⟨Mi amor⟩

107 10 0
                                    

—¿Y entonces para cuando podemos tener listo el borrador final, SunSook? ¿SunSook? ¡Do SunSook!

Me sobresalté al escuchar el grito de mi jefa.
Salí de mis pensamientos y le di una sonrisa apenada. Otra vez estaba divagando demasiado en mis ensoñaciones.

—Disculpe, ¿qué me estaba diciendo?

Ella suspiró frustrada y HoSeok rió de inmediato.

—Ni te esfuerces en hablar, Jinni, que nuestra querida SunSook está totalmente desconectada de la reunión.

Le di una mirada molesta a mi compañero por su indiscreción y él solamente me sonrió con tranquilidad.

—Ya veo—Jinni asintió entre molesta y divertida. —Mañana reanudaremos el tema y espero que estés más concentrada—me apuntó con el dedo en señal de advertencia.

La pelinegra salió de la sala y solté un suspiro cansada.
HoSeok se apresuró a llegar a mi lado.

—Necesitas enfocarte, Sun. Entiendo que puede que estés imaginándote cosas grandiosas con tu novio ese, pero el trabajo es también importante.

Sentí el calor subir a mis mejillas. 

—JiMin no es mi novio, y no estaba pensando en él—ataqué intentando defenderme.

—Seguro—ironizó. —En todo caso, deja de pensar tanto y trabajemos porque si no nos echarán de aquí.

La tarde se me pasó demasiado lenta. El haber regresado, tan pronto, a la universidad había traído de vuelta mis preocupaciones y múltiples responsabilidades que me iban a volver loca.

Agradecí en cuanto la hora de salida llegó y refunfuñé al recordar que había quedado con JungKook para realizar un trabajo.
Iba a llamarlo para avisarle que llegaría a su casa pronto, sin embargo, me asusté cuando al salir de mi trabajo ví un auto negro estacionado que yo conocía bastante bien.

—¡SunSook!

Al verme de inmediato salió del vehículo y corrió a abrazarme. Le devolví el gesto, aunque lo continúe observando con desconcierto, sobre todo porque su atuendo demasiado formal también era algo inusual.
Debía admitir que me gustaba mucho verlo en traje, pero no era normal que él usara algo así cuando se encontraba conmigo.

—¿Qué estás haciendo aquí, JiMin?—pregunté confundida.

—Vaya, pensé que te daría gusto verme—hizo un puchero de decepción.

—Me da gusto, pero es raro—entrecerré los ojos. —Solemos vernos los fines de semana, ¿por qué ahora has venido hasta aquí?

Meditó unos segundos antes de darme una respuesta.

—Quería verte. ¿No es eso suficiente?

Intenté no sonreír, pero fallé.

—Uhm, no parece creíble.

—¿De qué hablas? Sun, te llamo y apenas me respondes, ¿cómo no te voy a extrañar?

—Sí te respondo—hablé a la defensiva. —Es solo que tú te pones de irritante llamando cada media hora y es obvio que no puedo contestarte siempre.

Rió ligeramente y abrió la puerta del asiento copiloto.

—Vamos, yo invito la cena.

—Ah, es que tenía que estudiar con JungKook y–

—Tu amigo no se va a morir porque te robe unas cuantas horas—me guiñó. —Anda.

Rodé los ojos porque sus ojos y su voz dulce siempre terminaban convenciéndome.
Entré en el auto y él sonrió satisfecho para luego subir también y empezar a conducir.

¡𝚖 𝚊 𝚕 𝚍 𝚒 𝚝 𝚘  𝚢  𝚊 𝚍 𝚘 𝚛 𝚊 𝚋 𝚕 𝚎  𝚓 𝚒 𝚖 𝚒 𝚗 ! [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora