Capítulo 20 - Reencuentros

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 Música para acompañar los capítulos: 

Sam Smith - Too Good at Goodbyes

Adele - When we are young


Capítulo 19 - Reencuentros

La semana pasó relativamente rápido. Cuando llegó el viernes yo era un manojo de nervios. Toby me dijo que Susan llegaría ese mismo día y que no podríamos vernos. Para mí era la excusa perfecta, porque Luca ya me había enviado un mensaje de texto con el lugar y la hora de nuestra cita. Una a la que, por cierto, no me interesaba ir. Los recuerdos seguían volviendo a mi memoria. Y eso no era nada bueno.

Llegué al lugar acordado media hora antes. No quería llegar tarde ni que me esperaran. Me senté en la barra del restaurante del hotel donde Luca había reservado. Imaginé que era el hotel donde se alojaba. De todos modos, no tenía ninguna ilusión especial por estar en un lugar así con él. Cada minuto de espera se me hizo eterno. El corazón se me aceleró tanto que sentí que se me iba a salir por la boca. Maldita costumbre de llevar tacones, que las piernas me temblaban tanto que llegué tambaleándome hasta la silla. Mientras tomaba mi agua lo vi entrar. Con su sonrisa atrayente, su aspecto elegante y pulido. Menos mal que estaba apoyada en el respaldo del asiento, porque de otro modo me habría caído de espaldas. No porque me causara algún tipo de interés, porque ya no, sin embargo me seguía desconcertando. Y me daba, incluso, algún reparo.

—Me alegro de que hayas venido...

Reconozco la voz al instante. Solo una persona tiene esa mezcla de voz grave y rasgada que consigue cabrearme con tan solo rozar el aire. Giro la cabeza y ahí está él, Luca, mi última relación. Tiene una sonrisa de suficiencia dibujada en la cara y los ojos clavados en mí. Ni siquiera se digna a ser más sutil. Me cruzo de brazos y frunzo el ceño.

—No me has dejado muchas alternativas. ¿No tienes nada mejor que hacer que espiarme y perseguirme?

—¡Que recepción, mi amor! —casi me levanto y salgo por la puerta cuando lo mencionó—. No es que te espíe, es que no eres precisamente una persona discreta. Ni tu ni tu amiguito.

—Para de hablar de otras personas como si las conocieras. No tienes nada que hablar de mi vida, así que haznos un favor a los dos y di lo que quieres, y así acabamos con esto.

Dejó escapar un amplio suspiro.

—Francesca, ¿vamos a cenar? Te invité a cenar, así que no vas a hacerme lo feo de negarme tu compañía para la cena. Al menos quédate por los viejos tiempos... —dijo él con mucha tranquilidad.

Acabé por asentir y nos levantamos, dirección al restaurante. Hicimos nuestros pedidos, él pidió un vino tinto y me serví un poco.

—¿Estás enamorada de ese chico? —soltó sin más preámbulos. Me quedé mirándolo incrédula con su atrevimiento.

—Luca, déjame dejarte claro una cosa: tu y yo ya no somos nada. De hecho, creo que nunca fuimos nada, así que por favor no me hagas preguntas relativas a mi vida personal, porque no tengo intención de contestarlas.

—Quizás tu pienses que no hemos tenido nada, pero eso no es verdad. Es que... para mí no es fácil hablar de lo que pasó, ni siquiera sé cómo empezar. —Se pasa la mano por el pelo dubitativo.

—Podemos empezar por aquí: ¿cómo está tu hijo o hija? Tendrá unos dos añitos, ¿no? ¿Y tu mujer, cómo está? ¿Más recuperada del choque inicial?

Al principio me miró con una cara sonriente, pero poco a poco, a medida que destilaba veneno, su expresión se volvió más oscura e incluso diría que aterradora.

Regálame un bichito |ROMANCE JUVENIL| TERMINADA & COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora