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Flashback 

Narrador omnisciente

- ¿estás bien? – le preguntó la pequeña castaña al rubio que veía el acantilado

- ¿Astoria? ¿verdad? – ella se confundió, ya había hablado con él antes, hace unas semanas para ser exactos 

- Sí, lamento lo de Elena - pronunció con sentimientos genuinos, no solo él había perdido, muchos lamentaban la perdida de la última heredera de los Berrycloth. 

Fue una lastima... tal vez en otra vida, en otro tiempo, ella pudiera haber sido capaz de demostrar lo esencial que era. 

- ¿Elena? ¿de quién hablas? – al principio la pequeña Slytherin pensaba que se trataba de una especie de broma, pero en su rostro lo pudo ver

- la olvidaste – golpeó su pecho y el rubio se sorprendió – eres un idiota ¿cómo pudiste? Pensé que la amabas

- ¡Greengrass cálmate de una vez! No sé quien te crees que eres, pero no voy a permitir que vengas y me grites – y entonces ella comprendió, que no importa cuanto lo regañe, él la había olvidado para siempre

- Lo siento – dijo tratando de aguantar sus lágrimas, seguía enamorada del rubio pero el sentimiento de traicionar a la amiga que tanto la ayudó se hacía presente – debo irme – se alejó de ahí, dejando al rubio confundido. 

Sin embargo, los recuerdos de Draco sobre ella no se habían borrado, solo habían cambiado. Causando que dentro del corazón del rubio se cree la leve confusión sobre el amor; algo se prendía en él cuando recordaba cuando la llevó a la entrada de Hogwarts dormida o incluso cuando la vio en los pasillos. Lo que él no sabía es que el sentimiento de amor es tan fuerte que no se pudo borrar todo lo que sentía por Elena, causando que se vaya a la persona que más considera "soportable" quien era Astoria Greengrass

Y solo por esa necesidad de querer cubrir su sentimiento de soledad, Draco Malfoy fue capaz de fijarse por primera vez en alguien... oh bueno, el pensaba que sería la primera vez que se fijaba en alguien. 

(...)

Después de meses platicando Astoria y Draco se acercaron, los Greengrass eran muy reconocidos en el ministerio de magia y Malfoy al tener que ir por su juicio se daba el lujo de verla.

- ¿qué tal te fue? – le preguntó

- me estarán vigilando, pero no me llevarán a Azkaban

- me alegro – los dos conectaron sus miradas – creo que debo irme

- ¿te gustaría... te gustaría vernos más a menudo? – le preguntó un tanto incómodo, pero lo necesitaba. Su cuerpo, corazón y sobretodo su alma le pedía el enamorarse; los sentimientos no se pueden borrar solo los hechos, pero ese vacío que el rubio pensaba que había sentido en todos sus últimos dos años de Hogwarts debían ser llenados.

- tal vez... - el sentimiento de culpa la volvía a llenar – aún no termino mis estudios en Hogwarts

- solo te falta un mes o dos

- pues supongo que si – le gustaba estar con él, no podía culpar a su corazón por enamorarse del rubio. Sin embargo, ella siempre tenía en claro que nunca la hubiera escogido si Elena no hubiera muerto, siempre lo supo y siempre lo sabrá.

- Astoria... - él se acercó, había algo en ella que lo atraía, y probablemente eran los pequeños rasgos que Elena había inculcado en ella

- Basta – dijo cuando el rubio puso su mano en su rostro – lo siento, no puedo hacerlo – salió corriendo de ahí, lo amaba eso era claro; pero el sentimiento de hermandad y amistad pura que sentía por la recién fallecida era más fuerte. 

Aún te extraño |Scorpius Malfoy| |Draco Malfoy|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora