Epílogo

570 36 39
                                    

Dedicado a cada una de ustedes, gracias por su apoyo 🤍

****

9 años después

Lo mejor de despertar era o sentir su cuerpo y calor corporal sobre el mío, o girar mi cabeza y besar su mano, que siempre estaba entrelazada a la mía. Aproximadamente hace unos cuatro años ya le había cumplido la promesa de llevarla al altar, lo que convirtió en ese día como el mejor día de mi vida, dejando a un lado el día que la conocí.

Ambos tratábamos de mostrarnos como si todo estuviera bien, a pesar de que, en realidad no lo estábamos; no al cien por ciento. Siempre que dormía me encargaba de entrelazar nuestras manos y en un principio pude notar que ella hacia lo mismo, pero abrazando mi cuerpo y como culparnos ambos habíamos pasado por mucha mierda y siento que éramos el soporte del uno al otro. Recuerdo que incluso cuando nos peleábamos y pensaba que era mejor dormir en otra habitación siempre me detenía en la puerta antes de que salga de nuestra recamara; ninguno decía nada. Sin embargo, su simple gesto de abrazarme por la espalda y jalarme hacia la cama me hacia comprender todo; y le agradecía yo tampoco soportaba dormir sin ella a mi lado, el miedo de que algo le pasara siempre rondaba en mi cabeza.

Algo que me molestaba era que Elena siempre trabaje como si su vida dependiera de ello, pero ya hasta un punto desgastante; comprendía que le gustaba ser independiente, pero teníamos dinero hasta para mantener a nuestros bisnietos. Parte de mi siempre pensaba que lo hacía por no pasar en esta casa, su casa, nuestra casa y la comprendía completamente; no mas lejos de varios metros estaba la habitación donde fue torturada, sin hablar del comedor donde el puto del sin nariz también la torturó de formas inexplicables.

Trataba de que me lo diga, nunca lo decía; yo por obvias razones ya me lo imaginaba, sin embargo, me molestaba que trate de pasar por todo sola. Estoy con ella, y la apoyaré en todo, siempre que le preguntaba ella lo negaba; sé que lo hacía para que no me sintiera culpable, esa pureza y bondad era una de las cosas que más me gustaban sobre ella, pero aún que no lo diga yo siempre notaba sus facetas. Conocía cada una de ella: cuando se sentía insegura de su cuerpo, de su carácter e incluso cuando no sentía que valiera la pena y quería estar con ella como lo estuvo conmigo, pero era imposible, ella no me lo permitía.

Recuerdo que un día no fue a la recamara hasta de noche, salí a buscarla y la vi dando vueltas alrededor de la puerta de al frente de nuestra habitación; se armaba de valor para entrar y no podía. Me acerqué a ella y tome su mano, al principio salto un poco, pero cuando se percato que era yo apoyó su cabeza en mi hombro y la abrace por su cintura mientras le susurraba "Estoy aquí, bonita" sonrió y apretando mi mano abrió la puerta.

Desde ese día se abrió más a mí, contándome sus miedos y el porque había veces que prefería no estar en la casa; por lo que yo me encargué de cambiar cada centímetro cuadrado de esta. Hice que remodelen la casa completamente en un solo día, las paredes grises se convirtieron en blancas haciendo que la casa se sienta mucho más iluminada al igual que el verde oscuro se convirtió en verde esmeralda, donde siempre que entraba el sol se reflejaba. Estuvo fascinada creo que sonrió todo ese día y eso me alegro mucho, Elena fue a varias visitas con un terapeuta y pude ver su enorme progreso incluso; fui con ella a varias sesiones y poco a poco ambos fuimos mejorando. Éramos conscientes que ya no se trataba solo de nosotros sino de nuestra familia.

- ¿Por qué Scorpius puede dormir con ustedes y yo no? – escuché decir a mi pequeña

- Winslet cuando tu vas a nuestro cuarto, igual duermes con nosotros – dijo mi esposa, coloqué mi mano en su pierna

Aún te extraño |Scorpius Malfoy| |Draco Malfoy|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora