Por el cielo frente a mi...
prometo brindarte felicidad
Por la noche a mis espaldas...
prometo secar tus lagrimas
Por el filo de mi espada...
prometo proteger tu mas grande sueño...
tu libertad
Los personajes son pertenecientes a Eiichiro Oda.
...
Al fin aquel funesto momento ha llegado... uno a uno mis pasos son guiados al lugar donde he de sellar mi destino... un destino del cual deseo huir... un destino al cual imploro clemencia... un destino que con una sórdida sonrisa me indica que no hay marcha atrás... mis últimos pasos son dados y aquella horrenda ceremonia inicia... las primeras palabras son dichas y aquel miedo una vez más resurge en mi ser... escucho con atención aquel voto de fiel amor que jura mi señor... y un horrendo temor invade mi alma... intento decir palabra alguna... pero estas simplemente callan... no deseo aceptar tan cruel trato... pero no tengo opción... aquella tétrica mirada se posa una vez más en mí y con temor pronuncio aquella inaudita aceptación... sellando así aquel destino.
La celebración da inicio y el único deseo en mi mente es alejarme de ahí... intento alejar cualquier pensamiento de mi mente... pero me es imposible... varias miradas se posan en mi a la espera de cometer el más mínimo error... error que ya he cometido... error que ha sido pronunciado en presencia de todos... error que marcara el resto de mi vida.
La noche sigue su camino y una conversación capta mi atención... escucho entre murmullos la mención de aquel espadachín y sin poder evitarlo lo busco con la mirada... solo para notar como se aleja a paso lento... un leve dolor se aloja en mi alma... un dolor que crece a medida que se aleja... una lagrima resbala por mi rostro al compás de aquel dolor... un dolor al cual no le hallo explicación alguna... un dolor el cual no hace más que aferrarse a mi alma... alma que cae a pedazos al compás de la noche.
El último grito de alegría es dado y al fin aquella celebración ha terminado... una tosca mano toma con rudeza la mía y un escalofrió se apodera de mi... aquella fría mirada me observan sin descanso alguno y en un susurro aquellos horrendo labios pronuncian... "al fin eres mía" miles de lágrimas imploraban por salir... y un terror sin igual se aferró a mi ser... con brusquedad fui guiada a lo que ahora serian mis aposentos... sin delicadeza alguna fui arrojada a una esquina de aquella habitación y con una mirada llena de odio pronunció.
-de ahora en adelante dormirás a mi lado... y obedecerás mis palabras sin objeción alguna-
Ante aquella declaración simplemente asentí... no podía emitir palabra alguna... y mucho menos hacer movimiento alguno... observe con extrema lentitud como poco a poco se acercaba a mi... una a una sus manos recorrían mi ser y aquel terror no hacía nada más que aumentar... quería pedir ayuda... pero mis labios eran sellados con brusquedad... lagrimas caían sin reparo alguna y en lo más profundo de mi mente tu imagen se hacía presente... el calor de tu brazos... la preocupación en tu mirada... la ternura en tu voz... todo aquello que ahora anhelaba se desvanecía lentamente ante su tacto... no deseaba que esto siguiera... pero sabía que no podía evitarlo... ahora era mi esposo... y aunque suplicara... sabía que no se detendría... o al menos así fue hasta que un fuerte golpe toco mi rostro... su fúrica mirada sobre mí me llenaba de terror... pero no comprendía el porqué de aquella reacción... o al menos así fue hasta que con brusquedad señalo aquellas marcar sobre mi... marcas que el mismo me había impuesto y que ahora aborrecía. Sin tacto alguno fui arrojada fuera de aquella habitación y en silencio fui llevada a una habitación contigua... donde en completo silencio deje salir aquellas pesadas lagrimas que opriman mi alma... lagrimas que a gritos pedían tu presencia... lagrimas que a ruego puro pedían una vez más sentir el calor de tus brazos... lagrimas que en total silencio buscaba callar el llanto desmedido de mi alma.
POV. NARRADORA
La noche poco a poco se iba y al fin aquellas almas obtenían aquel descanso que tanto anhelaban... descanso que solo servía como un cruel consuelo... descanso que solo servía para poder seguir un día más... día que poco a poco se convertía en semanas... semanas donde aquellas miradas eran cada vez más evidentes... semanas donde innumerables veces se encontraban y sin embargo... fingían no hacerlo... semanas donde el terror envolvía a una bella mujer quien a cada mañana buscaba una vez más aquel pequeño encuentro con un joven espadachín... encuentro que deseaba que fuera algo más que un par de miradas... encuentro que deseaba que fuera al menos unas cuantas palabras... palabras que no eran dadas... palabras que quedaban selladas al recordar aquella triste noche.
Dos semanas han pasado desde aquella boda y casi cuatro meses desde que llego a aquel palacio... cuatro meses donde no ha puesto pie alguno fuera de este... cuatro meses donde aquel lugar se ha convertido en su prisión... prisión que cada vez la asfixia más... prisión que día tras día la mata lentamente... presión de la cual desea escapar aunque sea un pequeño momento... momento el cual no ha dejado de rondar su mente... y que día tras día la convence un poco más de salir de ahí... aunque sea un instante.
La mañana poco a poco llega y aquella idea ha cobrado la suficiente fuerza para poderse decir... el temor aun invade su cuerpo... pero la decisión es firme... solo desea salir un momento... un pequeño momento... no importa que tan lejos sea... solo desea cruzar una vez más aquella gran puerta.
POV. ROBIN
Dos semanas han pasado desde que aquellas palabras han sellado mi destino... un destino que no hace más que atormentarme... un destino que se burla en mi rostro a cada instante... no puedo seguir con esto... pero no tengo más alternativa... este es mi destino... un destino del cual deseo olvidarme, aunque sea un momento... un pequeño momento... pero me es imposible... al menos no dentro de este gran palacio.
Un deseo ronda mi mente... deseo que día a día adquiere más fuerza... deseo que no hace más que tentarme... una tentación a la cual estoy dispuesta a caer si eso me permite escapar de este lugar por un instante.
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