Dulce Compañía

Capítulo nueve

Harry se pasó todo el día pensando en la noche anterior y en la rarísima propuesta de Malfoy. Se sentía confundido. Había pasado tantas semanas tratando de aclarar su mente sobre si realmente sentía algo por el rubio que cuando por fin iba a confirmarlo se fue todo por la borda. La noche previa, en esos momentos de paz, había llegado a la conclusión de que simplemente le gustaba la compañía de Draco. Se había dado cuenta que no era el mismo patán de hacía un par de años atrás, sino que era todo lo contrario, incluso hasta divertido y amoroso. "¿Qué le habrá hecho cambiar de esa manera?" pensaba Harry. A su vez, seguía avergonzado por lo ocurrido después. No podía negar que no se había imaginado una situación de intimidad con Malfoy, pero aquello lo sobrepasó. Si bien entendía la explicación del rubio, Harry se sentía sucio y depravado. "Menos mal que no llegó a ver mi fantasía de él en la ducha", suspiró aliviado. ¿Y a qué se debía aquel interés en su vida sexual? ¿Realmente Malfoy se interesaba por él o era simplemente otra manera de humillarlo? ¿Y si sospechaba que le generaba mariposas en el estómago y quería engatusarlo para después burlarse y romperle el corazón?

- "¿No habías llegado a la conclusión de que soooooolo te gustaba su compañía?" - preguntó una voz en su cabeza.

- "Así es"

- "Harry y Draco, sentados en un árbol..."- empezó a cantar burlonamente otra voz en su cabeza.

- "Cállate! No me gusta... no puede gustarme, no debe gustarme".

De noche apareció Malfoy con la cena. Lucía diferente a los días previos: ya no vestía la monótona y repetida túnica negra de cuello a pies, sino que vestía informal, con un par de jeans, chupines en las carnosas pantorrilas pero suelto y bajo en la parte de las caderas, de color gris oscuro; también vestía una remera manga-corta negra al cuerpo, lo cual dejaba ver sus musculosos bíceps y unas zapatillas urbanas marrones claras. Harry lo miró boquiabierto pues nunca lo había visto tan... tan...

- ... ¿hola? Tierra llamando a Potter...

- ¿Eh? - preguntó Harry saliendo de sus pensamientos. - si, gracias por la cena.

Malfoy rodó los ojos y le entregó la bandeja. Estuvieron en un incómodo silencio hasta que el rubio lo rompió

- Bueno...¿lo pensaste?

- Eh.. si. Te lo agradezco, pero no.

- ¿Estas seguro? - preguntaron Draco y una vocecita en su conciencia. Realmente no estaba seguro, pero se limitó a asentir con la cabeza. Tenía miedo. Temía que fuera sólo un engaño por parte de Malfoy; algo no encajaba en la propuesta y no quería ser objeto de humillación de nuevo. ¿Qué tal si, en la intimidad, él contara o mostrara sus secretos y el rubio terminaba poniéndolos en su contra?. Pero más temía que fuera cierto, se terminase enamorado y así tuviese un motivo por el cual luchar. - Qué pena. - respondió Draco. - ¿Puedo saber por qué?

- Yo.. pues... - se rascó la cicatriz tratando de ocultar su rostro avergonzado

- Aún no confías en mi, ¿verdad?

- Es que eres Malfoy y yo Potter, somos enemigos desde el primer año. Se supone que debo odiarte, no gust... por su puesto que no confío. - se apresuró a decir rogando que el rubio no sospechara nada.

- Pero si ya te he demostrado como soy en estos días. ¿Acaso no la pasamos bien?, ¿Qué debo hacer para que confíes en mi?

- ¿Por qué te interesa tanto que confíe en ti?, ¿Tan desesperado estás por tener sexo?. - Harry deseó no haber dicho lo último al ver la cara de desilusión de Draco.

- No estoy desesperado por tener sexo, Potter. La propuesta fue simplemente para distraerte un poco y hacer algo divertido antes de que...

- Ay, si, antes de que me muera. Lo dices como si fuéramos niños preparando un juego antes de que me vengan a buscar mis padres y me lleven a casa.

A Draco se le escapó una carcajada y la detuvo con esfuerzo poniendo una mano en su boca. Harry se mordió los labios para no reír.

- Es que es un hecho, Potter. - contestó tratando de recuperar el semblante serio.

- Entonces, ¡ayúdame a que no lo sea!

- No puedo... yo... lo haría si pudiera, pero... mis padres...

- Si, ya sé, su rabia recaerá en ellos. Aunque quizás, hasta que encuentren los ingredientes para lo que sea que están haciendo, ya podríamos habernos escapado todos y mudados a otro lugar y seríamos libres.

Malfoy sonrió ante la idea, pero con un dejo de tristeza al pensar en sus padres que estaban siendo prisioneros mientras esperaban la segunda llegada de Voldemort.

Estuvieron en silencio por un largo rato.

- ¿Saldrás esta noche?- preguntó Harry cambiando de tema.

- Si, tengo otra misión

- ¿Qué tienes que hacer esta vez?

Malfoy lo miró pero no contestó

- Anda, puedes contármelo, no es que se lo revelaría a alguien, ¿o si?

El rubio se tomó su tiempo para inhalar profundo y exhalar suavemente.

- Debo buscar información de ciertas personas en el Departamento de Registro de las Personas.

- Ya veo. ¿Y por cuánto tiempo estarás fuera?

- No estoy seguro. Quizás un mes o más.

- Vaya, eso es mucho tiempo.

- Si que lo es. Intenta no extrañarme. - dijo guiñando un ojo y levantándose.

- No te preocupes, estaré aquí entretenido mirando tele y tomando una cervecita.

Malfoy lo miró con cara de "qué dice este tipo". Y se dirigió a la puerta.

- ¡Oh!, casi me olvido. - dijo dándose vuelta hacia Harry. - Toma. Y asegúrate de esconderlo bien.

Le arrojó un aparatito similar al MP4. El moreno lo agarró y lo observó con detenimiento sin saber que era exactamente..

- ¿Qué es esto?

-Y pensé que tú eras el muggle... es un dispositivo que reproduce videos y esas cosas. Lo encontré en una redada a muggles. Tiene varias películas y videoclips guardados. - Se encogió de hombros.- Para que no te aburras.

Harry se quedó sin palabras y lo miraba boquiabierto.
-Ya te lo he dicho, no tenía permitido ser amigable contigo, y en ese entonces estaba desesperado por hacer sentir orgulloso a mis padres. Desearía que hubiese sido diferente. Sé que me he comportado como un idiota, pero probablemente haya sido porque realmente lo era. Además, no creo que "debamos" odiarnos por cómo fuimos en la escuela. Bah, tú me salvaste varias veces en la batalla de Hogwarts, y, sin presumir, también di mi parte en no confirmar que eran ustedes cuando te capturaron los carroñeros y eso.

Harry asintió y le dio las gracias. Por su parte, Draco lo despidió con la mano y se marchó.