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THEODORE NOTT

Sentía el frío recorrer mi piel cada vez que veía la pulsera en mi muñeca, es algo increíble como alguien puede llegar a significar tanto para otra persona, llegando a ser como un anhelo para el otro; sin embargo, cuando se va todo se vuelve gris. La desesperación, ansiedad, tristeza, dolor... todo se vuelve gris cuando la única persona que querías en tu vida; ya no está.

- ¿ya practicaste? – la regresé a ver, estaba apoyada en el marco de la puerta de mi habitación

Giré mis ojos, odiaba verla simplemente la necesitaba para una cosa y después de eso lo más probable es que me deshaga de ella, pero la necesitaba, ella me ayudaría a realizar mi plan de forma más rápida y eso es lo que me interesaba.

- no necesito practicar nada, no soy un niño a punto de presentarse – salí de mi habitación y comencé a bajar las escaleras de la mansión - ¿ya está todo preparado?

Se apoyó en el barandal de la escalera mientras me observaba – todo está listo – su vista bajó lentamente por mi cuerpo hasta que llego a mi muñeca, esbozo una sonrisa de lado al ver aquella pulsera – que tierno – tomó mi muñeca y admiró aquella joya, volvió a sonreír -, ¿a que edad es que te la regaló?

- cuando estábamos en 2do curso – jalé mi mano, pero me lo impidió ejerciendo más fuerza

- tan linda, una pequeña niña que no se imaginó que su mejor amigo siempre la amo – jalé mi mano ante su comentario y comencé a alejarme – ¿sabias que estuvo enamorada de ti?

Me detuve ante su comentario, apreté mis labios mientras apretaba mis puños – si – contesté de forma seca

- oh cierto, te enteraste cuando hechizamos al Weasley para que nos cuente todo – acarició mi brazo mientras se acercaba a mi – debo admitir que ese día te viste más atractivo mientras realizabas la maldición imperius – volví a tensarme, de verdad que quería matarla y realizar el trabajo por mi solo

- ¿terminaste?

- No – formó una sonrisa - ¿por qué te enamoraste de ella?

- ¿por qué quieres saber? – entrecerré mis ojos

- curiosidad, tantos se enamoraron de ella y de ti es el único que no sé el porqué

- pues te quedarás con la duda – apreté su mejilla con mis dedos y me acerqué a ella – no es de tu maldita incumbencia – la alejé de mi de forma brusca

Volvió a reír – supongo que me quedaré con la duda – se sirvió un vaso de whiskey, se acercó al sillón y se sentó - ¿alguna vez la besaste por lo menos?

Apreté mis labios y tensé mi cuerpo – no es de tu incumbencia

- ¿sí? ¿no?

- deja de hacer preguntas tan estúpidas y metete en tus propios asuntos, ya debemos irnos

Volvió a sonreír y acabo el liquido de su vaso de un solo trago – pues vamos Romeo – se acercó a la puerta y salió de la casa.

Pasé mi lengua por mi mejilla, sonreí levemente cuando volví a visualizar la pulsera – voy a protegerte, está vez si lo haré – me acerqué a la puerta

***

- ¿lo conseguiste? – le pregunté mientras me despegaba de la pared para visualizarla

- algo así, aquí – golpeó levemente el hombro Amos Diggory – hizo su papel de manera impresionante, pero nuestro elegido no esta aún completamente seguro, dice que podría ser un cambio completo para el flujo de tiempo – regresó a ver al anciano – dile lo que te dijo – él asintió y bajo el encantamiento imperius le hizo caso

Aún te extraño |Scorpius Malfoy| |Draco Malfoy|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora