QUINCE.

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Entró casi corriendo mientras subía las escaleras sin decir nada

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Entró casi corriendo mientras subía las escaleras sin decir nada. Akemi la seguía intentando obtener una explicación de su comportamiento, pero solo recibió un silencio acompañado de jadeos por la prisa de sus pasos. Lo primero que hizo al entrar en su habitación fue comenzar a vaciar su armario, sacando ropa para meterla en un baúl.

— ¿Qué ha sucedido? —preguntó por décima vez harto de ser ignorado, la tomó de los hombros para que lo mirara a los ojos.

— Era Eren...—pronunció aún con la mente confundida, sus cejas se marcaron y abrió la boca varias veces, pero volvía a cerrarla sin encontrar las palabras indicadas—. Estoy segura que era él. —apretó sus manos en la camisa del hombre—. Algo ha sucedido en la isla y él ha venido. —retrocedió colocando sus manos sobre su cabeza mientras caía sentada en el colchón—. ¿Sabes lo que significa? —alzó el rostro llena de miedo—. ¡Será una masacre!

— Maldición, ¿qué pretende ese idiota? Hará que todos mueran. —apretó la mandíbula y pasó su mano de manera descuidada por su cabello—. Esto es una mierda. Todo se irá al infierno. —salió de la habitación yendo hacia su oficina para hacer una llamada. Dejó a Irina sola en la habitación, llena de interrogantes y una profunda desesperación. Seguía conmocionada tratando entender el porqué de una decisión tan apresurada y macabra.

— Ese maldito mocoso nos llevará a la ruina. —murmuró en voz alta irradiando una profunda furia. Se levantó acercándose hacia el montón de ropa mientras tomaba las prendas para doblarlas cuidadosamente y regresarlas al armario. Las manos le temblaban con ira, estar fuera de lugar la llenaba de indignación. Necesitaba una explicación de inmediato antes de volverse loca e ir a la isla para reclamarles por tan repentino cambio de planes.

El teléfono que estaba en su habitación sonó sacándola de su batalla interna. Soltó un suspiro acercándose al artefacto para tomarlo entre sus manos esperando que no fuera una persona inoportuna.

— Hol...

— ¡Irina! —el gritó de Zeke la alarmó sacándola de sí. Se escuchó como un llamado desesperado—. Que bueno que eres tú. —sonrió del otro lado de la línea siendo lo suficientemente cuidadoso para no llamar la atención y cuidarse de no ser escuchado—. Sé que lo has visto. —susurró—. Necesito que te prepares. En un par de días llegará una postal a tu casa, él te explicará todo.

— ¿Qué intenta hacer? —comenzó con el interrogatorio sabiendo que sería un desperdicio pedir explicaciones ya que no obtendría nada—. ¿Sabías de esto?

— Sí. —vaciló en responder tardándose más de lo esperado.

— ¡Oh, vaya! —reprochó con fingida emoción. El calor subió hacia su cara, cuando se molestaba su nariz y mejillas se volvían rojas—. ¿Por qué mierda no me lo dijiste ese día? Joder, Zeke, creí que confiabas en mí. —su voz de desmoronó apretando el cable entre sus dedos—. ¿Qué tanto están escondiendo? —mordió su labio temblando en ira—. ¿Sabes qué? ¡Vete a la mierda! Idiota, eres un jodido idiota, van a matar a gente inocente de nuevo. Por eso son hermanos, porque son la misma basura. No piensan correctamente, estúpidos.

𝐖𝐀𝐑𝐑𝐈𝐎𝐑𝐒 ┇ ❛𝑍𝑒𝑘𝑒 𝐽𝑎𝑒𝑔𝑒𝑟; 𝐿𝑒𝑣𝑖 𝐴𝑐𝑘𝑒𝑟𝑚𝑎𝑛 ❜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora