⟨Salgamos esta noche⟩

119 11 1
                                    

—¡Es un tonto!

JungKook saltó en su lugar al escucharme azotar la mesa.

—Por Dios, ya, SunSook—me observó irritado. —Se supone que yo debería estar molesto tras lo que me has contado. Mira que me ocultaste que habías seguido contactando al tal JiMin e incluso fuiste a verlo y, el colmo de todo, él te gusta—me vio incrédulo. —Jamás imaginé algo así.

Rodé los ojos.

—Si no te dije nada fue porque sé que empezarías con tus cosas. Para mí ha sido difícil incluso entender mis sentimientos como para complicarme más con tus comentarios.

Él suspiró.

—Bien, como sea, no logro entenderte. Dices que te gusta, pero lo maldices a cada rato. ¿Tiene eso sentido?

—¿Es que no entiendes?—casi grité con desespero. —El tonto de JiMin me puso a temblar y quedé como tonta al hacer evidente que deseaba tanto besarlo—chillé jalándome el cabello. —Él se burló de mí, pero luego con tranquilidad prácticamente me confesó que le gusto. ¿Eso tiene algún sentido para ti? ¿Me he vuelto loca o es él el lunático?

JungKook me lanzó otra mirada de fastidio y tomó un sorbo de su bebida antes de responderme.

—Es obvio que él sabe perfectamente que tú casi mueres por él y quería jugar contigo—se encogió de hombros. —Si lo vemos desde ese punto, todo es tu culpa, Sun, por hacer todo tan evidente con ese chico.

Abrí la boca sin poder creer lo que escuché.

—¿Cómo dices eso? Desde el primer día yo le dije que era un idiota y le seguí el juego cuando él me insultaba. ¿En qué momento le dije algo bueno? No fue hasta que él se disculpó conmigo que empecé a suavizar mi actitud y entender que me gustaba.

—Pues yo lo deduje desde que me pediste investigar sobre él. Es decir, ¿por qué tenías tanto interés en un desconocido? Era obvio que te atrajo desde que lo viste por primera vez, de lo contrario, habrías dejado pasar todo.

—Pero...ah—me quejé frustrada. —¿Cómo me fue a gustar después de todo? Lo odio y es un tonto, pero a la vez es el chico más lindo que existe.

Mi amigo hizo un gesto de desagrado.

—Pues yo tampoco entiendo esa extraña relación de amor-odio que desarrollaron, sin embargo, parece que él está igual de loco que tú si te ha dicho que le gustas.

—Ese es el otro asunto. ¿Él lo dijo de verdad o solo está jugando conmigo nuevamente?—resoplé. —¿Qué debería hacer, Kook?

—Eso es exactamente lo que quería preguntarte, ¿qué vas a hacer, SunSook? No sé, tú y él deben resolverlo.

Iba a protestar ante los consejos de JungKook, sin embargo, me quedé callada cuando escuché mi celular sonar.
Lo tomé para ver de quien se trataba y quise llorar al ver el nombre en la pantalla.

—No es posible, es JiMin.

—Pues responde—habló JungKook con obviedad. —Tras todo lo que pasó cuando fuiste a verlo esconderse no será la mejor solución.

Hice un puchero y tomé un poco de aire antes de responderle.

—¿Hola?

¡SunSook! ¿Cómo estás? ¿Llegaste bien ayer? Lo siento, me surgió algo y ya no pude llamarte.

—Sí, no hay problema, todo está bien—hablé con incomodidad al ver la sonrisa burlona de JungKook frente a mí. —¿Qué pasa?

Pues...estaba pensando y...¿por qué no salimos esta noche?

—¿Qué? ¿Salir?

—Sí—habló tranquilo y entusiasta. —Como te dije ayer, creo que deberíamos dejar nuestro penoso primer encuentro atrás y salir. Además considero que tenemos una charla pendiente.

—Bueno, la verdad es que estoy muy ocupada—me apresuré a decir y JungKook alzó sus cejas en reproche. —Ah, no creo poder, que lástima—mentí.

La verdad es que quería ocultarme y no ver a JiMin pues solo recordar lo que había sucedido me hacía sentir humillada y patética.

—No importa, te esperaré el tiempo que sea necesario porque quiero hablar contigo. Dime a que hora te desocupas y paso por ti.

—¿Qué? No, JiMin–

—No puedes negarte—pude imaginármelo sonriendo. —Es mejor que aceptes, de lo contrario me veré obligado a usar otros medios para averiguar donde estás e ir yo mismo a buscarte sin importar quérió. —Soy capaz de hacerlo, Do SunSook.

Él debía estar bromeando.

—No puedes hacer algo así.

—Claro que puedo; mejor no me retes.

—JiMin...

—Voy a llamarte a las ocho. Será mejor que estés lista. Ten un buen día, nos vemos más tarde.

—Pero–

El sonido de la llamada finalizada hizo eco en mis oídos. El muy idiota me había colgado sin dejarme decirle otra cosa.
Abrí la boca con indignación mientras veía la pantalla del celular.

—¡Ah, maldito tonto! ¡No lo soporto!

Una risa irónica de JungKook me hizo voltear a verlo.

—En definitiva ambos están locos. ¿Qué te dijo?

—Me invitó, no, me obligó a salir con él. ¿Cómo demonios hace este tipo de cosas? ¿Qué voy a hacer?

—Ve con él—se encogió de hombros. —Ya sea que se odien o se amen, díganselo directamente y dejen de hacer tanto drama.

Analicé las palabras del pelinegro.
Tenía razón, lo único que parecía poder hacer era intentar hablar sinceramente con él.
Tomé un trago de agua.

—Bien, parece que no tengo opción. Saldré con él y veremos que pasa.

—Suerte con eso.

En definitiva iba a necesitar suerte y probablemente algo más porque no tenía idea aún de lo que pasaba por la cabeza de Park JiMin.

💙💙💙




¡𝚖 𝚊 𝚕 𝚍 𝚒 𝚝 𝚘  𝚢  𝚊 𝚍 𝚘 𝚛 𝚊 𝚋 𝚕 𝚎  𝚓 𝚒 𝚖 𝚒 𝚗 ! [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora