Capítulo 8 - La Patada

1.1K 113 7
                                    


MÚSICA PARA ACOMPAÑAR LA LECTURA: 

Fiera inquieta - Quien es ese hombre - Rosario Monte (Banda sonora Pasión de Gavilanes)

Michele Morrono - Beautiful


Capítulo 8


Mientras estuve observando a Larissa junto a Sam, Toby se quedó a un rincón mirándonos. Tenía los brazos en jarras y se apoyaba en la pared.

—La yegua está perfecta —dije tras analizarla bien—, pero tenías razón sobre su estado de cansancio y de alteración en el apetito.

—¿Está enferma? —preguntó Sam preocupado.

—No. Está preñada. Prontamente vais a tener un potrito por ahí. Ahora te dejaré una receta que debes de pedir, con algunas cosas que debe tomar.

—Eso es una excelente noticia. Bueno, ya sabes, contamos contigo para hacer el parto.

—Sí, pero eso va a llevar tiempo. Por el estado que pude ver, tendrá un par de meses no más, así que le quedan unos nueve más, más cosa menos cosa. Volveré en unos meses para ver como está y hacer su seguimiento. Cualquier cosa, me llamáis y vengo.

—Claro que sí. Me gustará verte por aquí un poco más.

—Gracias, Sam. Así será. ¿Me puedes, por favor, ir a buscar sus credenciales para dejar constancia en su registro?

—Claro. Ahora vengo.

Sam salió de los establos y fue a por los papeles de la yegua. Yo seguía mimando el animal que se veía muy agraciado. Sentí que Toby se acercó más a donde estaba yo.

—Se nota que a tu cliente le gusta tus servicios —dijo él. Lo miré y esbocé una sonrisa.

—Sí. Llevo ya algún tiempo trabajando con ellos, casi año y medio. Fueron mis primeros clientes de granja. Dieron la recomendación a los demás con los que trabajo. Son muy especiales para mí.

—Pienso que Sam que también te ve muy especial. A contar por las miradas que te echa. —Limpié las manos al salir de cubículo donde estaba la yegua, para ahora, volver a juntarme a Toby del lado de fuera.

—Parece que ahora lo que está celoso eres tú —dije a modo de provocación tonta.

—¡Oh, sí! Muy celoso, por vestirme de cowboy, montar a caballo y tratar las mujeres como quien trata yeguas. —Él rebufa cansado.

—Ni todos los hombres del campo son así de rudos como dices, sino que, todo lo contrario. Muchos son más amables con las personas, justo porque saben que no son muy distintas de los otros animales —resoplé.

Musitó en una queja.

Musitó en una queja

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Regálame un bichito |ROMANCE JUVENIL| TERMINADA & COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora