Capítulo 32 - Reunión del pasado

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Músicas para acompañar la lectura: 

Extreme - More Than Words

Michael Bolton - Said I Loved You...But I Lied


Capítulo 32 – Reunión del pasado

La revolución se armó en esa casa. Había gente corriendo de un lado a otro, niños que deambulaban asustados, y yo, que me moría por un café. Fuerte, de preferencia... bien fuerte.

—Buenos días, mi amor —la voz de Steven llegó hasta mi tímpano inferior.

—Buenos días —farfullé con una cara de pocos amigos y muy bajito—¿Has tomado café?

—No y no sé a quién tengo que sobornar para desayunar en esta casa. Hay niños por todo lado.

Asentí, haciendo una mueca y levando un par de dedos a la sien.

—¿Tu hija ya llegó?

—Carl está arreglándola. Menos mal que le gusta el papel de mamá. Eso y ponerle lacitos en el pelo.

—Si alguien puede, es él, que tiene la paciencia de un santo —Steven irguió una ceja—, ven, necesito cafeína con urgencia.

—¿Mala noche, tesoro?

—Pésima.

—No me gusta que estés aquí desesperando. Espero que no haya sido por lo que te comenté ayer.

Podría decir la verdad y ya, pero decidí usar otra cuartada.

—Corre, mi hermana viene hacia nosotros y, si no te das prisa, acabamos los dos haciendo lacitos en el pelo de todos los niños de la fiesta.

Aceleramos el paso, huyendo literalmente de Chiara. Afortunadamente pudimos llegar a la cocina vivos y enteros.

—Buenos días —alguien ya se había adelantado a nosotros en la cocina.

—Buenos días, Daniel —dijimos en unísono.

—Estaba haciendo un café para mí, ¿queréis?

—Sííí —volvimos a decir, ambos ansiosos.

—Veo que habéis despertado con la energía por los suelos. Os espera un gran día, pero solo si podéis huir de Chiara. Está histérica.

—Cuéntale la verdad —Steven me pegó un codazo y lo miré con los ojos bien abiertos—. Dile que eres culpada.

—¿Yo? ¿De qué? —Acababa de delatarme.

—Hemos visto tu mujer hace poco, pero pudimos huir, esquivándola.

Crucé los brazos en el pecho e hice un mohín.

—Papá, papá... —Salvos por su hija. Steven simplemente fingió que la niña no estaba detrás de él, llamándolo.

Vi Carl echando una larga sonrisa y negando con la cabeza la actitud de Steven, aún más infantil que su peque.

—Buenos días, mi cielo —la cogió en brazos y la besó—. Válgame, estás enorme y preciosa.

Se quejaba, pero después era todo amor para la niña. Apartándome un poco de la escena paternal, me dirigí a la máquina de café donde Daniel preparaba unos tantos.

—Para mí lleno y fuerte.

Me miró de lado sonriendo con su sonrisa guapa. Debo de confesar que mi hermana tuve buen gusto, Daniel era un hombre increíble, guapo, dedicado, un padre maravilloso y aguantaba mi hermana. ¿Qué más se podía pedir a un cuñado? Que tuviera un hermano igual que me lo presentara, pero no. No tuve esa suerte. Seguiría soltera y con ojeras.

Regálame un bichito |ROMANCE JUVENIL| TERMINADA & COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora