⟨Una en un millón⟩

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Sentí un alivio enorme en cuanto me senté en uno de los asientos del autobús. No me había costado mucho encontrar la parada y los autobuses efectivamente pasaban por donde vivía. Al fin lograría llegar.

El camino se me fue en pensar la manera en que mataría a JungKook por lo que me había hecho, pero, a la vez, aquel pesado y desagradable chico dueño de la casa donde había despertado. Mentiría si dijera que no me causaba curiosidad.
¿Quién sería? ¿Qué hacía en la fiesta de SeokJin? ¿Por qué había tenido que pasarme esto con él?

Mis pensamientos sin sentido se vieron interrumpidos en cuando reconocí la parada cercana a mi hogar. Me puse de pie enseguida y bajé del vehículo.
Sonreí tontamente al sentirme al fin en casa.

Caminé las pocas calles que faltaban hasta que llegué a mi casa. Por fortuna las llaves seguían en el bolsillo de mi chaqueta, así que pude abrir sin ninguna dificultad.

Ya dentro del recinto, me dejé caer al suelo sin cuidado alguno y reí tontamente.
Todo había sido tan tonto, pero al fin estaba en casa.
Observé el reloj en la pared y ví que eran ya las cuatro de la tarde.

Corrí a mi habitación, busqué el cargador y lo conecté de inmediato a mi celular. Recién encendió marqué el número de JungKook. Ese pequeño revoltoso no se libraría de mí tan fácilmente.
Respondió al segundo tono.


-¡¿SunSook?! ¡Dios, dime que eres tú!-escuché su voz preocupada.

-Maldito-solté sin pensar mis palabras. -¡¿Cómo carajo puedes hacerme algo así?! ¡No sabes todo lo que tuve que pasar!-grité a punto de llorar.

-¡Ah, sí eres tú!-habló más aliviado. -¿Dónde estabas? Estoy muriéndome de la preocupación en cuanto no te encontré y no lograba contactarte.

-¿Estabas preocupado?-reí con ironía. -Me abandonaste en la fiesta de un desconocido, ni siquiera respondiste cuando te llamé en la mañana y no tienes ni la mínima idea de todo lo que tuve que pasar este maldito día, Jeon JungKook.

-Tranquilízate, ¿sí? Perdona, fue todo un caos. ¿Estás bien? Iré a verte ahora mismo para hablar.

-Dios, enserio que quiero matarte. Estoy bien, ven que necesito explicaciones.

-Claro. Llego en veinte.



Terminó la llamada y fui de inmediato a darme un baño. El olor a vómito seguía impregnado en mí.

Diez minutos después ya estaba limpia y sentí como si un gran peso se quitara de mi espalda. Me alimenté y me senté a esperar a que JungKook llegara.


Aproximadamente quince minutos después, los golpes en mi puerta se escucharon. Fui a abrir rápidamente.

-¡Sun!

El castaño se abalanzó sobre mí y me abrazó con fuerza. Torpemente le correspondí.

-¡Ah! Es tan bueno verte.

-Sí, claro. Pasa de una buena vez.

Caminamos hasta la sala y nos sentamos frente a frente.

-¿Qué te sucedió? ¿Por qué estás tan molesta?

-Créeme que todo ha salido mal. Tengo motivos para estarlo, JungKook.

-Cuenta de una vez. No entiendo nada.


Procedí a relatar mi extraña aventura y explicarle a detalle lo horrible que había sido todo desde que desperté esa mañana.

-¿Hongdae? ¿Cómo dices que era el chico?-me vió confundido.

-Pues...normal. Era más bajo que tú seguramente, tenía cabello negro, ojos pequeños y unas características mejillas rechonchas. No sé como describirlo.

Se quedó analizando algunos segundos.

-No sé, no creo conocer a nadie con esas características. ¿No sabes su nombre?

-No, JungKook. Te estoy diciendo que el tipo era realmente desagradable y estaba totalmente enfadado conmigo. No íbamos a ponernos a socializar-rodé los ojos.

-No me culpes del todo. Tú, borracha, te tragaste tanto alcohol que quedaste inconsciente. Si hubieras sido más prudente nada de esto hubiera pasado-me recriminó con un puchero.

-Entiende que estaba nerviosa. Tú desapareciste y luego Tae se fue con una chica. Estaba en un lugar que no conocía con gente que tampoco conocía y, francamente, cuando empecé a tomar no sabía que era alcohol.

-Realmente eres tonta para no saber eso-rió. -Como sea, si te hace sentir mejor me disculpo. Me encontré con unos amigos y luego empezamos a hablar y perdí la noción del tiempo. Además pensé que Tae estaría contigo.

-Se supone que mi mejor amigo eres tú, no TaeHyung-solté un suspiro. -En todo caso, me disculpo también. Tienes razón, no fue tu culpa. Si no hubiera sido tan irresponsable esto no hubiera pasado. Es solo que me sentía realmente mal; pensé que nunca podría volver. Quería morirme.

-Ya estás aquí, eso es lo que importa-sonrió. -Agradezcamos que te encontraste con esos buenos chicos que te ayudaron y además, que Jisoo, a pesar de todo, también lo hizo. Siento eso, sé que no te gusta mucho tratar con tu hermana.

-Está bien-sonreí levemente. -Es algo que no puedo evitar después de todo. Al final, aprendí algo de todo esto.

-¿Qué?-me vió curioso.

-Nunca jamás aceptar ir a otro lugar contigo.

-Ah, no seas así, Sun-rió. -Esto no volverá a suceder.

-Preferiría no averiguarlo-reí también. -Ya, hablando enserio, lo único que realmente quiero es no volverme a topar con ese desconocido. Que vergüenza, pero a la vez es demasiado irritante.

-No te preocupes-JungKook se encogió de hombros. -¿Por qué habrías de volverlo a ver? La posibilidad de que eso pase es como de una en un millón-soltó relajado.








Lo creí.
Maldita única posibilidad que se hizo realidad.



























💙💙💙



















¡𝚖 𝚊 𝚕 𝚍 𝚒 𝚝 𝚘  𝚢  𝚊 𝚍 𝚘 𝚛 𝚊 𝚋 𝚕 𝚎  𝚓 𝚒 𝚖 𝚒 𝚗 ! [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora