Capítulo 29 - Se me olvidó decirte

882 87 5
                                    


Música para acompañar los capítulos:

Jessie Ware - Say You Love Me

Jess Glynne - Take Me Home


Capítulo 29 – Se me olvidó decirte

Al tomarme tiempo e irme con calma, lo hemos conseguido pasar la noche. Miré a Toby sentado en la silla al lado de Aquiles, dormido. No había salido de allí toda la noche. Estuvo a su lado cada momento y verlo me emocionaba.

—Toby —lo desperté bajito—. Toby despierta.

—¡¡Ahhh!! ¿Qué? —abrió los ojos somnolientos—, ¿qué pasa? ¿Aquiles? —miró a la camilla y se sobresaltó. Al ver que el perro estaba en la misma posición de antes, se tranquilizó. Y yo intenté hacer lo mismo.

—Tranquilo, está todo bien. Deberías irte a casa, es tarde. Aquiles está estable.

—¿Ha funcionado?

—Creo que aún es demasiado temprano para hacer afirmaciones, pero de momento al parecer el tratamiento de está funcionando. Sin embargo, tiene que ir seguir siendo monitorizado.

—Quiero estar aquí para cuando se despierte.

—Muy bien. Pero eso puede llevar unas horas. Al menos, vete a mi consulta. así podrás descansar mejor. Prometo qué si pasa algo te llamaré.

Resignado, cansado, agotado era como yo lo vi. No pudo resistir y acabó por aceptar mi sugerencia. Ya acomodado en la camilla, me miró preocupado.

—¿Y tú? ¿No deberías descansar también? Ha sido una noche intensa.

—Aún estoy de guardia y estoy acostumbrada. No te preocupes por mí, estaré cuidando de él. Cuida tú de ti.

—Una vez en este mismo local te pregunté quién cuidaba de ti. Tu mente es fuerte y resiliente. Lamento que te hayan hecho pensar lo contrario.

—Y también.

Cuando estaba a punto de salir, sentí que me cogió del brazo y mi cuerpo se pegó al suyo sentado en la camilla.

—Parece que hemos invertido las posiciones —dijo susurrándome en los labios, recordándonos nuestra noche allí.

—Por primera vez en mucho tiempo tengo que darte la razón —bromeé, para ocultar el nerviosismo.

—Verás, hay otras cosas en las que tengo razón. Tal como esto...

Sus labios se apoderaron de los míos con ternura y sentí que, de hecho, tenía razón. Lo echaba de menos, mis sentimientos por él no habían cambiado, sino que todo lo contrario se me intensificaban cada vez más. Acepté su boca con ansia y su beso también se intensificó. Ahora era demandante, exigente y pedía a gritos que no se acabase nunca. Pero se acabó, abruptamente cuando reculé dos pasos. Ni yo sé por qué lo hice. Sí lo sabía, tenía que mantener la cordura, por Aquiles. Por mí y por Toby. Los dos estábamos agotados anímicamente y lo que quiera qué pasara entre nosotros era el fruto de una noche en la que estuvimos unidos por fuerza mayor y por causas más nobles de las que nuestra mente ahora mismo se planteaba.

—Lo siento —me dijo. Yo no, pensé, pero aceptaba su arrepentimiento—. Gracias por todo, Francesca. Por todo lo que has hecho por Aquiles. Nunca lo olvidaré y te estaré eternamente grato.

Asentí con la cabeza, intentando no llorar de la desolación que mi corazón sentía. Él solamente estaba abrumado y agradecido de lo que hice por el bichito, nada más. ¿Qué esperaba? Siempre se había comportado bien conmigo y eso no había cambiado. Pensé que debería hacer lo mismo.

Regálame un bichito |ROMANCE JUVENIL| TERMINADA & COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora