Habían llegado un par de horas después al hotel que Liam había mencionado. Era un lugar bastante pequeño, de tan solo dos pisos de altura, parecía bastante viejo pero aún así tenía la apariencia de ser una pequeña mansión blanca con manchas de suciedad gris. Un cartel con luces rojas remarcaba las palabras "Hotel Soufón" en el.
--Lindo lugar-- dijo Hilary mirando el cartel y sacando su mochila del porta equipaje del auto.
--Mi padre me traía siempre a este Hotel cuando veníamos aquí de vacaciones...-- dijo el sonriendo mientras recordaba viejos tiempos--...lo que mas me gustaba de este lugar era que siempre que venia había una barra de chocolate en la almohada.
Ella lo miró con el ceño fruncido y ambos sonrieron.
--¡Era un niño!
Rieron y se adentraron a aquel pequeño pero hermoso lugar.
Ya dentro, la vista cambiaba completamente.
Un gran candelabro dorado con grandes cristales colgaba del techo. Habían sillones de seda color beige en el medio del salón, todos alrededor de una pequeña mesa ratona de madera y vidrio, varios libreros decoraban la pared lleno de todo tipo de libros que a Hilary les hubiera gustado ojear, pero estaba muy cansada en ese momento.
Se acercaron a la mesa de recepción y una mujer de aproximadamente 30 años los recibió con una agradable sonrisa.
--Bienvenidos al Hotel Soufon. ¿Habitación con cama matrimonial?
Hilary dejó de mirar asombrada aquel lugar para darse cuenta lo que aquella chica había dicho.
--¿Qué? ¡No! Somos... somos... somos...--intentó pensar alguna excusa, pero nada se le ocurría. Sabía que decirle que recién se habían conocido iba a quedar muy mal, pero no sabía qué podía decirle.
--Somos hermanos.--dijo Liam sonriendo.
--Exacto, eso somos, hermanos...--dijo ella pronunciando muy lentamente la última palabra.
--Bien...--habló la recepcionista, sacando a Hil de su transe--...será una habitación con dos camas individuales.
Liam dio su nombre y pagó con la tarjeta.
Luego de varios minutos, ambos ya estaban subiendo las escaleras, el intentó llevar su bolso pero Hilary se negó rotundamente.
--Aquí es...--dijo el mirando la llave que llevaba en la mano-- habitación 25.
Entraron a aquel cuarto y dejaron las cosas a un costado.
El cuarto era bastante sencillo. Había un pequeño pasillo con las paredes pintadas de beige, en el se encontraba una puerta que llevaba al baño. Caminaron un poco y se encontraron con dos camas individuales ambas con una pequeña frazada color rosa, entre medio de estas había unas pequeñas mesitas de luz con una lampara común color azul. Una ventana se encontraba al final de la pared, decorada con unas viejas cortinas verde oscuro y una alfombra del mismo color decoraba el suelo. Y para finalizar una pequeña televisión colgaba de la pared.
--Elijo la del lado de la ventana.--dijo Hil, y antes de que el dijera algo ella se tiró en la cama rápidamente, provocando una pequeña risita de parte de Liam.
--De acuerdo. Es mejor tener el baño cerca.
Hilary se agachó de hombros, se levantó para luego acercarse a su mochila y sacar un poco de ropa.
--Iré a ducharme.
El simplemente asintió y se recostó en la cama, para luego sacarse los zapatos y tomar su teléfono.
Una vez que la chica se adentró en el baño, el marcó el número de su novia y esperó a que ésta atendiera.
--Liam...--respondió una voz agitada del otro lado.
--Amor...¿está todo bien?--dijo con un tono bastante preocupado.
--Si si, es que estaba en el baño y escuché que el teléfono sonaba, entonces salí corriendo a atender.
--Oh lamento interrumpirte.
--Tranquilo cariño. ¿Cómo van las cosas allí?
--Bien, ya estoy en el hotel. Mañana tengo una conferencia a un par de cuadras de aquí, a lo mejor me quede otro día mas.
--Te echo mucho de menos.
--Yo también cariño.
--Tengo que terminar de bañarme, te llamo mañana ¿de acuerdo?--dijo ella con un tono distraído.
--Claro,hablamos mañana. Descansa.
--Tu también, te amo.
--Yo también te am...--pero fue interrumpido por el sonido de que la persona del otro lado de la línea había cortado.
Suspiró fuertemente. La extrañaba mucho, no toleraba el echo de estar tan lejos de ella, aún recordaba el día que se habían conocido. Sophia trabajaba como asistente de su hermana, era nueva y a el le había parecido muy hermosa, la invitó a salir y ella enseguida aceptó y de ahí se convirtieron en personas inseparables. Hasta ese entonces, que ella había conseguido otro trabajo por lo tanto cada uno estaba por su lado y apenas podían verse.
--...¿Acaso me estas escuchando?--dijo Hilary sacándolo de su ensueño. Ni siquiera se había dado cuenta que ella había salido del baño.
Llevaba una toalla pequeña en el pelo y vestía un sencillo piyama que consistía en una camisa holgada y un short ambos color celeste claro.
--Lo siento, estaba pensando. ¿Que me has dicho?-- dijo sacudiendo la cabeza y sentándose.
--Te había preguntado si te ibas a bañar.--respondió sonriendo de costado.
--Oh no, ya lo he hecho esta mañana.
Ella simplemente asintió, apagó la luz del baño y se acostó en la cama tapándose hasta la cintura.
--¿No te pondrás pijama? --dijo ella algo divertida al ver que el estaba por acostarse con el traje puesto.
--Oh...--paró en seco y miró su vestimenta.--Cierto.
Se levantó, para sacarse el saco la camisa y los pantalones, quedando en boxers y en una musculosa que marcaba sus pectorales completamente, haciendo que Hilary abriera los ojos como platos y mirara hacia la ventana. Al notar eso, Liam hizo una pequeña risita y se acostó en la cama.
--Ya puedes ver pervertida.
--Pervertida ¿por qué?--dijo ella riéndose y dando media vuelta para verlo a la cara.
--Tu sabrás.--respondió y le guiñó el ojo.
--Creo que aquí no soy yo la pervertida.
Ambos rieron para luego quedar en silencio.
--¿Esta todo bien con tu novia?--dijo ella curiosamente.
--Si, solo que no tenemos tiempo para hablar. Siempre estamos ocupados y no tenemos tiempo el uno para el otro.
Hilary se sacó la toalla de la cabeza y la dejó en los pies de la cama. Al ver su pelo Liam quedó sorprendido, era ondulado y muy sedoso, y hacia que ella se vea completamente hermosa.
--Será mejor que vayamos a dormir.--dijo ella lanzando un pequeño bostezo.
--Si, será lo mejor.--respondió el para luego darse media vuelta y mirar la pared.--Descansa Hil.
--Descansa Liam.
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La mochilera (Liam Payne)
FanfictionSe espera cualquier cosa en un viaje de mochileros, eso es lo que Hilary pensaba al menos. Pero la vuelta a casa a veces cansa y que mejor que pedir un pequeño aventón, lo que no esperaba es que aquel chico llamara tanto su atención.