¡𝚖 𝚊 𝚕 𝚍 𝚒 𝚝 𝚘 𝚢 𝚊 𝚍 𝚘 𝚛 𝚊 𝚋 𝚕 𝚎 𝚓 𝚒 𝚖 𝚒 𝚗 ! [editando]

⟨Una disculpa⟩

Había logrado liberarme de Jimin tras terminar esa canción, lo cual me hizo sentir aliviada pues la extraña sensación dentro de mí persistía y me sentía tan confundida respecto a ese molesto y bonito chico.
Se estaba haciendo tarde así que ví el momento indicado para irme.

—Seungwan, creo que me iré ahora—hablé dirigiéndome a mi amiga.

—¿Qué? ¿Tan pronto?—me vió con desilusión.

—Es tarde ya y debo trabajar mañana. Te agradezco mucho la invitación y todo; me la pase muy bien—sonreí. —Sigue disfrutando tu cumpleaños.

—Pero...¿cómo te irás?—me observó con curiosidad.

—Ah, tomaré un taxi.

—¿Qué? Eso es peligroso, Sunsook.

—No, estaré bien—intenté tranquilizarla.

—Ash, que mal momento para que el tonto de mi hermano se haya emborrachado—rodó los ojos. —No quisiera que te vayas sola con un desconocido.

—Wendy, está bien. Yo–

—¡Ya sé!—me interrumpió. —Puedes irte con Jimin.

Mis ojos se abrieron con sorpresa y Jimin volteó a ver de inmediato al escuchar su nombre.

—¿Qué? ¡No, no!—me apresuré a responder. —No es necesario.

—Sun, es tarde y créeme que estaríamos tú y yo más tranquilas si Jimin puede llevarte—hizo un puchero.

—No, Wendy, de verdad yo–

—¡Jimin!—volvió ella a ignorar mis palabras y el rubio fijó su vista en ella al escucharla llamarlo. —¿Te importaría llevar a mi amiga Sunsook a su casa?

Jimin volvió a verme y le intenté decir con la mirada que se negara, sin embargo, él nunca me hacía caso así que simplemente sonrió y se encogió de hombros.

—No, no tendría problema alguno—habló casual y quise asesinarlo otra vez.

—¡Genial!—exclamó Wendy feliz. —Sun, acepta y ve con Jimin antes de que se haga más tarde.

Intenté todo lo que estaba en mis manos para evitar a toda costa irme con Jimin, sin embargo, Wendy era tan insistente y no me dejó en paz hasta que prácticamente me obligó a acceder.
Tras despedirme de ella y del apenas consciente Yoongi, salí del lugar con Jimin detrás mío.
Lo que más quería evitarlo, pero el universo siempre me daba de bofetadas poniéndose en situaciones contrarias a mis deseos.

Caminamos hasta el estacionamiento en absoluto silencio mientras yo intentaba convencerme de que todo estaría bien.
Él se detuvo frente a un lindo auto blanco.

—Aquí. Sube.

Mis pies se negaban a avanzar.
No quería compartir el mismo espacio por más tiempo con él así que tontamente solo me quedé parada observándolo mientras mantenía abierta la puerta del asiento copiloto para mí.

—Sunsook, por favor—resopló. —No voy a secuestrarte ni nada por el estilo. Estoy siendo amable y es algo que le prometí hacer a Wendy así que sube de una vez—dijo algo irritado.

Me lo pensé algunos segundos más, pero finalmente terminé subiendo.
Él cerró la puerta y tras dar la vuelta se instaló en el asiento del conductor.

—Cinturón—dijo y torpemente asentí para colocármelo.

Él empezó a conducir y no hizo más que preguntarme mi dirección. Tras responderle, el silencio volvió a interponerse entre nosotros.
Todo el camino fue así, cosa que por una parte me pareció mejor.

Después de unos minutos, finalmente habíamos llegado. Él detuvo la marcha y yo me apresuré a liberarme del cinturón.

—Bien...muchas gracias. Adiós—dije a punto de abrir la puerta para salir.

—Sunsook, espera—lo escuché decir y me detuve para verlo.

—¿Qué?—pregunté confundida.

—Yo...solo hay algo que quiero decirte.

Fruncí el ceño sin entender, pero asentí.

—Yo...hmm...bueno—se rascó el cuello—, realmente quería ofrecerte una disculpa. Desde esa vez que nos conocimos no he hecho más que molestarte con ese asunto y, tienes razón, me he portado muy mal contigo. Lo siento.

No pude evitar que mi boca se abriera formando una "o".
¿Había escuchado bien? ¿Jimin se estaba disculpando conmigo? ¿El engreído de Park Jimin?

—Y...¿bien?—me habló haciéndome reaccionar.

—Ah, sí—parpadeé volviendo a la realidad. —Está bien, hmm, gracias por disculparte—sonreí. —Yo...yo supongo que también tengo que disculparme, ¿no? También he sido grosera contigo y te he dicho muchas cosas horribles. Lo siento, Jimin.

Una bonita sonrisa se posó en su rostro tras mis palabras.

—Bien, de acuerdo—asintió. —Supongo que estamos mejor ahora—sonrió otra vez. —Deberías ir a descansar, ya es tarde.

—Ah, sí—reí torpemente. —Gracias.

Salí del vehículo y él aún me observaba a través del vidrio de la ventana.

—Adiós—dije sin saber bien que decir o hacer.

—Adiós, cuídate—me dió una última sonrisa antes de encender el auto nuevamente y marcharse.

Me quedé un rato totalmente inmóvil mientras trataba de asimilar lo que recién había pasado.
¿Qué había pasado con él? De un momento a otro me mostraba esta faceta dulce y tierna y mis pensamientos se habían vuelto un caos.
Oh, que extraño y hermoso era Park Jimin.

💙💙💙