Aún te extraño |Scorpius Malfoy| |Draco Malfoy|

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Dedicado a @CarolinaPolitto, gracias por tu apoyo 🤍

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Ella, siempre sería ella. No importa si eso me perjudica a mí.

Por eso heme aquí en el ministerio de magia fingiendo estar interesado en su trabajo cuando solo deseo tomar el permiso que le negó a Malfoy, falsificarlo y después robar su giratiempo y tratar de volver a cambiar su vida. O robar el giratiempo en sí, lo que sea más sencillo.

Porque prefiero que no viva pero que recuerde su vida orgullosa de lo que fue, porqué se que ahora no lo es.

Puedo verlo en su rostro sé que hay momentos en los que se odia, que se atormenta cada día por lo que hizo y la comprendo tanto. Nadie merece pasar por tanto a tan poca edad, siempre se ha sacrificado por todos, por las personas que ama y casi nadie lo ha hecho por ella.

Ella, quien ahora se encuentra en su escritorio revisando algunos permisos que debe firmar o rechazar alguna solicitud, sus piernas se encuentran ligeramente cruzadas haciendo que se luzcan por la falda que lleva, veo como de vez en cuando lleva su mano y acaricia su abdomen. Se ve feliz, pero se que solo trata de ocultar lo que realmente siente.

- ¿Estás aburrido? – mi vista se levanta hasta verla a ella

Niego mientras paso mis dedos por la hoja del libro – para nada.

- Gracias por venir, casi nunca lo haces

- No tienes que agradecerme nada, me gusta pasar tiempo contigo.

- Estaba pensando en la cena de hoy en la noche, podríamos invitar a tu padre, Emma quiere conocer más sobre su familia.

- ¿A mi padre? – arquee mi ceja mientras la miraba fijamente

- Ehh si, por eso te lo pregunto, no le he dicho nada no sé si te gustaría verlo o no

- Prefiero que no, Elena, sabes mi relación con él.

- De acuerdo, entonces seremos los cuatro

- Me parece perfecto – sigo fingiendo que leo el libro que me dio mientras la veo de reojo, guardando cada detalle de su imagen.

- Debo ir al baño – se levanta de su escritorio para caminar hasta la puerta – no causes problemas, no me demoro.

- Yo nunca causo problemas – bufa levemente mientras niega y sale de su oficina.

De forma automática me levanto hacia su escritorio y comienzo a revisar cada una de sus carpetas, encuentro permisos para elfos, brujas, de magos para trasladar sus mascotas mágicas a otro país, pero nada del maldito rubio teñido.

Busque en cada uno de los cajones de sus muebles, en los papeles ordenados por el abecedario, pero no encontraba nada. ¡No había nada!

- ¿Qué haces? – alcé mi mirada encontrándome con ella, para mi suerte no tenía nada en mis manos solo visualizaba los papeles de su escritorio.

- Me aburrí y quise husmear tus cosas

- Ya presentía que estabas aburrido ¿Qué estabas husmeando?

Me acerqué a ella, colocando sus manos en su cintura – tenía curiosidad de todas las cosas que has rechazado, te deben llegar permisos extraños.

Llevó sus manos a mis hombros mientras analizaba mis palabras – mmm... no muchos a verdad, si rechazo algo es por su falta de papeleo o  su historial es malo – comenzó a acariciar mis hombros – aun que ahora que lo mencionas, los objetos más extraños han sido los de Malfoy, creo que de los 50 que ha presentado solo le he permitido 17.