Aún te extraño |Scorpius Malfoy| |Draco Malfoy|

𝟚𝟡

Presente
Año; 2019

SCORPIUS

- No lo sé, Scorp, puede ser peligroso.

- Albus ¿no eras tú el que quería viajar en el tiempo?

- Si, pero...

- Además, no vamos a viajar en este momento, solo vamos a probar un hechizo y ya.

- ¿Estás seguro de que no es peligroso? Digo, si dices que es muy inteligente, pero crear un conjuro es bastante complicado ¿y si murió porque su hechizo la mató?

- Deja de ser dramático – coloqué el giratiempo encima del banco de piedra y saqué mi varita – revisa que no venga nadie.

Albus asintió y corrió hasta la esquina del pasillo, espió y después corrió a la esquina del otro pasillo - ¡Tú! ¡fuera! ¡fuera!

- Pero tengo clases – escuché a lo lejos

- ¡Mentirosa, ahora ándate antes de que le avisa a McGonagall! – escuché un leve sollozo y después regresó a donde mí.

- ¿Quién era?

- No lo sé, era una niñita, creo que de primer curso ¿crees que debo ir a disculparme?

Rodé mis ojos – solo hagamos esto rápido – repasé en mi mente el hechizo y el movimiento de mi varita. Apunté el objeto y realicé el hechizo, esperamos unos segundos

- ¿Cómo sabemos si funcionó?

- Que buena pregunta, Albus, creo que vamos a tener que probarlo

- ¡Lo hiciste a propósito!

- Para nada, ups – sonreí levemente.

Tomé el objeto y lo coloqué alrededor de nuestro cuello - ¿Cuántas vueltas le damos?

- Si el hechizo funcionó ¿Cuánto equivale una vuelta?

- Una vuelta, un año

- ¿Y si no funciona?

- No lo sé, pero creo que si son tres vueltas sería como al inicio del día.

- Okey, entonces dale dos vueltas 

- De acuerdo, pero debes recordar que para volver tienen que ser igual, dos vueltas.

- Okey, okey ¡hazlo de una vez! – lo regresé a ver

- Lo siento, es que me emociono

Rodé mis ojos y traté de hacerlo con delicadeza, calculando cada vuelta – a pesar de que son solo dos – pero por supuesto Albus, se comportó como Albus

- Yo quiero hacerlo – comenzó a mover mi mano del giratiempo

- Albus,no. Déjame a mi.

- No, yo quiero – comenzamos a jalar la cadena mientras daba vueltas y vueltas. Traté de contar las vueltas que se daban de forma automática, hasta que todo comenzó a moverse y a recapitular cada situación que había ocurrido.

Hasta qué en un momento a otro, se detuvo - ¿y a donde llegamos? – preguntó de forma rápida, lo regresé a ver molesto.

- ¡No lo sé! ¿sabes por qué?

- ¿Por qué? – preguntó tranquilo.

- ¡Porque moviste el giratiempo como demente! ¡conté como unas 20 vueltas!

- ¿Y ahora?

- ¡no lo sé! ¡debemos caminar por los pasillos por ahí hasta ver en que maldita época estamos!