Aún te extraño |Scorpius Malfoy| |Draco Malfoy|

EXTRA

NARRADOR OMNISCIENTE

El primogénito de los Malfoy estaba nervioso, no quería perder a uno de sus únicos amigos, socializar no era uno de sus fuertes, en especial cuando debía soportar los insultos y discriminación de sus compañeros debido a que su padre fue un aliado de Voldemort 

"Debería estar en Azkaban" 

"Su madre es lo único que vale la pena" 

"Ojalá su padre pague por todo lo que ha hecho" 

Eran de las pocas palabras que realmente lograban dañarlo, no por lo que dijeran de él, sino por lo que decían de las personas que amaba, en especial de su padre. Uno de sus más grandes ejemplos. 

- Papá... - pronunció mientras su padre cambiaba la marcha del automóvil 

- ¿Qué pasó hijo?

- ¿crees que si pueda ser amigo de Albus? – Draco regresó a ver a Elena un tanto preocupado, por otro lado, su esposa estaba furiosa

Ella y su esposo se habían enterado de la actitud de Harry Potter mediante una carta de su hijo, Draco no se sintió decepcionado o incluso molesto, no le importaba. Pero Elena... Elena quería asesinar a su amigo, porque se había metido con su hijo y nadie podía tocar a su pequeño. 

- Claro que sí, mi niño – respondió su madre – mira vamos a llegar y lo primero que vas a hacer es subir, bueno primero saludas y después vas a subir con Albus a su habitación, y van a jugar y conversar, como siempre lo hacen.

- Pero su papá...

- Wins – su hija la regresó a ver – tapate los oídos un momento, mi amor – la pequeña asintió; Draco sonrió y bufo un poco, sabia lo que iba a decir el amor de su vida – Si el idiota de Harry no acepta la amistad que tienes con Albus pues se puede ir a la mierda, que no te importe la opinión de él; si tu quieres ser amigo de Al pues lo serás y punto ¿de acuerdo? – Scorpius asintió con una gran sonrisa. 

- No te preocupes hijo – tomo la mano de su madre y la beso para después entrelazarla – tu madre cuando se propone algo lo logra, así que no tienes porque estar nervioso ni triste

- Gracias, papá – Scorpius suspiró apenas vio la madriguera de los Weasley al frente

- Muy bien, vamos – dijo Draco y bajo del carro junto al resto de su familia, Elena se acercó a la puerta de la madriguera y, a los pocos segundos, la que iba a ser su suegra antes de conocer a Draco la abrazó de manera efusiva.

- Elena, querida, es un gusto verte – apretó un poco su agarre

- Pienso igual Molly, por merlín estás bellísima – agarró sus manos

- ¿qué cosas dices? ¿Te has visto? dos niños y sigues como si fueras adolecente; incluso te veo más linda que antes – vió a su esposo – Draco – acercó su mano

- Señora Weasley, un placer. Gracias por recibirnos, trajimos un pequeño detalle – le acercó una botella de Whisky de fuego exportada directamente de Alemania

- siempre tan considerados, no tenían porque – tomo la botella - ¿esos son mis pequeños?

- Abuela Molly – dijeron ambos y la abrazaron

Elena nunca tuvo una verdadera figura materna, es por esa razón que cuando conoció a la señora Weasley se acercó a ella de una forma tan genuina, se sintió querida, escuchó ese "estoy orgullosa de ti" que tanto había deseado y por esa razón cuando alguien le preguntaba su parentesco ella respondía que la señora Weasley era y siempre será la madre que siempre quiso.