Chihuahua y contracciones

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-¡Yey!- chilló alegre Frankie mientras entraba en el autobús. Suspire y entre tras el.

Me encontraba subiendo al autobús que nos llevaría a la playa mas cercana. Logan, Tara, Frankie, Greg y mi hermoso novio me acompañaban. Adrien luego de casi matarme por haberle sacado una ceja "sin razón" (según el) dijo que el iría por su cuenta mañana.

El olor a desodorante de ambiente me volteó. Tomé mi boleto y revisé mi numero de asiento. "18 B"

Divisé mi asiento una dos filas mas atrás.

-Vamos a la playa, al mar, a la arena, construir castillitos con mis amiguitos, la la la- Frankie cantaba una canción improvisada mientras caminaba hacia su lugar.

Ethan me hizo señas desde su asiento. Habíamos pedido viajar juntos. Me senté a su lado y el beso mi mejilla.

-¿Como amaneció señorita?- pregunto intentando hacer un falso acento ingles.

-Descartando la trampa para ratones que aun tengo en el pie, bien, gracias.- dije sarcástica, no estaba de buen humor hoy.

-¿Peter?- preguntó.

-Peter- asentí.

-Lamento interrumpir su momento "Bajo el mismo equipaje de mano"- interrumpió Greg- Pero Abbey, lamentablemente, estas en mi asiento.

Mire donde indicaba el número y fila, efectivamente no era mi silla. Estaba en la "19 B"

-Recorcholis- me quejé levantandome.

-Greg, se que no te caigo del todo bien pero ¿Por que no dejas a Abbey sentarse aquí?- rogó Ethan.

-Lo siento Freddy el apestoso, tu seras apestoso pero el de adelante esta peor.

Suspiré al ver que mi amigo estaba en lo correcto. Mi nueva compañera de viaje era una señora que ocupaba todo su lugar y la mitad del mio.

Llevaba una blusa estampada con flores de distintos tonos de rosa, unos shorts color caqui, una gorra que tenia solo visera y un chihuahua del tamaño de una rata algo gorda entre sus brazos. El pobre animal iba vestido exactamente igual que su dueña, pero las flores de la blusa eran pequeños huesos brillantes.

-Hola- dije sentándome a su lado de mala gana.

-¡Selfie!- exclamo mientras sacaba su celular color rosado y nos tomaba una auto-foto.

-¿Pero por que?- me queje al ver lo mal que había salido en esa foto.

-¿Es lo que hacen los jóvenes ahora, no? ¡Selfie!- volvió a exclamar tomando una segunda foto.

Lo único que me faltaba.

-¡Ay! Linda tu no te preocupes, colocamos algunos filtros y quedaras como Megan Fox- dijo demasiado fuerte.

***

El viaje fue mas largo de lo que debería haber sido.

La señora no paraba de tomarme fotos y editarlas. El pequeño perro (que luego de que me mordiera unas quince veces me enteré que se llamaba Madonna) estuvo ladrando y chillando todo el viaje, eso sin contar la parte en la que me dejó un "regalito" sobre el regazo.

Lo peor de todo es que cada vez que conseguía dormirme algo pasaba.

La primera vez Ethan me despertó con un "Ab, ¿estas dormida?"

La segunda y la tercera con los ladridos histéricos de Madonna.

La cuarta con Frankie que tenia que ir a hacer "pipí" pero no se animaba a abrir la puerta del baño del autobús porque la noche anterior había visto una película de serpientes asesinas que se colaban dentro del baño de un avión.

La quinta fue con Tara, que había encontrado a otro de sus ex. Chase  el vaquero estaba sentado dos filas delante mio.

La sexta, un señor que iba al lado mio había sacado de su bolso de mano una serpiente pitón. A Frankie casi le da un paro cardíaco y tuve que ayudarlo a respirar. ¿Como se como manejar estas situaciones? La tía Maggie me había obligado a acompañarla a clases donde le enseñan a las mujeres embarazadas a respirar cuando tienen contracciones y eso. ¿Por qué me obligo a ir? Quizás porque está loca.

Cuando me asomé por la ventana y vi el cartel de que estábamos entrando a Cost Land casi salto de alegría.

-¡Al fin! Saldré de esta prisión sobre ruedas- me hable a mi misma en voz alta.

Saqué una hamburguesa de mi bolsillo y le pegue un mordisco. Inmediatamente Madonna el chihuahua intento quitármela.

-¡Sal que aquí ahora mismo!- le advertí. Pero el bicho no me hizo caso y se aferró con el hocico a mi pobre hamburguesa.

Me paré y comencé a agitar la hamburguesa para que el perro se separara. Pero seguía aferrado mientras lo movía de un lado al otro. La serpiente pitón lo seguía con una mirada hambrienta.

De un momento al otro el chihuahua soltó la hamburguesa y salió volando por la ventana que estaba lado de su dueña.

La dueña del perro comenzó a gritar y me aplasto cuando se levantó del asiento para pedirle al conductor que pare el autobús.

Todos se me quedaron mirando boquiabiertos. Sonreí tímidamente y los saludé con la mano.

Tomé lo que quedaba de la hamburguesa, la limpie un poco y le di otro bocado.

El autobús paró de repente. Los gritos histéricos de la señora se escuchaban mas fuerte ahora.

-¡Esta loca! ¡Tiró a Madonna por la ventana como si nada! ¡Totalmente desquiciada!- exclamaba mientras bajaba del autobús para buscar al perro.

Sentí unos leves golpes en el hombro. Volteé y me encontré con todos mis amigos.

-Yo creo que será mejor que nos vayamos de aquí antes de que la señora vuelva- dijo Logan mientras Ethan me daba la mano para que me levantara.

Tomé mi mochila, me metí en la boca el último pedazo de hamburguesa y seguí a mis amigos hasta la salida.

Cómo ser AbbeyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora