⍣...𝐶𝑎𝑝𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑡𝑟𝑒𝑐𝑒...⍣

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POV. ROBIN

El trinar de las aves poco a poco se va escuchando y el radiante sol de la mañana me recibe una vez más... ha amanecido y aquel dolor que gobernaba mi alma al fin se ha calmado... el grito de guerra es pronunciado y escucho a lo lejos como poco a poco van partiendo... la tranquilidad de la tarde era inusual... una calma como ninguna otra... una calma que sin saberlo avecinaba una cruel tormenta.

La noche poco a poco caía y el sonar de pasos apresurados me indicaban que mi señor había regresado... aquel grito de victoria que siempre se escuchaba hoy permanecía en el olvido... en su lugar un siniestro silencio se hace presente... un silencio tan frio como la muerte misma.

Un cruel escalofrío recorrió mi cuerpo y por primera vez deseaba que no vinieran a mi encuentro... por primera vez deseaba poder quedarme acá un poco más... pero sabía que eso no era posible... con lentitud espere paciente a que aquel sequito de mujeres apareciera... uno a uno se escuchaban unos pasos... y su a vez un terror inaudito se apodero de mi alma... un terror como jamás he sentido... un terror tan grande que paralizaba todo mi ser... con horror veía como aquella puerta era abierta con lentitud... y en lo más profundo de mi alma rogaba al cielo que esto solo sea mi imaginación... pero lamentablemente no era así... frente a mí mi señor se encontraba y en su mirada un infierno se desataba... intente decir palabra alguna pero el peso de su mano fue mucho más rápida... con horror observe como una fusta era empuñada y sin contemplación fue arremetida contra mi persona... la ira que gobernaba su ser era simplemente inhumana... y el terror que poseía el mío... no tenía explicación alguna.

Porque... porque era castiga de tal manera... porque aquella ira en su mirada era desquitada en mi persona... porque mi señor... porque me castiga de tal manera... no tenía idea alguna.

POV. NARRADORA

Aquellas lagrimas que se habían detenido... ahora volvían con mayor fuerza... palabras que antes permanecieron calladas ahora eran dichas con desesperación... múltiples gritos de ayuda eran proclamados y un siniestro silencio era quien las escuchaba... golpe a golpe aquel inmundo humano descargaba su ira en una pobre mujer que no tenía la menor idea de cual había sido su error... un error que simplemente no existía... pero que para aquel detestable ser... si había.

Una a una las lágrimas caían y en medio de aquel infierno una pregunta fue escuchada...

-¿Cómo te atreviste a traicionarme?-

Aquella simple pregunta dejo en desconcierto a aquella hermosa mujer que lloraba sin consuelo alguno...

-¿traicionarlo?... de ninguna manera mi señor... jamás me atrevería-

Pronuncio con firmeza la hermosa mujer... pero aquellas palabras simplemente fueron desechadas...

Crueles golpes siguieron viniendo y aquellas lagrimas ya no caían más... el dolor que su cuerpo poseía había superado con creces el que su alma había soportado...

-¡CREES QUE VOY A CREERTE!... estás equivoca al pensar aquello... tu inmundo ser fue traído ante mí con un solo propósito... el propósito de hacerme ganar innumerables guerras sin perder siquiera a uno de mis hombres... pero ni aun así pudiste hacerlo... jamás debí acogerte en mi palacio... jamás debí siquiera permitirte poner un mi en mis tierras... debí deshacerme de ti como lo hice con tu pueblo aquel día-

Aquellas últimas palabras detuvieron todo acto de conciencia en aquella hermosa mujer... aquellas simples palabras tiraron cada pedazo de su ya desolada alma al abismo... su pueblo... aquel pueblo por el cual había estado soportando todo ese infierno... estaba destruido... no... simplemente aquello no podía ser verdad... aquellas palabras tenían que ser una broma... una cruel broma... pero lamentablemente no fue así.

Poco a poco su conciencia se alejaba y su a vez aquellos golpes eran cada vez menos dolorosos... las palabras de aquel ser tan repugnante se escuchaban cada vez más lejanas y pronto el frio suelo recibió su cuerpo ya inconsciente.

Aquella fúrica mirada impregnada en el señor de esas tierras se fue sin dejar rastro alguno al ver caer tan bello cuerpo inconsciente... con temor soltó aquella fusta que sostenía entre sus manos y con cautela se acercó a tan bello angel... un suspiro de alivio soltó su alma al saber que tan bella mujer aún estaba con vida y sin dar un solo golpe más dejo aquel lugar en silencio.

La noche, quien desde lo alto alumbraba, ahora derramaba frías lagrimas mientras se alejaba... poco a poco la claridad de la mañana se daba... pero aquel sol que siempre brillada aquel día entre sombras estaba... un sepulcral silencio se escuchaba y a lo lejos una tormenta se asomaba... una tormenta que se llevaría todo aquel dolor a su paso... una tormenta que sin saberlo brindaría un cálido consuelo a un par de almas desdichadas.

POV. ZORO

La mañana ha llegado y frente a mí unos cuerpos son cremados... cuerpos que hasta el día de ayer eran soldados al servido de mi señor... soldados que padecieron ante tan absurda guerra.

Poco a poco la mañana sigue su camino y el sonar de los pasos de aquellas mujeres empieza... un sonar tan familiar como molesto... intento no verlas... pero no es posible... deseo verte una vez más... solo una vez más... pero mi sorpresa es grande al notar que no estas al lado de ellas... busco con rapidez tu silueta... pero es en vano... no te encuentro... la mañana se pasa a un lado de mi... y sin darme cuenta la tarde ha caído... busco algún rastro tuyo... pero una infernal soledad es quien me recibe... ¿a donde has ido?... ¿dónde te has escondido?... ¿es por mí por quien te ocultas?... dímelo por favor... ¿es por mí por quien no te muestras?... poco a poco la desesperación se apodera de mi... deseo verte... aunque no pueda decirte palabra alguna... por favor... permíteme verte.

La noche a caído y tu rastro aún permanece oculto... observo una vez más a aquellas mujeres caminar como si nada pasara... y una ira sin sentido va creciendo en mi... intento calmarme, pero crueles palabras me detienen.

-se lo tenía merecido por mentir a nuestro señor-

-es verdad... debería agradecer que nuestro señor es piadoso y la haya dejado con vida-

-tienes razón... además, nuestro señor es tan compasivo que ha ordenado que le llevemos un poco de pan y medicinas-

-si... es verdad... esa mujerzuela no sabe la suerte que tiene de que nuestro señor sea tan bondadoso-

Aquella pequeña charla detuvo todo movimiento en mi... ¿de quien hablaban?... ¿a dónde se dirigían?... ¿qué era lo que había ocurrido?... no lo sabía... pero aquel frio que abrazaba mi alma me indicaba que debía saberlo.

 pero aquel frio que abrazaba mi alma me indicaba que debía saberlo

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Título: "Capítulo trece"

⍣...El filo de la espada...⍣   (ZoRobin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora