Capítulo 13 - Susurros del infierno

1K 99 4
                                    

MÚSICAS PARA ACOMPAÑAR LA LECTURA: 

Cyn - I'll still have me

Natalie Taylor - Surrender 


Capítulo 13 - Susurros del infierno

Los tres estábamos en la heladería y Clarita estaba jugando con un amiguito que encontró allí. Que es lo mismo que decir un desconocido que en los dos minutos siguientes ya era un gran compañero de aventuras. Qué fácil lo tenían los niños para hacer amigos. Tan diferentes de los adultos, que lo complicamos todo.

—Ahora que la niña no puede oírnos, dime qué pasa entre tú y ese chico. Y no empieces a tomarme el pelo, porque no soy tonto.

—Steven, no pasa nada. Es un amigo. Era.

—¿En serio? Explícame cómo se pasa de amigo a no amigo. Ahora mismo suenas tan ridícula como Carl cuando dice que hoy saldrá a horas del restaurante. Normalmente, es el día que sale más tarde.

Me miró fijamente y luego nos echamos los dos a reír. Steven podía desarmar a cualquiera y no podías pasar mucho tiempo sin decirle cosas.

—Es complicado.

—Joder, complicado debe ser el segundo nombre de las hermanas Lorenzo. Llevo años escuchando la misma historia. ¿Lo trasmitís como un legado o es solo una casualidad?

—No. Mi hermana tuvo la suerte de encontrar un hombre decente que realmente quería comprometerse con ella. Yo, en cambio, parece que tengo una ley de atracción por la mierda. Solo encuentro gilipollas que quieren aprovecharse de mí.

—Esa afirmación me parece muy fuerte para alguien que es solamente un "no amigo".

—Toby es un error. No ha pasado nada entre nosotros. Nada digno de comentarse. Nos hemos besado, solo eso. Nada más.

Steven me miró, acercando una oreja a mí como advertencia de lo que iba a decir a continuación. Sabía que ahora había despertado su curiosidad.

—Con que beso, ¿hein? —di un chasquido con la lengua. Estaba imposible.

—Ya te he dicho que no ha pasado nada. Está comprometido —tragué en seco. Cada vez que decía eso en voz alta una sensación agria subía por mi tráquea —se va a casar en dos meses. Más cosa, menos cosa.

Steven se echó hacia atrás en su silla y pareció serio. Sí, la situación tenía que ser reprobable. Esta historia no tenía nada de interesante.

—¿Sabes que no todos los hombres son Lucas? Que el chico se case no significa que esté seguro del paso que va a dar. Puede que le hayas encantado.

—Cuando era joven siempre me pareció que iba a terminar siendo la típica chica buena, que se enamora de alguien bueno. No tenía ni idea que mis relaciones iban a ser tan complicadas. Lástima que solo haya sido una idea de adolescente idiota. Yo no encanto a los hombres. Sé perfectamente lo que quieren de mí. Se llama sexo. Sexo fácil.

—¡Joder!, Francesca. Aunque solo nos conocemos desde hace unos años, creo que puedo decir que te conozco lo suficiente como para saber que no eres una mujer fácil ni que vas por ahí ofreciéndote a la mejor subasta.

—Lo único que digo es que no sé qué me pasa. Parece que solo puedo atraer a personas que ya están ocupadas. Con otras, quiero decir.

—Tu situación con el profesor fue algo muy diferente. No puedes pasar el resto de tu vida sintiéndote culpable por algo que no fue tu culpa. Ese hombre es un hijo de puta. ¿Has vuelto a hablar con él?

Regálame un bichito |ROMANCE JUVENIL| TERMINADA & COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora