Belleza endemoniada

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Me encontraba parada en el umbral de la casa de mi tía. Detrás de mí resonaban las gotas de lluvia estrellándose en el asfalto. Cerré mi paraguas y toqué la puerta firmemente.

Unos segundos mas tarde, esta se abrió de un solo tirón. Del otro lado un asustado Adrien me hizo una seña para que pasara.

-¿Donde esta?- dije con voz de "misterio"  mientras ponía el paraguas en el piso y cerraba la puerta con mi trasero.

-Arriba- asentí y me dirigí con pasos firmes hacia las escaleras.

Adrien me siguió hasta la puerta de la habitación de la tía Maggie.

-Espera aquí- le dije volteando a mirarlo.

-Pero...tú...- balbuceó. Coloque mi dedo índice en sus labios.

-Sh, estaré bien.

Extraños ruidos venían del otro lado de la puerta. Golpes, una melodía extraña, aullidos quizás.

Coloqué mi mano en el frío metal del picaporte.

Quizás moriría si entraba, pero debía hacerlo, era mi deber. "Espera... no lo es" dijo mi voz interior. Asentí, esa voz tenía razón ¿para que lo hacia?

-¿Teniendo otra conversación interna?- preguntó Adrien.

-Calla- proteste- Luego arreglamos lo que me debes.

Abrí la puerta y entre rápidamente sin darle tiempo de contestar. ¿Acaso pensaba que exorcizar a la tía iba a ser gratis? Oh no, querido Adrien. Así no funcionan las cosas en Abbeylandia.

Levanté la vista lentamente teniendo miedo de lo que podía llegar a encontrar.

La habitación estaba a oscuras, con excepción de unas cuantas velas aromáticas situadas en forma de circulo al rededor de la cama de mi tía.

La vieja radio estaba encendida. Una música ochentosa resonaba en la habitación junto a unos casi inaudibles murmullos que, según pude identificar venían de mi tía. El ambiente era similar a un capítulo de Scream Queens.

Me acerqué cautelosamente a la cama y encendí el velador.

-¡Ah!- grité horrorizada cuando la luz invadió la habitación.

La tía Maggie estaba acostada en la cama rodeada por las velas. Su cabello rubio falso estaba enmarañado sobre la almohada dándole un estilo afro mas raro que lo normal. Sus ojos estaban cubiertos por dos rodajas de tomate, y el resto de su cara estaba cubierta con una extraña mezcla marrón apestoso.

Pegó un salto sentándose en la cama al oír mi grito.

-¿Pero que...?- la mire confundida.

-¿Quién osa interrumpir mi ritual de belleza?- gritó con una voz sorprendentemente grave  mientras un fuerte trueno sacudía las ventanas.

-Yo...yo...- no podía terminar la frase.

-¿Acaso eres tu Angelina Jolie? ¿Temes que te robe a Brad Pitt con mi hermosa belleza?- dijo llevando las manos a su cara para quitar las rodajas de tomate.

-Tía soy...soy Abbey.

-¡Oh Abbeysita!- exclamó y su voz volvió a ser tan aguda como antes -¿Que haces aquí?- preguntó amable mientras quitaba los tomates de sus ojos.

-¿Qué tienes en la cara?- dije pasando un dedo por su mejilla. Lo acerque para poder ver mejor que era.

-¡Ay! Yo no te recomendaría tocarlo- exclamó con su voz chillona.

-¿Que? ¿Por qué?

-Es un tratamiento tailandés que encontré por internet- explicó- básicamente es popo de mono- sonrió.

-Ew- hice una mueca de asco y limpie mi dedo disimuladamente con el borde de mi camiseta.- ¿Y para qué los tomates?¿Otro tratamiento?

-No- dijo mientras lanzaba una chillona carcajada- se me acabaron los pepinos.

***

Luego de explicarle a Adrien todo lo ocurrido y asegurarle de que era seguro quedarse en la casa de la tía Maggie el insistió en irse conmigo.

-Por favor Ab- dijo mientras se agarraba de mi pierna y tironeaba de mi pantalón como un niño pequeño.

-¡Que no! Ya son las dos de la mañana y estoy cansada- dije por décima cuarta vez.

-Te lo suplico. Quiere depilarme con cera- susurró haciendo cara de cachorro.

-¡Aigh!- me quejé- Está bien- dije poniendo los ojos en blanco.

-¡Si! ¡Te amo!- me abrazó.

Nos despedimos de la tía (la cual seguía si entender porque Adrien no quería ser depilado con cera importada) y nos encaminamos hacia mi casa.

-No sabes cuanto te lo agradezco- sonreía Adrien.

-Ya esta bien, pero me debes unas cuantas.

-Tienes chocolate en la camiseta- dijo pasando el dedo por la popo de mono que había limpiado en mi camiseta.

-Oh no, eso no...- pero era demasiado tarde, Adrien ya había metido la popo en su boca.

________

¡HOLA MANOLA! (¿No te llamas Manola? Oh dios debo revisar mi información )

Gracias por leer ❤✌

Ahora, ¿que piensan del nombre para el grupo de lectoras?
Muchas me dijeron que estaban de acuerdo. Puedo poner las opciones en el próximo capitulo y van votando a la que mas les guste.

No olviden dejar sus hermosos y sensuales comentarios ✏ Y obviamente sus preciosos y suculentos votos ★

Muchísimas gracias por su apoyo y sus hermosas críticas  (no he recibido negativas así que es genial ) Me hace feliz saber que hago feliz a alguien.

Lluvia de amor para ustedes

ProvocativePizza

Cómo ser AbbeyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora