Sus dedos sostuvieron la pieza manteniéndola suspendida en el aire, sus ojos oscuros escaneaban el tablero tratando de encontrar o descifrar el punto débil de aquel juego, de vez en cuando alzaba la mirada para encontrarse con las cuencas brillantes del hombre. Lastimosamente se sentía como una tonta bestia incapaz de entender la ciencia detrás de un simple juego de ajedrez. Ahora podía comprender lo que Akemi sentía cuando ella lo ridiculizaba en el combate cuerpo a cuerpo.
— ¿Qué sucede? —sonrió con burla llevándose una fresa a la boca—. ¿No vas a moverte?, dulzura. —a cambio obtuvo un gruñido por parte de la pelinegra, quien estaba irritada de verlo ganarle.
— Me rindo. —dejó caer la pieza en medio del tablero haciendo que las cercanas se derrumbaran esparciéndose por el reducido espacio o rodando hacia el pasto—. Estúpido juego. —refunfuñó molesta y se cruzó de brazos.
Akemi comenzó a reír por la rabieta de la mujer y se tiró en el pasto sin importarle que ella fuera a lanzarle un golpe para callarlo. Se divertía molestándola porque le gustaba la manera en la que arruga sus cejas detrás de los espejos de sus gafas o como lanzaba gruñidos apartando la mirada irritada. Era demasiado bonita, fuerte e independiente. Irina estaba lejos del alcance de cualquier hombre. Ni siquiera necesitaba a un hombre, sería un insulto para ella.
Se suponía que él le enseñaba sobre las culturas del mundo exterior, hablándole de los idiomas, costumbres o gastronomía mientras ella lo ayudaba a mejorar en el combate cuerpo a cuerpo, un campo donde era un completo idiota sin conocimiento. Sin embargo, ella era demasiado astuta, con una perspicacia superior y el que no pudiera ganar un juego de ajedrez no la hacía menos inteligente. Y él disfrutaba tanto de su compañía.
— Lo único malo de haber desertado es estar aquí sin hacer algo productivo. —susurró contra la palma de su mano donde mantenía apoyado el mentón—. Zeke debe estar pasándola muy mal sin alguien que le cuide el peludo trasero de su titán. —lanzó un suspiro—. Espero que el idiota esté bien.
— Realmente amas a ese hombre, ¿no es así? —miró el cuenco medio vacío. Recapitulando en los eventos pasados, cuando la vio correr y esconderse en los brazos del rubio fue imposible no darse cuenta de ese gran sentimiento que tenía Irina por el hombre, y aunque le causaba mucha gracia, porque ese sujeto se veía inteligente, pero un idiota rídiculo, pero lo aceptó—. Yo creo que es porque no has conocido más hombres, solo piensas en uno y los demás son basura para ti. Hasta cierto punto te entiendo. No tenías de dónde elegir y por eso estás enamorada de él. —se rió metiéndose otra fresa a la boca y vio como ella estaba dispuesta a replicar—. ¿O vas a decirme que si has pensado en otro hombre tanto como piensas en ese titán cambiante? —ella negó despacio, meditando en sus palabras—. ¿Lo ves? Necesitas conocer más hombres, Irina. Por ejemplo, estoy yo, tú futuro esposo. —se burló empujando su hombro de manera juguetona.
— Espera... —hizo memoria y la imagen de alguien apareció—. Sí he pensado tanto en otro hombre. —hubo una breve pausa y luego sonrió—. Su nombre es Levi Ackerman, pero solo he pensado en él porque tenemos una pelea pendiente por terminar. —aclaró de inmediato temiendo sonrojarse cuando la cara de aquel hombre cruzó por su mente.
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𝐖𝐀𝐑𝐑𝐈𝐎𝐑𝐒 ┇ ❛𝑍𝑒𝑘𝑒 𝐽𝑎𝑒𝑔𝑒𝑟; 𝐿𝑒𝑣𝑖 𝐴𝑐𝑘𝑒𝑟𝑚𝑎𝑛 ❜
Fanfiction⚜ GUERREROS. ━━ El ánimo de su corazón invencible la guiaba en los momentos más difíciles. Había pasado tantos años de sufrimiento y miseria con el propósito de darle a sus enemigos su merecido, pero en el camino encontró el amor. Sin embargo, consi...