𝐖𝐀𝐑𝐑𝐈𝐎𝐑𝐒 ┇ ❛𝑍𝑒𝑘𝑒 𝐽𝑎𝑒𝑔𝑒𝑟; 𝐿𝑒𝑣𝑖 𝐴𝑐𝑘𝑒𝑟𝑚𝑎𝑛 ❜

VEINTICUATRO.

Irina mentiría si dijera que había podido dormir el resto de tiempo que les quedaba. Por mucho que lo hubiese intentado, las imágenes la azotaron con una furia implacable, a mitad de la pesadilla despertó sofocada, sudando y cuando sus dedos tocaron su cara se dio cuenta de las lágrimas silenciosas.
Se culpaba con severidad, su desliz y estúpida confianza los puso en un escenario difícil de corregir. Haber ayudado a Eren y a Zeke fue su más grande desatino.

Supo que su mente jugaría en su contra y por mucho que quisiera martirizarse y culparse, necesitaba mantener la cabeza centrada. A cambio, optó subir las provisiones a la carreta, evitó descargar la tensión gritando insultos. Todos allí estaban ansiosos y temerosos, mantenían una poca esperanza en salvar a sus familiares, pero las expectativas decaían a cada minuto.

Cuando todos despertaron moribundos y con culpa por las palabras de la noche anterior, anduvieron cabizbajos y pensativos. A más de uno le costó mirar a su alrededor, otros fueron más sensatos, actuaron con madurez acercándose para pedir perdón por su actitud. Irina, se mantuvo apartada, siendo una simple expectadora. Contempló una nueva mañana, fría y apuntando a un futuro incierto. Entre sus manos sujetó las riendas del caballo, las cuales apretó con tanta fuerza que sintió escozor en la suave carne de su palma. Cabalgó en silencio, mirando el camino mientras armaba un plan dentro de su cabeza.

— ¿Realmente podemos confiar en los azumabito? —escuchó la voz de Theo, cuestionaba con un poco de desconfianza.

— Completamente. —aunque quisiera mantenerse al margen, intervino—. Yo hablaré con ellos.

Las precipitadas pisadas alertaron sus sentidos, en un segundo Irina había girado hacia el objetivo, cabalgando de prisa.

— El puerto. —pronunció Pieck con dificultad mientras se deslizaba fuera de su titán—. Parece que son los Jaegeristas. Probablemente llegaron antes que nosotros usando el tren. Hay un gran número de soldados con el equipo de maniobras tridimensionales preparados para pelear. Al parecer ya presentían que nos estábamos organizando para detener el retumbar y decidieron enfrentarnos.

Irina lanzó un gruñido a mismo tiempo que desmontaba de un salto. Se acercó a la cúspide de la colina escondiendo su cuerpo detrás de la misma. Observó el paisaje hallando inconformidades.

— Necesitamos un plan. —dijo hacia las dos personas que habían llegado a su lado; Hange y Theo, quienes revisaban el perímetro confirmando las sospechas de Pieck.

Tan rápido como subió la colina, descendió para reunirse con el resto de sus compañeros. Sus oídos lograron captar parte de la pequeña disputa entre ellos. Irina miró a Levi, quien permanecía acostado en la carreta. Las heridas en su rostro le hicieron apretar los puños. Una creciente furia se esparció dentro de su cuerpo.

— Ustedes no quieren pelear contra ellos, pero ellos no dudarán en apretar el gatillo. —mencionó con serenidad. Desde el momento que vio a la nueva Legión del reconocimiento descifró la venganza en sus ojos. Irina era consciente de ese sentimiento, se arropó de él y lo grabó tan dentro de ella hasta que el destino le regresó ese resentimiento.

— Los mataré a todos a la vez. No hay otra forma de proteger los dirigibles. —mencionó Annie, tenía la atención de todos y le fue fácil dirigirse a ellos—. Necesito que me presten sus armas y sus poderes de titanes para eso, no hay problema con eso, ¿cierto?

— Espera un segundo. —le dijo Connie, quien la miraba encolerizado.

— ¿Por qué? —replicó casi con impaciencia.

— Sí atacamos el puerto indiscriminadamente, también acabaremos involucrando a los Azumabito. —le explicó Mikasa con un poco de calma.

— Si los Azumabito mueren será un problema para nosotros también. —Irina se levantó desenfundando la lanza que tenía en su espalda—. Y hace un tiempo prometí que los protegería con mi vida. Ellos son importantes para mí. —indicó, haciendo énfasis mientras miraba a la rubia—. Además, los funcionarios de Azumabito son los únicos capaces de pilotear el dirigible. —terminó por añadir.