceño sin entender y se acercó mas hacia la ruta. El auto comenzó a andar en reversa hasta que frenó al lado de ella.
(...)
(Un par de horas antes...)
--Si mamá, volveré en dos semanas, es solo cuestión de trabajo...--dijo con el teléfono en una mano y el volante en la otra--...mira, ahora no puedo hablar, te llamaré cuando llegue al hotel...si, lo prometo...también te quiero mamá, adios.-- y rápidamente corto la llamada.
Prendió el radio y lo puso en volumen bajo. Tarareaba la canción y golpeaba suavemente con los dedos siguiendo la melodia de la música.
Hacia un mes que estaba viajando por negocios y ya estaba muy cansado.
Quería ver a su novia, a su famila y sus mejores amigos.
No veía el día en el que volviera a su casa y apareciera con aquel anillo en la pequeña caja roja que tenia guardado en la guantera hacia meses.
Estaba ancioso, queria que ese mes pasara volando. Se imaginaba la cara de su futura prometida al ver ese anillo de oro decorado con una piedra preciosa.
Paró en una estación de servicio vacía para poder cargarle gasolina a su auto, compró un par de golosinas para comer en la próxima ruta que era una bastante larga.
Pagó a la joven cajera que le sonrió timidamente y se fue.
Comenzó a pensar que su viaje se estaba volviendo aburrido, ya que estaba solo. Le había ofrecido a su novia que lo acompañara pero ella le dijo que no porque tenia gimnasio y no queria dejar a sus amigas.
Ya tenía sueño, había comenzado a anochecer y la ruta aún ni terminaba, faltaban varios kilometros para poder llegar al hotel.
Algo extraño apareció en el camino, una sombra pequeña y delgada se encontraba a varios kilómetros, a medida que se acercaba se podía ver mas claro, era una... ¿chica? Fruncio el ceño e intentó agudizar mas la vista, hasta que logró ver un cartel que decia "Nueva York".
--Con que una mochilera ¿eh?--dijo para si mismo.
Bajó la velocidad y miró a aquella joven. Era muy linda, su cabello era negro oscuro, parecia la melena de un Leon. No pudo verla de muy cerca solo vio su pelo y su pequeña cara. La chica pareció verlo, ya que se puso de pie y se acerco a la orilla de la calle.
Cuando se dio cuenta ya no podía verla mas, ya que siguió de largo.
"¿La llevo?" pensó.
La chica parecia estar cansada. Y recordó que en los hoteles que el iba le ofrecían la habitación que queria gratis, todo gracias a su trabajo. Además de que el también vivia en Nueva York.
--No pierdo nada con intentarlo--dijo en voz alta y retrocedió.
Abrió la ventanilla del acompañante y vio cómo la chica se acercaba a el.
--¿Necesitas transporte?-- le dijo para luego depositar una sonrisa en su rostro.
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La mochilera (Liam Payne)
FanfictionSe espera cualquier cosa en un viaje de mochileros, eso es lo que Hilary pensaba al menos. Pero la vuelta a casa a veces cansa y que mejor que pedir un pequeño aventón, lo que no esperaba es que aquel chico llamara tanto su atención.